La lucha antilavado del gobierno federal queda a la deriva con la renuncia de Santiago Nieto
Santiago Nieto Castillo, el zar contra el lavado de dinero en México y uno de los máximos exponentes en la lucha contra la corrupción durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, renunció a su cargo la semana pasada luego de verse envuelto en un escándalo que cimbró las altas esferas de gobierno y de la política mexicana, por algo que pudiera verse como normal: su boda.
Un menú que no podría pagar la clase media mexicana: champagne Moet Chandon, –cuya botella económica no baja de mil 200 pesos–, un hotel donde las habitaciones oscilan entre los 15 y 16 mil pesos la noche, vuelos privados, regalos en efectivo por miles de dólares, mostraron una clara incongruencia entre la llamada Cuarta Transformación, y la austeridad que presume la administración federal.
“Sin duda que es un escándalo, porque la acción sugiere un mundo de opulencia entre los funcionarios públicos que, para empezar, no deberían tener ese tipo de lujos. Y esto nos hacer pensar que, como son funcionarios, están sucios”, opinó Ioan Grillo, analista de seguridad.
Nieto Castillo dimitió el lunes de la semana pasada, tras darse a conocer la opulencia presentada en su boda en el hotel Casa Santo Domingo, en Antigua, Guatemala, en donde convivieron, entre el champagne y el macarroni de chilacayote, una larga lista de funcionarios y políticos de todos los partidos, incluyendo la presencia del exgobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, recientemente postulado por el presidente, Andrés Manuel López Obrador, como embajador de México en España.
El propio presidente reconoció que fue invitado a la boda, pero dijo no tener tiempo para eventos sociales, según atajó en una de sus conferencias mañaneras.
“Honestamente, es decepcionante que esto ocurra en la administración de López Obrador, quien ha presumido tener un gabinete de austeridad y de alzar la voz a los cuatro vientos que sus colaboradores son también austeros; pero por otro lado es bueno que Santiago Nieto haya dimitido en lo inmediato, porque al menos en administraciones anteriores, podían ocurrir mil escándalos, y el funcionario involucrado nunca renunciaba”, observó Grillo.
Según trascendió en medios internacionales, la boda del ahora ex funcionario federal, se celebró fuera del país “por motivos de seguridad”, pero cuando se conocieron el menú, la dimensión de los salones y algunos de los nombres de los 300 invitados, y que se habían contratado aviones privados para que la clase política asistiera a la boda, la bomba explotó.
Quizá el escándalo pudo haberse evitado, según publicó el diario El País, pues la gente de Santiago Nieto tomó todas las precauciones posibles, incluso hizo firmar a cada invitado un documento de confidencialidad para que no se filtraran imágenes del evento. Hasta que la policía guatemalteca retuvo un avión privado en donde viajaban la secretaria de Turismo de Ciudad de México, Paola Félix Díaz, su pareja, un proveedor de su área, y el dueño de El Universal, Juan Francisco Ealy Ortiz. Entonces el evento ya no fue secreto y empezó a publicarse.
En el avión llevaban un sobre con 35 mil dólares cuyo origen nadie pudo explicar, y según trascendió, el dinero era parte del regalo de boda para el ex titular de la UIF.
“Es un asunto escandaloso, aun cuando se trata de un evento privado, los asuntos públicos en México son cada vez más públicos y se saben más que los asuntos privados”, opinó López Obrador tras enterarse de la boda de Nieto Castillo.
El lugar del ex funcionario fue ocupado de inmediato por Pablo Gómez, de 75 años y un viejo conocido de López Obrador, pues ha sido un activo militante de las causas de izquierda desde el movimiento estudiantil de 1968.
La renuncia de Santiago Nieto sin embargo, deja carpetas de investigaciones inconclusas en contra de funcionarios de las administraciones de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, pues el ex zar era uno de los funcionarios que encabezaban la cacería contra funcionarios de otras administraciones, como la carpeta contra el ex Secretario de Seguridad, Genaro García Luna y todo el grupo de colaboradores que tenía, además de estar a la caza de su familia, pues muchas de las empresas que fundó, estaban a nombre de su esposa e hijos.
“Hay mucho trabajo por hacer, pero sin duda es notorio que desde la administración de Felipe Calderón ha habido avances, aunque también es claro que los cárteles de la droga seguirán encontrando formas para lavar dinero, mediante adquisición de propiedades, bienes, negocios, casas de cambio, restaurantes”, consideró Grillo, autor de libros como Sangre, Armas y Dinero.
Mientras tanto, la carrera política de Santiago Nieto parece haber terminado, luego que el ex titular de la UIF no asistiera al Parlamento Juvenil del viernes pasado, en el Senado de la República, a pesar de que estaba confirmada su participación.
“Santiago Nieto decidió asumir una actitud franciscana y yo espero que le vaya bien. Le deseamos suerte a él y a su esposa, ya habrá oportunidad de que pueda él reinstalarse en su vida cotidiana”, destacó el senador morenista, Ricardo Monreal.
Artículo publicado el 14 de noviembre de 2021 en la edición 981 del semanario Ríodoce.