Inflamación: discurso de los obesos

Inflamación: discurso de los obesos

Así como los alcohólicos dicen ser bohemios, muchos obesos dicen estar inflamados. Una cosa es tener una adicción al alcohol u otros psicotrópicos, y negarlo, a tener obesidad y negarla.

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La negación es la primera etapa de cualquier duelo, los duelos aparecen ante las pérdidas significativas, la peor pérdida es la de la vida, seguida de la pérdida de la salud, la libertad, y así sucesivamente: pérdidas y más pérdidas.

La única manera de superar cualquier duelo es integrar la experiencia, esto no significa olvidar, significa quitarle la fuerza de la emoción negativa que genera sufrimiento.

Las enfermedades implican pérdida de salud, aunque no es lo mismo perder temporalmente la salud por un resfriado que se puede superar en una semana, a perder la salud por la diabetes que se extinguirá con la vida, es decir, su cronicidad acompañará por siempre a la persona.

En el tema de la obesidad, si bien es cierto que se puede revertir, también lo viven las personas con un duelo que se puede atascar en su primera fase: la negación.

Una forma de negarlo es decir que no se es obeso, sino que está inflamado. “No estoy gordo, estoy inflamado”, es la frase que se escucha con frecuencia ante los ojos de cualquier persona que lo único que ve es una persona obesa. Mientras la persona obesa persista en su negación, será difícil ayudarla y ayudarse.

La negación se empalma con el coraje y, en el mejor de los casos, el obeso reniega de su condición, se molesta por la desigualdad de resultados ante la misma ingesta de alimentos, dice comer poco, asegura que todo le engorda, manteniendo una vida de frustración mientras descansa en una conducta de sobrealimentación.

El obeso auto percibe inflamado, hasta que logra caer en un estado depresivo donde podrá permanecer mucho tiempo, a veces toda la vida. Será hasta que integre la experiencia que dejará el discurso de la inflamación para tomar cartas en el asunto y buscar ayuda profesional bajo un esquema de honestidad consigo mismo e iniciar la ruta de la salud.

Ejercicio, régimen alimenticio adecuado, y un estado mental propositivo, es la plataforma de despegue con rumbo a la salud, abandonar la idea perniciosa de estar inflamado como negación de una enfermedad que puede desaparecer con la pastilla de la humildad, la conciencia y la honestidad, es el primer paso para cambiar de atuendo.

Por supuesto que la inflamación celular existe y se mide a través de indicadores o marcadores como la proteína C reactiva y otros indicadores biológicos, sin embargo, la obesidad implica principalmente una distribución corporal abundante en grasa en relación a la proteína.

Generalmente no estás inflamado, estás obeso, y eso es una enfermedad que se puede revertir, pero primero hay que cambiar la forma de pensar o de negar una realidad.

Artículo publicado el 25 de febrero de 2024 en la edición 1100 del semanario Ríodoce.

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