La piel es el órgano más grande del cuerpo, y su salud depende de “la carga genética; desajustes hormonales y diversas enfermedades con respuesta inmunológica; factores externos como estrés, contaminación, exposición al sol, y la nutrición”; en la historia de la medicina “el alimento es considerado la mejor medicina”, señala la cirujana dermatóloga, Maradí Zumara Rubio Rodríguez.

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La especialista en salud de la dermis, hace especial hincapié en que, “una correcta alimentación brindará los micronutrientes necesarios para mantener una buena salud cutánea”.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los micronutrientes, “generalmente derivados de la ingesta de alimentos, son pequeñas cantidades de vitaminas y minerales requeridos por el cuerpo para la mayoría de las funciones celulares”, y su ingesta contribuyen en el buen funcionamiento del organismo, el cual, explica Rubio Rodríguez “primero preserva la vida, luego la función y al final la estética”, por lo que, “si se tiene un buen funcionamiento, como resultado se tendrá ‘una buena estética’”.

Vitaminas y minerales, y cómo contribuyen en la salud cutánea

La vitamina A y sus derivados “contribuyen en el rejuvenecimiento, ayudan a reparar el DNA dañado por la radiación solar, y controlan el sebo; se encuentra en los carotenos, que son aquellas frutas y verduras que tienen pigmentos rojos, naranjas y amarillos, como zanahoria, tomate, granada, algunas bayas, entre otros”.

Mientras que, “la vitamina C mantiene la piel hidratada y se puede encontrar principalmente en las frutas cítricas, pimientos rojos y verdes, kiwi, coliflor, brócoli y fresas”.

En tanto las vitaminas del grupo B (B1, B2 y B6), “que estimulan la renovación celular; se encuentran en ciertos tipos de pescados, carnes rojas, pollo, huevos y productos lácteos, hortalizas de hojas verdes, plátano, cítricos, bayas y, en algunos cereales como: el trigo, avena, arroz, entre otros”.

La vitamina D, “previene el envejecimiento prematuro y se encuentra principalmente en los pescados como salmón y sardina, en carnes rojas, huevo y productos lácteos”.

“El Omega 3, tiene un efecto antinflamatorio y antioxidante”, este “se encuentra en los pescados azules y en las semillas”.

“Los alimentos que contienen vitamina E, son los aceites vegetales, frutos secos, semillas y hortalizas de hoja verde, como la espinaca y brócoli”.

En tanto, “los minerales como el Zinc y magnesio se encuentran principalmente en bayas, frutos secos, espinacas, carne de res, pescado, legumbres y cereales integrales. Otros minerales como el hierro se encuentran en carnes rojas y frutos secos, mientras que el yodo en mariscos y sal yodada”.

De manera que, recalca Rubio Rodríguez “si hay deficiencias vitamínicas, proteicas o por minerales, habrá una piel reseca, dañada y con envejecimiento prematuro”.

Trastornos de la piel asociados a deficiencias de micronutrientes

La psoriasis, “es una afección cutánea que provoca diversos signos como enrojecimiento, esta enfermedad tiene que ver la herencia”, sin embargo, “una mala alimentación contribuye en su desarrollo”.

“La dermatitis herpetiforme, tiene que ver con la intolerancia al gluten, con la aparición de pápulas y vesículas (granos y ampollas), que se dan principalmente en las zonas de extensión”.

Dermatitis atópica, “es una enfermedad autoinmune en la que tiene que ver la herencia, que hace que la piel se seque, y reaccione, no está ligada a algún alimento en especial”, dice, “sino que hace que la piel reacciona a ciertos estímulos; y los probióticos ayudan a su control”.

Dermatitis enteropática, “que puede ser hereditaria o adquirida, se da por la deficiencia de minerales, principalmente del zinc”.

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“Otras enfermedades que se dan por la deficiencia de proteínas, que no solo tienen repercusiones en la piel como el marasmo y kwashiorkor”.

Recalca que, “si existe una deficiencia proteica, habrá una piel delgada, flácida, que se parte con facilidad, más riesgo de generar estrías, pérdida de cabello o de su coloración.”

Mientras que, “el abuso de ciertos alimentos como la cafeína, azucares refinados, carbohidratos, proteína de suero de leche, bebidas energéticas (que contienen vitaminas B12) y del tabaco”, indica, “dificultan el control del acné, y provocan dermatitis seborreica o brotes de rosácea, generalmente en pacientes con pieles grasas”.

Asimismo, “la deficiencia de carbohidratos genera erupciones cetogénicas”.

“El mantener una buena alimentación desde la infancia ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y hacer que de manera natural la piel sea resistente a infecciones de tipo viral frecuentes”.

Artículo publicado el 19 de febrero de 2023 en la edición 1047 del semanario Ríodoce.