Las conocidas como ‘leches de soya’ o, mejor dicho, bebidas a base de soya, ya que por normativa no se pueden comercializar como leches, tratan de cubrir ciertos huecos alimentarios que se dan, principalmente, por alergias alimentarias a lácteos, y secundariamente, por el simple disgusto al sabor de la leche.

En muchos de los casos, son bebidas de continuación para niños intolerantes a la lactosa, que tomaron fórmulas infantiles a base de soya o arroz.

Su uso principal es como ‘vehículo’ de nutrientes para quienes no los ingieren a través de la leche animal, pero poco hay de eso. Su aporte de nutrientes es comparable con el de una taza pequeña de zucaritas.

También se anuncian como libres de lactosa, pero cualquier marca de agua embotellada podría ondear esa bandera: no hay lactosa en donde no hay o hubo leche, es absurda la ‘cualidad’ que exponen.

Para cambiar el paradigma de que la soya sustituye a la leche, es necesario que demos vuelta al envase con ojos de halcón y veamos realmente su contenido, ¿valen la pena las bebidas de soya? Usted juzgue.

Envase

El envase de esta bebida de soya es un clásico Tetrabrik de 200 mililitros con popote incluido, un diseño muy utilizado en bebidas infantiles.

El envase tiene dos caras similares, en la cara de exhibición vemos, justo arriba, como tatuados en la frente del envase, dos sellos de la Secretaría de Salud: exceso de calorías y exceso de azúcares, además, la leyenda “contiene edulcorantes artificiales, no recomendable en niños”.

En el centro del diseño podemos ver un pecoso mango en el que se superpone el nombre del producto, unos gajos de mango un poco más abajo y a la izquierda, y la leyenda “receta original” muy cerca de un solitario grano de soya.

En la parte inferior podemos ver que el producto tiene solo un 0.4 por ciento de mango. A estas alturas, aun sin darle vuelta al envase, podemos ver que esta bebida no es lo que aparenta.

Ingredientes

La bebida Ades Soya con Mango está elaborada con 16 ingredientes más cinco vitaminas y minerales adicionados.

Naturalmente, es una bebida elaborada a partir de agua, que se complementa con una base estandarizada de soya que corresponde al 14 por ciento de la mezcla y con un gran grupo de azúcares añadidos: fructosa; glucosa; concentrado de jugo de manzana y concentrado de jugo de mango, es decir, más fructosa; y sacarosa, mejor conocida como azúcar de mesa. El resto de la lista se diluye entre emulsificantes, aglutinantes, saborizantes, conservadores y colorante anaranjado 5.

Por el orden en el listado, este producto tiene más jugo de manzana que de mango, aunque se anuncie como una bebida sabor mango.

Además, el listado exhibe una gran complejidad de ingredientes en una mezcla tan aparentemente básica. Las bebidas de soya son eso: sustitutos ultraprocesados de leche de origen animal. Una tosca mezcla de un poco de soya, muchos aditivos y más fama que gloria.

La soya y sus anti nutrientes

La soya es un pilar de alimentación en oriente, donde se consume de distintas formas, principalmente como fermentos, proceso por el cual sus anti nutrientes se ven desactivados. En cambio, en occidente la soya está presente en distintas formas, ya sea como sustituto de carne, como proteína deportiva vegetal, como salsa, como bebida, como sucedáneo hipoalergénico leche materna, como suplemento o aditivo alimentario.

Esta gran presencia de soya y sus derivados, muchas veces en formas difíciles de interpretar, hacen que su consumo sea frecuente aun cuando no lo notemos.

Una de las principales implicaciones de las dietas con alto consumo de soya es la presencia de ácido fítico. Este ácido ‘secuestra’ minerales esenciales como el calcio, magnesio, hierro y zinc. Estos minerales al unirse al ácido fítico, se vuelven insolubles y no pueden ser absorbidos en el intestino. Esto promueve el desarrollo de deficiencias de minerales en consumidores habituales de soya.

Otro problema relacionado con el consumo de soya y derivados es la presencia de inhibidores de proteasas. Una con alta presencia de estos inhibidores promueve una mala digestión, trastornos gástricos, agotamiento pancreático, hipersecreción pancreática de enzimas inactivas (debido al mecanismo pancreático para compensar la actividad de las proteasas), déficit de vitamina B12 (anemia), disminución de aminoácidos azufrados o reducción de la absorción de grasas.

En resumen, una bebida a base de soya que contiene más manzana, pero sabe a mango, y que lejos de aportar nutrientes podría estar provocando algunas deficiencias en la absorción de los mismos.

Artículo publicado el 16 de abril de 2023 en la edición 1055 del semanario Ríodoce.