El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) registró en Sinaloa una disminución de la pobreza de 6.5 por ciento entre 2020 y 2022, lo que representa que 185 mil 659 personas abandonaron dicha condición, pero la realidad en el terreno parece ser diferente, pues el Banco de Alimentos de Culiacán, que brinda apoyo alimentario a personas necesitadas, tiene una lista de espera de al menos 100 mil solicitantes, y actualmente atiende entre 40 mil y 50 mil personas al mes.
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Por su parte, la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza en su informe “La Precariedad Invade la Formalidad, (Análisis de salarios de trabajos formales registrados en el IMSS a diciembre de 2022) afirmó que el 62.6 por ciento de los sinaloenses (374 mil 471) con trabajo formal, carecían de un salario suficiente para superar la pobreza, al no cubrir el costo de dos canastas básicas.
Daniel Tapia Sánchez, director general del Banco de Alimentos de Culiacán, informó que antes de la pandemia daban servicio a 10 mil personas y ahora están en espera de construir otro edificio para brindar alimentos a una demanda de 350 mil personas, principalmente en Navolato, Badiraguato, Choix, Sinaloa, incluso Culiacán donde el 18 por ciento de su población tiene carencia alimentaria.
Tapia Sánchez señaló que, aun cuando el CONEVAL reporta una reducción de la pobreza en Sinaloa, no se percibe: “tenemos una larga lista de espera de familias a las que no podemos asistir en este momento, la demanda supera nuestra capacidad para proporcionar ayuda”.
Aceptó que no pueden medir la totalidad de la población, pero que la alta cantidad de solicitudes que llegan al Banco de Alimentos “sirve como un indicador que nos muestra que la pobreza alimentaria no está disminuyendo al ritmo que el CONEVAL sugiere”.
Las cifras de CODESIN
El Consejo para el Desarrollo Económico de Sinaloa (CODESIN), en su análisis sobre la Evolución de la Pobreza en Sinaloa, (con datos del CONEVAL), precisó que existen otros indicadores que revelan la carencia social que existe en Sinaloa: “el porcentaje de la población que presentaba un rezago educativo fue de 17 por ciento, carencia por accesos a servicios de salud, 26.6 por ciento, a la seguridad social 39.1 por ciento, por calidad y espacios de vivienda 7.1 por ciento, acceso a servicios básicos en la vivienda 9.7 por ciento y carencia por acceso a la alimentación, 17.3 por ciento”.
En el párrafo de indicadores de bienestar, el CODESIN agregó que “la población con ingresos inferiores a la línea de bienestar mínimo fue de 4.5 por ciento; este porcentaje de la población no tiene el ingreso suficiente para adquirir los bienes de la canasta alimentaria.
Por otra parte, el porcentaje de la población con ingreso inferior a la línea de bienestar que mide el potencial del ingreso para satisfacer la totalidad de necesidades alimentarias y no alimentarias de las personas fue de 28.3 por ciento.”
Sinaloa supera a Sonora, Durango y Nayarit en la cantidad de pobres
Existe además otro dato que choca con el efecto positivo de la disminución del 6.5 por ciento de la pobreza, y es que en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022 (ENIGH 2022) realizada por el INEGI reveló que Sinaloa es la segunda entidad con la mayor cantidad de personas en situación de pobreza, con 668 mil 192 habitantes, comparada con sus vecinos de Durango, Chihuahua, Nayarit y Sonora. La cifra representa el 21.6 por ciento del total de la población.
En cuanto a pobreza extrema, Sinaloa está en cuarto lugar con el 1.8 por ciento de la población (55 mil 829 personas), en dicha condición.
En empleos informales, el estado está en primer lugar en la misma región con 685 mil 263 de ellos.
De acuerdo con los números que presentó el CONEVAL en su informe Medición Multidimensional de la Pobreza 2022, estas son las cifras por entidad:
Sinaloa en primer lugar en empleos formales precarios: ACFP
Los números sobre la calidad de vida económica y laboral de los sinaloenses se advierten muy negativos, porque hay análisis que indican que los salarios en los empleos formales, en un alto porcentaje son insuficientes para superar la pobreza.
En su informe “La Precariedad Invade la Formalidad, (diciembre de 2022) que presentó la Organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza: el 62.6 por ciento de las personas con trabajo formal en Sinaloa tenían un ingreso menor al costo de dos canastas básicas.
Esto es, 374 mil 471 personas registradas en el IMSS carecían de salario suficiente para superar el umbral de pobreza a fines del año pasado. Le seguían Guerrero (61.7 por ciento), Oaxaca (60.9 por ciento), Durango (58.5 por ciento), es decir 150 mil personas con trabajo formal, Chiapas (56.6 por ciento) y Puebla (56.3 por ciento).
El mercado laboral discrimina el trabajo de las mujeres
La Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara, Erika Cecilia Montoya Zavala, reveló que el problema del empleo precario se agudiza aún más en el estado cuando se trata de mujeres, porque “además de estar concentradas en el trabajo informal, sin prestaciones y sin apoyos para el cuidado de sus hijos” viven un “acoso laboral invisibilizado.”
Afirmó que la brecha salarial es la punta del iceberg de un mercado laboral que discrimina el trabajo de las mujeres, “solo 2 por ciento de las mujeres gana más de 5 salarios en Sinaloa, el mismo porcentaje ocupa puestos directivos, seguimos ganando 20 por ciento menos que los hombres en los mismos puestos laborales”.
Agregó “seguimos invirtiendo más del 50 por ciento de nuestro tiempo en tareas domésticas, de cuidado y sin salario, nos siguen evaluando con un doble estándar, tenemos que demostrar el doble que nuestros compañeros”.
Advirtió que “siguen los sesgos inconscientes marcando la toma de decisiones en las empresas, lo que feminiza la fuerza laboral a un sector de servicios, con poco uso de tecnología y de baja inversión”.
La autora del libro Mujeres Empresarias y Autoempleadas, señaló que “en Sinaloa, por ejemplo, las mujeres se encuentran mayoritariamente trabajando en el sector de educación, así como oficinistas, en servicios personales y comerciantes, en estos grupos ocupacionales las mujeres participan con porcentajes de 65, 63, 59 y 54 por ciento, respectivamente.
La profesora-Investigadora de la Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas de la UAS resaltó que además existe una segregación laboral por género relacionada “con los roles y la distribución irregular de las responsabilidades familiares, los estereotipos de género y la discriminación, los sistemas de selección y evaluación sesgados y la falta de modelos de referencia de mujeres”.
Artículo publicado el 25 de febrero de 2024 en la edición 1100 del semanario Ríodoce.