La hipertensión arterial es uno de los padecimientos más comunes a nivel mundial. Alrededor de mil 300 millones de personas sufren la enfermedad. La hipertensión no es más que el aumento anormal persistente de la tensión de la sangre en las arterias y puede dañarlas, incrementando el riesgo de padecer enfermedades en diferentes órganos.

La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos sanguíneos como resultado de la función de “bombeo” que tiene el corazón y puede cambiar de un momento a otro dependiendo de la actividad, estados de ánimo, cambios de posición con ejercicio o durante el sueño. Su diagnóstico es noble, ya que es detectable de manera sencilla, rápida y económica en prácticamente cualquier nivel de atención médica.

Anualmente en la región de América ocurren un millón 600 mil muertes por enfermedades cardiovasculares, de las cuales alrededor de 500 mil son personas menores de 70 años, lo cual se considera una muerte prematura y evitable. La hipertensión afecta entre el 20 y 40 por ciento de la población adulta y significa que alrededor de 250 millones de personas padecen de presión alta. La Organización Mundial de la Salud (OMS), de acuerdo a sus reportes, refiere que la Hipertensión es el factor de riesgo número uno de muerte.

Uno de cada cuatro mexicanos padece hipertensión arterial, en los hombres la prevalencia es de 24.9 por ciento y en mujeres 26.1 por ciento de prevalencia. Del total de hipertensos, un 40 por ciento ignora que tiene el padecimiento y ello repercute en su salud. Del 60 por ciento que lo conocen, solo la mitad están controlando el problema.

UNA ENFERMEDAD DE POBRES

Un extenso estudio, que utilizó fuentes de datos como su método principal, reveló que de 1990 a 2019 los índices de hipertensión a nivel mundial se duplicaron, y la mayor parte del aumento se dio en regiones de ingresos medios o bajos. En los países de ingresos altos, la prevalencia ha disminuido, mientras que los sistemas de salud han logrado tasas de tratamiento de hasta el 80 por ciento y tasas de control de hasta el 60 por ciento.

“Está lejos de ser una condición de riqueza, es en gran medida una condición de pobreza”, dijo Majid Ezzati, profesor de salud ambiental global en el Imperial College de Londres, en una rueda de prensa.

“Sabemos que el tratamiento es barato, son medicamentos de bajo costo. Pero es necesario incluirlos en la CSU (cobertura sanitaria universal) para que esto no sea un costo para el paciente, tiene que estar cubierto por el sistema de seguros”, comentó Bente Mikkelsen, directora del departamento de enfermedades no transmisibles de la OMS.

Además de los factores de riesgo genéticos, la hipertensión tiene factores de riesgo por estilo de vida y esos son los que han detonado el aumento de la prevalencia. Algunos de estos factores son el consumo de tabaco, la mala dieta, el sedentarismo, el sobrepeso y la diabetes no controlada.

A raíz del estudio, la OMS estima que hay más de 700 millones de personas con hipertensión y sin tratamiento.

OBESIDAD, UNA DE LAS CAUSAS DESARROLLO DE HIPERTENSIÓN

¿Cuál es el camino hacia la obesidad? La dieta. Latinoamérica, una de las regiones con más aumento en hipertensión, es también la región de mayor consumo de alimentos chatarra. Y la comida chatarra es consumida en mayor medida por sectores de población de ingresos medios a bajos, mismos en los que aumentó la prevalencia en los últimos años. Esto influye directamente en el aumento de peso y el desarrollo de obesidad.

La obesidad es quizás el factor principal de que los casos de hipertensión se duplicaran en los últimos 30 años. La obesidad contribuye a la hipertensión por mecanismos tales como: resistencia insulínica e hiperinsulinemia, aumento de la actividad adrenérgica y de las concentraciones de aldosterona, retención de sodio y agua e incremento del gasto cardíaco, alteración de la función endotelial, a través de moléculas como leptina y adiponectina.

Artículo publicado el 29 de agosto de 2021 en la edición 970 del semanario Ríodoce.