Malayerba: Comandante Martínez
Y cuando te lo presente pórtate bien. Míralo a los ojos. Tienes que ser cordial. Respetuoso. Es el jefe, recuérdalo. El de la lana. El
Y cuando te lo presente pórtate bien. Míralo a los ojos. Tienes que ser cordial. Respetuoso. Es el jefe, recuérdalo. El de la lana. El
La noche es cómplice y tiene corazón: puede estar dormido, en la cama de cualquier hogar, o latiendo en las calles, enjundioso y malherido, mortal
Cuando escribió ese artículo no pensó. Vomitó sus letras llenas de coraje e indignación sobre la máquina de escribir. Nada qué ver con la plana,
Se puso de novio con ella porque era una mujer bella: nórdica por el color de su piel y sierreña por su forma de hablar,
Fueron a la piñata porque se sentían comprometidas con su amiga: ella era tranquila, sin aspavientos ni pretensiones, sencilla en su forma de ser y
Sus días son de albañil, cargador o pulidor de carros. Sus noches son en el desierto, con una mochila al hombro, en lugares inhóspitos y
Bajo la palapa, frente al río. Un buen lugar para negociar. Cinco hombres dialogan en una de las esquinas. El lugar es bonito. La gente
En la fila del banco había hombres y mujeres. Todos con papeles en mano, mirando el reloj de pulsera. Unos esperaban mientras tecleaban en un
El joven abogado tenía poco tiempo litigando. Puso un despacho cuyo escritorio rápidamente llenó de expedientes. Joven, bien parecido, de familia honesta. Era hijo único.
Dos jóvenes damas esperaban el camión de transporte urbano. La capa nocturna avanzaba inexorable en la raya final, más allá de los árboles, la estepa,
Copyright 2018 © RIODOCE.MX. Todos los derechos Reservados.
Ismael Bojórquez
Javier Valdez
Fernando Ballesteros
Iván Páez
2021 © RIODOCE
Todos los derechos Reservados.