Elección de Estado

Elección de Estado

Según su definición “Elección de Estado” se refiere a la manipulación del proceso electoral por parte del gobierno en turno para favorecer a su candidato o partido.

Y bueno, siendo riguroso y legal, existen diferencias profundas en lo que operaban los gobiernos del PRI y PAN, con lo que hacen los gobiernos de Morena.

Es parte de la picaresca mexicana, la tradicional maña priista y después panista e incluso perredista, la hicieron suyo el viejo modelo priista, pasaron a utilizar una buena parte de la “vieja” tradición política nacional: El reparto de las despensas con mercancías viejas y saldos sin vender de los supermercados, el frijol con gorgojo, los vales, las tarjetas monedero, Birmex, Soriana, Rosas y otras; los acarreos con tortas y frutsis, pagos de 500 o mil pesos por cada voto “certificado”, empleos temporales por semana o mes para repartir volantes, “promover el voto” y un largo etcétera. La pobrería esperaba con ansias las temporadas electorales porque el dinero fluía, se reanimaba la economía popular y algo rozaban.

Pero eso era lo menos, lo más pesado consistía en sumar todas las estructuras del gobierno y, cuando era posible, las electorales; las organizaciones patronales, sindicales, corporativas, las iglesias; los recursos públicos, la operación de los gobiernos locales, los medios de comunicación, etc., todo se alineaba para operar con total descaro a favor de los candidatos oficiales. Era una verdadera elección de estado.

Ahora hay diferencias de fondo con lo que hace el nuevo gobierno; los anteriores solo se acordaban de los pobres y de los marginados en época electoral y el resto del tiempo se les mantenía en la marginación y la misma pobreza proverbial; ahora ni es lo mismo, ni es igual. El gobierno de la 4T, convirtió los apoyos momentáneos, malos y engañosos, en política de estado y apoyos permanentes y constitucionales para garantizar su continuidad.

La población, no es tonta, reconoce los cambios, sabe cómo operan los políticos y candidatos del viejo sistema, son “buenos” únicamente en las campañas; tantos años de manipulación, engaños y mentiras los hartaron; por eso las encuestas tienen esos datos aplastantes a favor del presidente, de Morena y de sus candidatos.

El viejo estado operaba favor de una minoría de la sociedad y sus políticos; el nuevo estado opera a favor de la mayoría de la población y de sus políticos.

De alguna manera ambas son una elección de estado, pero el anterior era un estado de los privilegiados, el de ahora es un estado de bienestar, de las mayorías. La verdad: el primero manipulaba, engañaba, hacia trampa, fraudeaba, etc. el actual se convirtió en un estado que utiliza sus recursos para ayudar a los de abajo. Es todo lo que se necesitaba para ganar su apoyo.

De ahí los aplastantes datos de las encuestas, la certeza acerca de la victoria de los candidatos del partido gobernante y sus aliados; la batalla real será por la mayoría calificada en el Congreso de la Unión. Y ahí también la oposición no las trae todas consigo.

El principal “activo” de la 4T es Andrés Manuel López Obrador, de ahí que la mayoría de los ataques y campañas opositoras se dirijan contra él y su familia, pero no han logrado hacerle mella, su popularidad no ha bajado. Su astucia y capacidad política lo llevó a establecer una comunicación directa con amplios sectores de la población, vía sus mañaneras y giras constantes; pero sobre todo sus programas sociales, las inversiones públicas y las grandes obras que están contribuyendo a transformar al país.

Un 85 por ciento de los hogares del país reciben al menos un apoyo social por parte del gobierno, 30 millones. Correcto no todos ellos votarán por sus candidatos, el voto es secreto, pero por lógica y sentido común un alto porcentaje de los ciudadanos que ahí viven votarán por los candidatos del presidente, no hay engaño ni trampa; es política social que cualesquiera de los nefastos gobiernos del pasado podrían haber llevado a cabo, pero su “naturaleza” se lo impedía, simplemente son “otro” modelo. Y así podríamos seguir con todas las obras y programas sociales y de desarrollo. Por eso este modelo perdurará por varios sexenios más.

Pero, aún hay más: Morena tiene 22 gubernaturas, sus gobernadores y los grupos políticos que los dirigen, mal que bien, se convertirán en operadores del proceso electoral: juntos, gobierno federal, gobiernos estatales y municipales se convertirán en una fuerza invencible. Le invertirán recursos, Morena tiene de sobra, la difusión de los programas y sus beneficios se venden por si solos, todo se pondrá en línea con el proceso electoral y marcharán atrás de sus candidatos, lo harán con toda la fuerza del estado y de sus seguidores, en armonía con la legalidad vigente. Ni el presidente, ni los gobernadores, ni los presidentes municipales entregarán a la oposición lo que tanto trabajo les costó ganar. Así es la política y la lucha por el poder, que nadie se llame a engaño o quiera pecar de ingenuo. La “buena política”, si es que acaso existe, dará para hacer las cosas bien, con sustento legal, sin cochinero, trampas ni manipulaciones, no se ocupan, el estado actual en su más amplia expresión, es un estado popular, de bienestar, tendrá sus frutos el próximo 2 de junio; la oposición PRI, PAN, PAS, PRD, MC harán lo propio, ojalá no desaparezcan, al menos que ocupen algunas pluris, la democracia los ocupa.

Artículo publicado el 25 de febrero de 2024 en la edición 1100 del semanario Ríodoce.

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