Cómo pasa el tiempo y no se detiene. Hace 20 años llegaron a mi casa Javier Valdez e Ismael Bojórquez a contarme sus penas y a convencerme de un nuevo proyecto. Habían sido despedidos del periódico Noroeste.

Un periódico o una revista hemos pensado en fundar, me dijo Ismael. Dejé que hablara, que me contará todo lo que traía en la cabeza. Al final le dije: están locos tanto Javier como tú. Sinaloa no da para un nuevo periódico, les dije.

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Por separados, les comenté que Sinaloa no daba para un nuevo periódico, menos para una revista. Les propuse a ambos que lo más sensato era que intentaran regresar al periódico Noroeste, que hablaran con sus directivos y que, sobre nuevas bases, reiniciaran su trabajo.

Ambos me dijeron que ya no era posible, y que se la iban a jugar en un nuevo proyecto periodístico.

Luego les pregunté que cuanto dinero tenían, y me dijeron que no tenían nada de dinero. Ni un
peso para el nuevo proyecto. Empecé a reírme. Me platicaron que seguirían el camino del periódico La Jornada, vendiendo acciones entre amigos. Al final les dije que le entraba, que estaba completamente
seguro que nos íbamos a entretener y algo iba a salir.

Así nació el proyecto Ríodoce hace 20 años. Un sueño, una ilusión, las ganas de hacer un verdadero periodismo en Sinaloa. Un periódico que hablara lo que otros callan, que dijera la verdad sin tapujos.

En estos 20 años nada ha sido fácil, lo que siempre ha habido es mucho empuje, y poco a poco Ríodoce se fue abriendo camino.

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En el 2011, la Universidad de Columbia, que otorga el premio de periodismo María Moors Cabot, se lo concedió al periódico Ríodoce. Premio que muy contados periódicos y periodistas lo tienen en México.

Después vino el asesinato de Javier el 15 de mayo de 2017, algo que no tiene madre. Fue un golpe demoledor, perdimos a un ser humano muy solidario, a un periodista y a un amigo.

Después de 20 años, se impone un alto en el camino, una reflexión colectiva que nos lleve a una dimensión superior en el periodismo. Se ocupa dar un nuevo salto, convertir a Ríodoce en un periódico con más influencia en la sociedad. Sinaloa lo necesita. No debemos descartar e incursionar en la radio y hacer uso de otros canales de comunicación. El Ríodoce impreso es necesario, pero no es suficiente. En Sinaloa deben de escucharse muchas voces.

Artículo publicado el 05 de febrero de 2023 en la edición 1045 del semanario Ríodoce.