20 años es apenas el inicio

ISMAEL BOJÓRQUEZ Y SAMUEL CAMPOS. Durante la presentación del proyecto en Culiacán.

Se me ha solicitado que exprese una opinión acerca de los primeros 20 años de existencia del Semanario Ríodoce, cosa que hago con gusto, además de ser un honor para mí, ya que se trata de una celebración que merece reseñarse debido a las aportaciones que este semanario ha hecho a nuestra sociedad.

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Apelando a mi memoria, Ríodoce nace en un entorno en donde la prensa local en su gran mayoría carecía de la credibilidad necesaria para ganarse la confianza de lectores ávidos de noticias objetivas, reales y que surgieran de una rigurosa y atrevida investigación que permitiera al reportero llegar al fondo del origen de los hechos para, desde ahí, narrar una verdad que además de informar, despertara conciencias y fuera un contrapeso a las noticias con sesgo hacia un interés particular o a declaraciones cuya pretensión es esconder los hechos reales.

El nacimiento de Ríodoce estuvo plagado de presiones ejercidas por fuerzas establecidas a las que no le convenía que este semanario saliera a la luz para dedicarse a ejercer un periodismo veraz, objetivo, imparcial y de vanguardia.

Lo anterior generó que Ríodoce estuviera zozobrando en un mar estrecheces económicas que en varias ocasiones los orillaron a casi cerrar sus puertas.

Gracias al amor al proyecto y a su gran capacidad de resiliencia, los fundadores de este grupo editorial supieron encontrar los caminos para mantenerse a flote, aprendiendo de cada caída y fortaleciendo el ánimo para seguir adelante, sabedores de que cada golpe artero recibido y aguantado, los hacía más fuertes.

También vale la pena señalar y reconocer a un reducido grupo de simpatizantes que creyeron en el proyecto de Ríodoce y que de diversas formas lo apoyaron de manera desinteresada, sin más propósito que el de anhelar que a este bello estado de Sinaloa, de 11 ríos, se le adhiriera uno más, es decir su río 12, por cuyo cauce vertiera la noticia fresca, imparcial y veraz que diera lugar a la germinación de ideas, opiniones y acciones que contribuyan a lograr tener una ciudadanía mejor informada, con un mayor nivel de conciencia social y que apueste más por el bien común, a sabiendas de que ello implique sacrificar algo de su bienestar personal o familiar.

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A lo largo de estos 20 años, Ríodoce nos ha reseñado pasajes de nuestra cotidianidad que me han puesto a reflexionar y concluir que el nivel o calidad de vida social adecuado y sustentable es algo que tenemos que ganárnoslo. Un adecuado y sustentable nivel de calidad de vida social significa que ejerzamos a plenitud nuestros derechos humanos sin que estos sean menospreciados o regateados, ya sea por otros de sus miembros de la misma o por las autoridades, cuya función es precisamente ser sus garantes.

La calidad de vida social nos la ganamos cumpliendo con nuestros deberes ciudadanos, rechazando actos de corrupción, siendo respetuosos con el medio ambiente, vigilando que el Gobierno cumpla con sus obligaciones; en fin, aportando nuestro mejor, honesto y diligente esfuerzo para hacer de nuestra comunidad un mejor lugar para vivir, respetando los derechos de terceros, entendiendo que mi derecho termina cuando inician los de ellos.

La labor de Ríodoce ha sido reconocida por intelectuales mexicanos contemporáneos a través de sus visitas a nuestra entidad, invitados por el semanario, así como por agencias internacionales al otorgarles reconocimientos y premios por la calidad, compromiso e integridad, con la que sus reporteros llevan a cabo su trabajo y los resultados del mismo; también han sido reconocidos y considerados como fuente confiable de información por organizaciones privadas como Discovery Channel, que se ha apoyado en este semanario y el trabajo de sus reporteros para narrar acontecimientos de Sinaloa.

Mención especial, solemne y respetuosa, merece la memoria de Javier Valdez Cárdenas; hombre íntegro y
comprometido con su profesión, que nos dejó como legado una nutrida colección de columnas y libros de su autoría, que sin duda fueron motivo de reflexión acerca de nuestro quehacer como ciudadanos.

Javier, como cofundador de Ríodoce, sorteó toda clase de retos desde su fundación hasta la media mañana del 15 de mayo de 2017. Javier Valdez fue y es pieza fundamental para que el semanario haya llegado a sus 20 años más los que vengan. A Javier Valdez se le conocía por alguien que le gustaba escribir sobre historias de la vida del narcotráfico; no obstante, él decía: no es que me guste, es que nací y me crie en un lugar en donde esta actividad abunda y considero que es mi obligación narrar sobre ella.

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Felicito afectuosamente a Ismael Bojórquez, a Cayetano Osuna y a su equipo de trabajo por esta noble, ardua y modestamente reconocida labor que llevan a cabo día a día, y que hace posible que cada semana tengamos su clásico ejemplar impreso, además de que en cualquier momento, dispongamos a través de sus plataformas digitales la información y columnas de opinión que acopian y producen para mantenernos informados.

Deseo que estos primeros 20 años hayan sido la etapa de creación y desarrollo, esperando que los siguientes 20 sean de crecimiento y consolidación manteniendo siempre los valores que inspiraron su origen.

Artículo publicado el 05 de febrero de 2023 en la edición 1045 del semanario Ríodoce.

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