La Representación Especial de Comercio (USTR) de Estados Unidos anunció que solicitó al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, consultas técnicas bajo el Capítulo de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF) del T-MEC, para revisar las diferencias entre ambos países sobre maíz transgénico.
Katherine Tai, la titular de la USTR, dijo en un comunicado que Estados Unidos en repetidas ocasiones “ha expresado nuestras preocupaciones serias con las políticas biotecnológicas de México y la importancia de adaptar medidas que cumplan con el T-MEC”.
Las consultas se llevarán a cabo bajo el Capítulo de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (SPS) del Tratado de Comercio México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC), en referencia a ciertos productos mexicanos de la industria de biotecnología agrícola.
“Si no lo abordamos las políticas mexicanas amenazan con socavar miles de millones de dólares en el comercio agrícola y sofocarán las innovación que es necesaria para contener la crisis climática y retos de seguridad alimenticia”, subrayó Tai.
Asimismo manifestó que espera que las consultas sean productivas para así continuar resolviendo las diferencias que se tengan con el gobierno de México en todos los ámbitos.
Apuntó que se respetará las soberanía de México y de Estados Unidos con apego a los intereses de los productores agrícolas de las dos naciones por medio de mecanismos de transparencia y entendimiento.
Por su parte Tom Vilsack, el Secretario de Agricultura estadounidense señaló que “para garantizar la seguridad alimenticia es vital mitigar los efectos constantes de inflación en los precios de los alimentos para enfrentar también la crisis por el cambio climático y la biotecnología agrícola en esto juego un papel crítico para alcanzar esos objetivos”.
El pasado 30 de enero, Estados Unidos envió una solicitud formal por escrito a México en virtud del Capítulo MSF del T-MEC (artículo 9.6.14) para obtener una explicación de los motivos e “información relevante pertinente sobre” ciertas medidas mexicanas relativas a las medidas para restringir el uso del maíz transgénico para fines industriales y de forraje para animales, pero no para consumo humano.
Proceso