Rosario Robles Berlanga, ex secretaria de Desarrollo Social (Sedesol), acusó en una carta escrita a mano y publicada en su cuenta oficial de Twitter que está detenida por “el odio, la venganza y el miedo”, por ser “mujer” y por su nombre.

“Estoy privada de mi libertad por ser mujer y me llamo Rosario Robles. La prueba contundente es que soy la única en la cárcel. La lógica es muy sencilla: no puedo dominarte te aniquilo. Me estorbas para mi proyecto, te entierro. Estas son las razones por las cuales -en mi caso-, se ha permitido la institucionalización de la venganza”, escribió.

“Durante este tiempo, hay quienes cómodamente se han hecho a un lado para que todos los dardos se dirigieran hacia mí. Han callado. Lo hacen además a sabiendas de que no me prestaría a ninguna farsa que los involucre ilegalmente. No se han detenido a pensar ni un momento en pensar en el daño y dolor que le han causado a mi hija y a mi familia. Son cobardes”.

La misiva hecha pública ayer miércoles, a dos días de que cumpla dos años en prisión acusada de ejercicio indebido del servicio público y relacionada con la llamada Estafa Maestra, la ex funcionaria negó que no haya querido cooperar en las investigaciones, como lo aseguró la Fiscalía General de la República.

“Se dice que no quiero cooperar con la autoridad. Eso es falso. Fui yo la que me presenté desde la primera audiencia para esclarecer los hechos, lo que no estoy dispuesta a mentir como lo han hecho otros para alimentar una narrativa política que nada tiene que ver con la verdad y la justicia.

Cuestionó también que si en la investigación de la llamada Estafa Maestra se habla de desvío de recursos a través de 10 dependencias públicas y siete universidades, porqué es la única que está presa y reprocha que su persecución se dio tras una denuncias de Mexicanos en Contra de la Corrupción e Impunidad, la cual “desde el poder ha sido descalificada”.

“Se me castiga por actos que supuestamente cometieron otros, pero en ningún caso han podido demostrarle a esos terceros alguna responsabilidad. ¿No tendrían que haber acreditado primero esos hechos antes de acusarme de omisión?”, cuestiona.

Por último, en su carta subraya que durante los dos años, los cuales cumple el 13 de agosto, que ha pasado en prisión, ha aprendido que la cárcel está llena de historia de dolor.

“Me ha tocado incluso la muerte de una chica que estaba aquí por nada, porque la prisión preventiva es la regla y no la excepción. He conocido historias desgarradoras de mujeres que fueron torturadas y violadas en su detención […] En síntesis, México está en deuda con la justicia”, menciona.