Eres mi pasión

Como si el tema del fútbol fuera insuficiente y a propósito del ya iniciado Mundial de Rusia, llega a las salas Eres mi pasión (México/2018), dirigida por Anwar Safa (mucho mejor lograda El Jeremías, 2015), con un guion de Javier Peñalosa, basada en la argentina El fútbol o yo (2017), de Marcos Carnevale.

Es tanto el gusto, fijación y vicio de Pedro (Mauricio Isaac) por el balompié, que todo en su vida gira en torno a ese deporte, al grado de descuidar la relación con esposa Luli (Mariana Treviño) y su hijo, y sus labores en la escuela de manejo de la que es dueño.

Cuando su mujer se da cuenta que se gastó una gran cantidad de dinero para ir al mundial de fútbol, lo corre de la casa, por lo que ahora, Pedro tendrá que demostrar que su familia es más importante que ese juego.

Eres mi pasión pretende ser una comedia romántica, pero no funciona: no es lo bastante cómica y no tiene nada de sentimentalista. Además de lo demasiado predecible, su mayor problema es que se trata de un compendio de situaciones, acciones y frases más aisladas, que parte de una misma historia: los esposos, los amigos de uno y otro, Alcohólicos Anónimos, las supuestas infidelidades, el hijo desatendido, la alumna de la escuela de manejo y la empleada de esa empresa que solo se justifica por el origen de un vicio.

En realidad, ninguna trama se desarrolla lo suficiente: la pasión por el futbol no se vive tal cual; los problemas de pareja se quedan cortos; la posible infidelidad ni se concreta y ni se resuelve adecuadamente; el rol de papás de los protagonistas sale sobrando; y la asistencia a doble A no tiene sentido.

Los momentos mejor logrados están de parte de Silverio Palacios, como el padrino de Pedro en Alcohólicos Anónimos, con ese personaje que se luce en cada sesión de este grupo y las veces que acude a donde está su ahijado para salvarlo de que se emborrache; Norma Angélica, como esa empleada yucateca, metiche, floja, que por dinero se presta hasta para fingir que es chihuahuense; y Patricia Reyes Espíndola en una corta pero sustancial participación como la mamá del personaje de Palacios.

En muy poco tiempo Mariana Treviño conquistó a la pantalla grande. De divertidas, agradables, disfrutables y auténticas participaciones en papeles secundarios en Tercera llamada (2012), No sé si cortarme las venas o dejármelas largas (2013), Amor de mis amores (2014), Elvira, te daría mi vida, pero la estoy usando (2015), La Vida Inmoral de la Pareja Ideal (2016) y Sabrás qué hacer conmigo (2016), pasó a protagonizar la serie Club de Cuervos (2015) y de ahí las cintas Cómo cortar a tu patán (2017) y Eres mi pasión. De que tiene talento no hay dudas, pero su insistencia en interpretar el mismo papel está agotando la fórmula y cansando al público. Ahora vuelve con el mismo personaje de muy “natural” y con aires de norteña y, si bien no está del todo mal, el inconveniente es que no embona con el esposo, el hijo, el aparente amante, la amiga ni con nadie.

Un detalle interesante del filme es esa voz en off (Christian Martinoli) que narra algunos momentos en los que aparece Mauricio Isaac, para ilustrar su vida como si estuviera dentro de la cancha, en un partido, por lo que todo el discurso es en términos futboleros. Vaya a verla… bajo su propia responsabilidad, como siempre.

Artículo publicado el 17 de junio de 2018 en la edición 803 del semanario Ríodoce.

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