Un caballero en su forma de vestir, ni se diga en el trato. José Ángel Espinoza Ferrusquilla fue, hasta el último momento, el artista, amigo y mazatleco —por adopción— que no cesó en su empeño por promover la cultura.
Nació en Choix el 2 de octubre de 1919, pero a los 16 años radicó en Mazatlán, el puerto que lo inspiró y vio crecer como ser humano y artista.
Su tocayo, José Ángel Pescador Osuna, no oculta la emoción al hablar de Ferrusquilla, a quien lo unía una amistad, viajes y las actividades del Colegio de Sinaloa.
“Nunca dejó de ser el hombre sencillo, humilde y sincero, que ya son en sí valores muy importantes, pero a eso agréguele que era un hombre muy comprometido, que hacía música con mensajes optimistas”, dijo.
Pescador Osuna habló esta semana con el artista sobre una sesión del Colegio de Sinaloa y lo escuchó bien, todavía tres semanas antes le contactó una entrevista telefónica, porque ya no recibía a nadie.
“Como artista se puede ver en los canales de cine mexicano, desde Tunco Maclovio, que a él le encantaba, hasta Hombre de Papel, porque estuvo acompañado de los más grandes artistas de México, igual que de compositores”, dijo.
En la música recordaba a Pepe Jara, José Alfredo Jiménez y Lola Beltrán. “Tenía mucha virtudes, su memoria, el libro Échame a mí la culpa que editó el gobierno de Durango; su relación con Carlos Prieto, el mejor chelista del mundo, y qué bueno que todavía sobreviva su compañero, Jesús Kumate”.
Ferrusquilla no tuvo en Mazatlán una despedida masiva ni un servicio funerario público, pues luego de fallecer la madrugada de este viernes, su hija, Angélica Aragón, decidió hacerlo en privado en un lugar que resguardara la intimidad de la familia, sin acceso para los admiradores ni para la prensa.
Échame a mí la culpa y más…
Amalia Mendoza La Tariácuri fue quien tuvo la primicia de interpretar por primera vez Échame a mí la culpa, según relató en alguna ocasión para la prensa Ferrusquilla. También destacan las canciones El tiempo que te quede libre, La ley del monte, Cariño nuevo, Sufiriendo a solas, A los amigos que tengo, Camino de luz, El Tunco Maclovio, En Sinaloa nací, Y ya y El camisa de juera. Melodías que sonaron una y otra vez en las estaciones de radio este viernes de otoño.
A celebrar la vida
A Raúl Rico, director del Instituto de Cultura, Turismo y Artes de Mazatlán le correspondió dar a conocer oficialmente, alrededor de mediodía del viernes, que el cuerpo del actor, compositor y cantante ya había sido cremado y que era velado en privado.
Optó por mantener bajo reserva si los restos de Ferrusquilla ya habían sido llevados a Choix o permanecían en el puerto, pues la familia había decidido que se manejara con discreción esta información.
“La ceremonia funeraria terminó, ahora sigue celebrar su vida”, declaró.
Condiscípulo del doctor Jesús Kumate, cuando se fue a la ciudad de México empezó como auxiliar en la XEQ, era el chico que hacía los mandados y se ofrecía para todo, pero se involucró y terminó haciendo personajes y luego se convirtió en personaje él mismo. Al tiempo que filmaba cerca de 80 películas, componía canciones.
Raúl Rico relató que los últimos años vivió en Mazatlán, modestamente, en las faldas del cerro de la Nevería, siguió componiendo, cantando, y la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes le hizo un tributo a sus creaciones.
Cuando los años le empezaron a ganar, sobraban manos que le ayudaban para dirigirlo por el camino, porque precisamente uno de sus problemas fue el de la vista.
Uno de los últimos encuentros con Ferrusquilla fue en el que se nombró Doctor Honoris Causa a Antonio López Sáenz, aunque frecuentaba el teatro y las oficinas del Instituto de Cultura.
Enrique Vega Ayala, Cronista de la Ciudad, lamentó la partida del hombre que fue hasta su último aliento, un caballero, franco, sincero y de trato afable.
Dicharachero y cordial, dijo, como personaje mazatleco siempre tiene un significado su presencia, que era reconocido por la gente.
Elegante en su vestir, pulcro y atento con todos, siempre promoviendo al puerto, participó en el Carnaval de Mazatlán y en el Festival Cultural de Sinaloa.
Los homenajes los recibió afortunadamente en vida, ahora se tendrá la oportunidad de revivir un poco de su música y trayectoria con motivo de su desafortunado fallecimiento, dijo.
El gobierno del estado, la Universidad Autónoma de Sinaloa y el Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán preparan ya homenajes de manera independiente, pero todos con el objetivo de reconocer la trayectoria y el aporte cultural de José Ángel Espinoza Aragón, Ferrusquilla.