México es el segundo país de Latinoamérica que más sopas instantáneas consume, solo por debajo de Brasil.
El consumo de este ultraprocesado con disfraz de comida en nuestro país ha ido en aumento, en 2016 se consumieron 890 millones de sopas, para 2020, año inicial de pandemia, el consumo llegó a los 1 mil 160 millones de sopas.
Las sopas instantáneas llegan a ser consideradas parte de la alacena básica de muchas familias, y el acceso a ellas es prácticamente universal: donde hay abarrote, seguro encontrará una o varias presentaciones.
La marca predominante, por lo menos en la zona norte, es Maruchan, pero las Cup Noodles de Nissin son un clásico en el mercado mundial.
Independientemente de la marca, las sopas instantáneas son un ultraprocesado más, y como tal, el consumo frecuente de ellas puede traer consecuencias negativas para la salud.
Empaque
La sopa Nissin Flamas Limón viene empacada en la configuración tradicional de las sopas instantáneas: un vaso de unicel, un forro plastificado y una estructura de cartón que lo sostiene.
El diseño del empaque predomina en tonalidades oscuras al fondo: el color negro y unos rayos eléctricos color púrpura conforman la base. El nombre del producto y la versión se encuentran en fondo rojo y fuente blanca al centro del empaque, justo sobre la imagen de un vaso de sopa preparado.
El diseño también contiene las leyendas “Ultra picante” y “sabor a chile, limón y queso”, además de dos sellos de la Secretaría de Salud por exceso de grasas saturadas y exceso de sodio.
Ingredientes
Esta versión de sopa Nissin está elaborada con 26 ingredientes. Evidentemente al tratarse de fideos la harina de trigo es el ingrediente principal, a este le sigue aceite vegetal, zanahoria y pimiento rojo deshidratados, sal y sazonadores, acentuadores de sabor como glutamato, guanilato e inosinato de sodio, y mezcla y extracto de chiles; la sopa toma color por betabel en polvo, caramelo clase IV y extracto de paprika.
El producto ya preparado cuenta con 5.5 gramos de proteína, que por sus ingredientes, es prácticamente toda de gluten, 6.6 gramos de grasas saturadas y 11 miligramos de grasas trans, así como 38 gramos de carbohidratos refinados, de los cuales casi 5 gramos son de azúcares añadidos.
La sopa Flamas Limón de Nissin, que afirma tener sabor a chile, limón y queso, solo tiene queso como parte del sazonador, además de eso, no se especifica ningún ingrediente que sea derivado o se le parezca.
Definitivamente no son comida
Para quienes se aterran de la estufa y la tabla o para los que olvidan el lonche, las sopas instantáneas son una buena opción, o más bien, una opción a secas.
En ocasiones pueden sustituir una comida, o, mejor dicho, la acción de comer algo a determinada hora, pero nunca serán un sustituto del alimento, sino una mera distracción, una botana calduda si gusta.
Lo cierto es que pocos nutrientes se pueden encontrar en estos caldos híper estimulantes, lo que sí se encuentra con frecuencia son ingredientes nocivos, como las grasas trans, el gluten o calorías vacías, provenientes de la pasta de harina y azúcares añadidos.
En este producto en específico encontramos que, si bien cuenta con vegetales deshidratados, estos apenas acumulan el 4.76 por ciento del peso del producto, es decir, poco más de 3 gramos. Por otra parte, las grasas saturadas vegetales (altamente inflamatorias) tienen mayor presencia con poco más del 10 por ciento del peso del producto.
Este tipo de grasas en combinación con los carbohidratos refinados de los que se compone la pasta pueden colaborar con el desarrollo de sobrepeso si se consumen frecuentemente.
Otro de los grandes problemas de esta sopa es que es muy alta en sodio, y el exceso de consumo de este mineral puede traer consigo o agravar problemas renales, cardiovasculares y de osteoporosis.
Por último, el sabor extra picante y ácido de un producto de esta naturaleza viene acompañado de irritación a la mucosa gástrica, lo que puede resultar en agruras o acidez estomacal y todos sus síntomas.
Artículo publicado el 28 de enero de 2024 en la edición 1096 del semanario Ríodoce.