Sin un proyecto estratégico que considere los principales retos y obstáculos económicos a los que se enfrenta Sinaloa, los ocho candidatos a gobernador del Estado se presentan ante los ciudadanos con propuestas demagogas, vacías y sin rumbo, consideró el especialista en ciencias económicas, Rosario Alonso Bajo.
El doctor en ciencias, integrante del Sistema Nacional de Investigadores, analizó las propuestas de los ocho candidatos al gobierno de Sinaloa, así como sus discursos, en el primer encuentro de candidatos organizado por el Instituto Electoral del Estado. Desde su experiencia, Alonso Bajo enlistó una serie de ideas que a su parecer, los candidatos debieran estar analizando y proponiendo soluciones al respecto.
Y es que el panorama actual en materia económica no es halagador para Sinaloa: en la administración de Mario López Valdez la deuda pública pasó de 2 mil 400 millones de pesos en 2010 a 7 mil 516 millones de pesos en 2015, mientras que el Estado descendió cuatro lugares en los índices nacionales de competitividad.
Ante este escenario, los aspirantes a gobernar parecieran ofrecer más “buenas voluntades” que propuestas específicas y alcanzables.
“Ningún candidato ha realizado propuestas concretas de cómo abordaría los grandes problemas económicos de Sinaloa, hay generalidades, hay propuestas que más bien se parecen a buenas voluntades, pero para que una propuesta sea creíble nosotros necesitamos ver por qué, cómo, para qué, con qué, qué estrategias”, enfatizó el catedrático de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Hasta el momento, ningún candidato ha hablado a los ciudadanos sobre una política fiscal que regule el endeudamiento de los municipios y el del propio Estado, uno de los problemas más graves de Sinaloa. Y es que en el sexenio de López Valdez la deuda pública se triplicó sin que aparentemente se observen grandes inversiones, mientras que en municipios como Guasave, Elota, Angostura, el recurso no alcanza ni para pagar salarios, señaló el especialista.
“Triplicaste la deuda pública y ¿en qué impactó el endeudamiento?, ¿cómo benefició al sector productivo? ¿te endeudaste y para qué? Si ellos no tienen estos planes van a estar hablando lo que les dé la gana, incoherencias muchas veces y cuando son gobierno, su accionar es totalmente diferente porque no hay una estrategia. Malova dijo que iba a desaparecer la tenencia pero nunca supo que no era fácil. Son cosas que no piensan”, criticó Alonso Bajo.
La generación de empleos y empleos para jóvenes egresados son de las grandes promesas que ofrecen los candidatos, sin embargo, Alonso Bajo detalló el círculo vicioso en el que está sumergido el Estado y que propicia que aunque se generen empleos en Sinaloa el promedio del salario per cápita en la entidad esté por debajo de la media nacional.
“Todos dicen que Sinaloa es muy rico pero la riqueza se demuestra en el poder adquisitivo de su gente, el empleo que se genera aquí es de los más mal pagados, tenemos un promedio de salario per cápita de 8 mil 500 dólares mientras que en Nuevo León, por ejemplo, es de 20 mil dólares al año. Estamos en un estado con salarios del sector primario y sector terciario que es el de los comercios, no tenemos un sector industrial con peso fuerte”, enfatizó.
Pero ¿cómo lograr un Sinaloa industrializado?, otra de las propuestas de los candidatos. El especialista señaló que en los últimos sexenios esta ha sido una de las principales promesas no logradas y es que para lograr la atracción de inversiones, Sinaloa tiene que disminuir sus índices delictivos.
“Industrializar un estado no es fácil, para Sinaloa es difícil por dos motivos, el alto costo de la energía eléctrica por sus altas temperaturas, el factor riesgo de la entidad a causa de la violencia, cuando tienes un estado con problemas de violencia los inversionistas buscan que la rentabilidad sea el doble de la de un estado pacifico, porque el riesgo de que suceda algo es elevado, ese tipo de factores lleva a que los empresarios decidan no invertir”, indicó Alonso Bajo.
En contra de la industrialización, el regateo al presupuesto en ciencia y tecnología también juega un papel esencial y es que a pesar de sus promesas de campaña y de gobierno, el gobernador actual, Mario López Valdez no ha cumplido el compromiso de destinar el 1 por ciento del presupuesto para la ciencia y tecnología y actualmente el presupuesto para este sector en Sinaloa apenas alcanza el 0.02 por ciento del Producto Interno Bruto.
El doctor en ciencias sociales y especialista en ciencias económicas consideró que el recurso público que reciben anualmente los partidos políticos debiera ser invertido en el desarrollo de plataformas de gobierno a largo plazo que apoyen las candidaturas de los aspirantes y así estos no lleguen en blanco y con ideas vagas a los procesos electorales.
A cinco semanas de que concluya el proceso electoral y Sinaloa elija a su próximo gobernador, el investigador consideró que los candidatos aún están a tiempo de presentar plataformas de gobierno serias y definidas puntualmente, que se acerquen más a un plan de desarrollo para el estado que aspiran a gobernar.
