Opinión personal: no considero a las rajas poblanas como un plato fuerte, me parece que son más una guarnición. Esta opinión se extiende a todas esas comidas en las que no hay carne o proteína animal en cualquiera de sus formas.

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Si bien las rajas tradicionalmente son cremosas, y dentro de la crema hay proteína animal, su densidad es mínima y dudo que aporte gran parte a la ingesta que necesitamos en nuestro día a día. Por eso, si no son guarnición de alguna otra preparación que incluya carne, termino agregando pollo, ya sea pechuga o muslos.

Un estudio publicado en la revista Advances in Nutrition señala que la cantidad ideal de proteína diaria es de 0.8 gramos de proteína por kilo de peso, es decir, que si una persona pesa 70 kilos deberá comer 56 gramos de proteína diariamente.

Pero como no andamos con calculadora en mano, lo ideal, salvo que lo contraindique su nutriólogo, es tratar de incluir proteína animal en cada comida. Después de todo, como confirma el mismo estudio, el consumo de proteínas en exceso no afecta a la persona, incluso si no está haciendo dieta o trabajando con pesas.

Ingredientes

½ pechuga de pollo, en tiras
3 chiles poblanos, tatemados, limpios, en rajas
¼ de cebolla blanca o amarilla, en julianas
2 dientes de ajo, finamente picados
Granos de elote, al gusto
4 cucharadas de crema ácida o media crema
Aceite de oliva, en cantidad necesaria
Sal y pimienta al gusto

Procedimiento

En una sartén a fuego medio agregamos un poco de aceite de oliva. Cuando se haya calentado el aceite, añadimos las tiras de pechuga, sazonamos con sal y pimienta y cocinamos por 2 minutos.

Pasado este tiempo, agregamos cebolla y ajo, y cocinamos por 2 minutos más, para después agregar las rajas y los granos de elote y mezclar un poco para que se integren los ingredientes.

Bajamos el fuego y ponemos un poco de agua a la mezcla y en este punto añadimos la crema, mezclando suavemente hasta que la crema tenga consistencia de salsa.

Tip

Las preparaciones cremosas pueden ‘cortarse’ si no se realizan con cuidado. Esto les da una apariencia grumosa, ya que los ingredientes que integran la crema se separan. Lo principal para evitar que esto pase es cuidar el fuego para evitar que nuestra preparación hierva, así como no dejar de mover hasta que se llegue a la consistencia deseada.

Artículo publicado el 25 de febrero de 2024 en la edición 1100 del semanario Ríodoce.