Como comedia romántica, Tal vez es para siempre (Love, Rosie/Alemania/Reino Unido/2014), dirigida por Christian Ditter, con un guión de Juliette Towhidi -basada en el libro Donde termina el arcoíris, de Cecelia Ahern-, se sale de los convencionalismos de ese tipo de cintas, que por lo general son muy sencillas en su narrativa, obvias y predecibles, y entrega una trama que busca ser más atractiva.
Rosie Dunne (Lily Collins) y Alex Stewart (Sam Claflin), quienes viven en Inglaterra, son vecinos y mejores amigos desde los cinco años. Pasan la mayor parte juntos, juegan, platican de lo que les pasa, de sus sueños y de la persona que les gusta y, aunque siempre se acompañan y se apoyan en buscar lo mejor para cada uno, nadie ve su relación como algo más allá de una sana amistad.
Una vez que crecen, siguen con la dinámica de aconsejarse qué hacer con el chico y la chica que les atrae, pero las cosas cambian cuando los amigos se separan, porque Alex se va a Boston a estudiar la universidad, y a pesar de que Rosie tenía la intención de hacer lo mismo, decide quedarse por una razón que la acompañará toda la vida, y que consiguió con el alumno más guapo de su escuela, el día de su fiesta de graduación.
Rosie y Alex intentarán hacer sus vidas por separado, y aunque hay indicios de que sienten algo más que amistad el uno por el otro, no se atreven a decirlo, pero llegará el momento en el que se verán en la disyuntiva de resolver si siguen como amigos o se atreven a expresar lo que realmente sienten y el tipo de relación que quieren tener.
La cinta de Ditter no es la típica en donde dos personas coinciden inesperadamente y luego de tratarse un tiempo, con todo y sus inconvenientes, terminan en el altar: en esta, a pesar de que intuimos que acabarán juntos, la pareja se conoce desde siempre y llevan una amistad, al menos al principio, honesta, pero una vez que se dan cuenta de lo que sienten el uno por el otro, el director les pone más difícil el camino, y se vale de cambios de residencia, hijos, matrimonios y el miedo de dar el paso y dañar una casi hermandad, para que tarden en unirse.
En ciertas situaciones, lo anterior se vuelve, a la vez, el problema del filme: como la intención es halagar más el momento en que los protagonistas admitan que lo están y decidan vivirlo, aparecen y se esfuman personajes “sacados de la manga”; de ahí una excompañera de escuela, ahora modelo súper famosa, será una de las “piedras en el camino”; un bebé que, aparentemente viene a complicar las cosas, de repente resulta que siempre no, que las hará más fáciles de lo que pudiéramos pensar.
Y si la película nos llevó por un viacrucis de sí, pero no. Siempre sí. Mejor no… bueno, sí, y uno entiende que las cosas del amor son complicadas, pero cuando es sincero vale la pena esperar… Pues no, Tal vez es para siempre se retracta y nos dice, a través de una pareja de adolescentes, que no hay que perder el tiempo.
Con actuaciones nada extraordinarias, pero que cumplen decentemente su trabajo, un ritmo que se percibe lento, aunque nunca cae por completo, la cinta, que puede encontrar en Nexflix, no será perdurable, pero sí disfrutable. Véala… bajo su propia responsabilidad, como siempre.
