“Querido Javier: ellos te mataron”. Así titulamos nuestra portada de la edición 796, publicada el 29 de abril de 2018. En la foto principal está Juan Francisco “N”, el Quillo, cuando un elemento de la policía estatal lo está subiendo a una patrulla. Acababa de ser detenido por la Marina en Mexicali, cuando pretendía cruzar la frontera. Le encontraron armas cortas y largas. En la parte superior, como “orejas”, publicamos fotografías de estudio de Heriberto “N”, el Koala y de Luis Idelfonso Sánchez, el Diablo.

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Somos periodistas, no jueces, pero no tuvimos ninguna duda en titular así nuestra portada cuando se cumplía el primer año del asesinado de Javier Valdez. Habíamos hecho nuestras propias pesquisas y por ello no teníamos ninguna duda de que la teoría del crimen de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle) era correcta. Casi dos años después sentenciaron al Koala y en junio de 2021 el Quillo recibió una condena de 34 años de cárcel. El Diablo, como hemos dicho, murió asesinado en Sonora el mismo año en que disparó contra Javier.

No es una etapa que se haya cerrado. La defensa del Quillo apeló la sentencia para que fuera disminuida y la Feadle para que se le diera la máxima, que son 50 años de cárcel. La otra etapa, que tiene que ver con el asesino intelectual, se entrampó en los Estados Unidos, país al que Dámaso López Serrano se entregó para salvar su vida, pues estaba siendo buscado por Los Chapitos con la consigna de eliminarlo.

El gobierno mexicano solicitó su extradición, pero esta fue negada por sus propias consideraciones. Allá se declaró culpable por conspiración de drogas y se acogió al programa de testigos protegidos. Por eso los gringos negaron la petición mexicana con solo un “no es necesario”. Lo ocupan como “sapo” en otros casos. Lo usarán cuantas veces sea necesario. Por ello, aunque el gobierno mexicano volvió a solicitar su extradición una vez que le fue negada, será muy complicado que prospere. Se ocuparían acciones diplomáticas de muy alto nivel para ello y no parece que al canciller Marcelo Ebrard le interese mucho el asunto, tan ocupado como está en la sucesión presidencial.

Bajo la expectativa gringa de atrapar a Los Chapitos, la posibilidad de lograr la extradición de Dámaso hijo, se reduce a casi cero. Son de la misma generación e hicieron muchos negocios y cometieron muchos crímenes juntos. Eran la misma banda, así que su testimonio sería vital para que los fiscales puedan sostener sus acusaciones con éxito. Y como el gobierno norteamericano ha enredado al mexicano en la persecución de los hijos del Chapo, algo que, evidentemente no quería hacer, ya no hay interés ni allá ni aquí. Esa es la realidad. Cubrirán las formas, como lo han estado haciendo, pero sin que se logre el objetivo para la última etapa en la búsqueda de justicia: enjuiciar al autor intelectual y lograr una sentencia condenatoria ejemplar. Por lo menos no por ahora.

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Eso no significa que bajaremos los brazos. Tenemos un compromiso con la memoria de Javier, con su familia, sus amigos, con el periodismo, con nosotros mismos, con Ríodoce. Y con las miles de voces que se levantaron ante la atrocidad de su crimen, en México y en muchas partes del mundo, exigiendo justicia. Si se lograron avances se debe a esta exigencia. Los gobiernos actúan bajo presión, todos, del color que sean. Por eso no dejamos de marchar, de plantarnos aquí y allá, de buscar pistas, luces en las sombras a pesar de los riesgos, acompañados siempre, rodeados de esa solidaridad que no te permite sentarte a esperar a que las cosas sucedan o lleguen solas.

Esta etapa que queda será la más larga, no tenemos duda, pero aquí seguiremos.

Bola y cadena
EN LA LUCHA POR LA JUSTICIA respecto al crimen de Javier Valdez, va también la lucha por la justicia para todos los compañeros periodistas asesinados antes y después de aquel fatídico 15 de mayo. Las cosas no cambiaron para quienes ejercemos el periodismo sobre todo en los estados. Los contextos de violencia se hicieron más peligrosos y los gobiernos han sido incapaces de garantizar la libre y segura expresión. Ni mecanismos ni institutos ni comisiones han podido evitar que compañeros sigan cayendo impunemente allá y acá. La clase política está más preocupada por el poder que por atender las necesidades más elementales de los ciudadanos, la seguridad una de ellas.

Sentido contrario
POR EL CONTRARIO, EL GOBIERNO ha optado por criminalizar la actividad periodística y de los defensores de los derechos humanos, cuando interviene ilegalmente sus comunicaciones. No tolera la crítica y por ello promueve peligrosamente el linchamiento de medios y periodistas. Lástima de oportunidades perdidas.

Humo negro
IGUAL QUE EL LINCHAMIENTO que está promoviendo en contra de la SCJN por haber rechazado la primera parte de la reforma electoral, conocida como Plan B. Igual que lo hizo el partido Morena con los diputados que se opusieron a la reforma eléctrica, acusándolos de “traidores a la patria”. En nuestras páginas hemos dado cuenta de las trapacerías del PRIAN. Registro tenemos en Ríodoce del paso execrable de gobiernos priistas y panistas en los últimos veinte años, los que tenemos de vida en el semanario. Vimos con mucha esperanza un cambio. Pero un cambio hacia adelante, no una regresión.

Artículo publicado el 14 de mayo de 2023 en la edición 1059 del semanario Ríodoce.