Habría recibido el excoronel Miguel España Rodríguez dos amenazas antes del atentado contra su vida en el restaurante Los Arcos

Según versiones, el atentado criminal contra el jefe policiaco Miguel España Rodríguez, fue un ataque anunciado, pues previamente habría recibido sendas advertencias de que le “bajara de güevos o se lo va a cargar la verga”.

Luego de perpetrado el ataque contra el exmilitar, en los círculos policiacos corrieron diversas versiones sobre los supuestos móviles del comando para intentar asesinarlo, mientras estaba a punto de desayunar en el restaurante Los Arcos.

De acuerdo a la fuente extraoficial, el atentado estaría motivado porque la gente que controla la plaza no está conforme en que el director de la policía municipal del municipio de El Rosario, sea una persona de extracción militar.

“Es que la gente que controla la plaza no quiere que ningún ‘mitotero’ esté informando sobre lo que ocurre en El Rosario a los militares”, dijo.

También se dijo que, además de su formación militar, España Rodríguez tiene el antecedente de haber sido director de la Policía Municipal de Guasave, y que la gente que controla el sur de Sinaloa lo relacionaba con el Chapo Isidro.

Cero amenazas

España Rodríguez llegó el 17 de septiembre al Rosario como nuevo jefe policiaco en sustitución de Miguel Ángel del Villar, y una semana después alguien de la misma tropa informó a este semanario que el ex coronel había sido amenazado.

“No, no, no hay nada de eso”,  dijo a Ríodoce Miguel España Rodríguez, cuando el pasado 15 de octubre, Ríodoce le preguntó si recién llegado a El Rosario había recibido amenazas de alguna gente.

El jefe policíaco fue entrevistado en sus oficinas de la corporación policiaca, con motivo de la emboscada perpetrada en el entronque de la comunidad de Loma Blanca, a las 10:00 horas, por un grupo armado contra los ocupantes de una camioneta Dodge RAM 4×4, en el kilómetro 5 de la carretera Rosario-Cacalotán.

Las víctimas mortales del ataque fueron Ernesto Reyes Díaz y Samuel Labrado Medrano, de 32 y 35 años de edad, respectivamente, mientras que su acompañante Sergio Mancinas Arellano, de 43 años, había resultado herido.

En dicha entrevista, España Rodríguez sostuvo que la emboscada era producto de una pugna de dos grupos delictivos que ocupan la región de El Rosario.

“Bájele de güevos…”

El miércoles 28 de octubre, trece días después, aproximadamente a las 9:40 horas, cuando se disponía a degustar un desayuno ligero acompañado de un plato de plátano combinado con papaya, en el restaurante Los Arcos, propiedad de Arturo Flores, padre del alcalde Arturo Flores Guzmán, sufrió un atentado criminal.

“El director de la policía no alcanzó ni a sentarse a desayunar cuando empezó la balacera y nosotros corrimos a la cocina a resguardarnos”, dijo un empleado del restaurante.

Efectivamente, ahí quedó el plato intacto de frutas como muestra del desayuno frugal que esperaba al comensal, quien en esos momentos repelía el ataque de los visitantes inesperados que disparaban sus AK-47 y R-15.

“Lo mandaron a que lo mataran”, fue el comentario dentro de los mismos círculos gubernamentales, cuando el 17 de septiembre de 2015, el exteniente coronel Miguel España Rodríguez fue designado director de Seguridad Pública y Tránsito Municipal del municipio de El Rosario.

España Rodríguez, de formación militar, venía de comandar la dirección de  Seguridad Pública del municipio de Guasave, zona se presume está controlada por  un grupo armado distinto al que controla la plaza en El Rosario.

“Viene de Guasave, plaza controlada por el Chapo Isidro, y la gente lo relacionaba”, asegura la fuente extraoficial.

En ese contexto, en cuanto llegó a Rosario, apenas tomó las riendas de la corporación policíaca, disciplina militar de por medio, España Rodríguez habría recibido la primera advertencia: “bájele de güevos o se lo va a cargar la verga”.

El atentado

El atentado perpetrado por un grupo armado —que aparentemente viajaba en una camioneta color azul y una motocicleta—, contra el director de la Policía Municipal de El Rosario, excoronel de infantería, Miguel España Rodríguez, dejó muerto a su escolta Manuel Sarabia Betanconurt, y heridos al agente Juan Guerrero y al exmilitar.

Las ráfagas de las armas de alto poder utilizadas en la balacera, dañaron los pilares del inmueble que alberga el Hotel e hicieron trizas los cristales del Restaurante Los Arcos, ubicado en avenida Luis Donaldo Colosio y calle Pablo de Villavicencio.

Las dos empleadas de la Farmacia Moderna, situada frente al restaurante donde estaba el jefe policiaco, sufrieron un ataque de histeria durante la balacera, pues dos balazos perforaron los cristales del negocio de medicina patente.

Cuando las encargadas de la farmacia lograron salir, todavía con los nervios alterados vieron el cadáver del escolta policiaco tirado en un enorme charco de sangre, e irónicamente con un arsenal de medicinas tras los cristales.

Una motocicleta, color rojo y negro, en la que aparentemente uno de los sicarios había llegado a la zona del atentado, se encontraba tirada sin el motociclista.

En el escenario del atentado, las autoridades investigadoras encontraron al menos cien casquillos, sin contar los que quedaron mezclados en la sangre de las víctimas.

No dio la cara

Fiel a su estilo de gobernar, el presidente municipal Arturo Flores Guzmán, quien se ha caracterizado por no dar la cara a los medios de comunicación cuando zumban las balas en la cabecera municipal o sindicaturas aledañas, esta vez no fue la excepción, pues se mantuvo amurallado en sus oficinas municipales.

Los impactos de los disparos paralizaron casi durante cinco horas las funciones administrativas del palacio municipal donde despacha Arturo Flores, pues cerraron sus puertas ante la eventualidad de un atentado.

“Desgraciadamente los sicarios tienen el control, desde que empezó la balacera nos ‘acuartelamos’ y no dejaron entrar ni salir a nadie”, dijo un trabajador del Gobierno Municipal.

Eran aproximadamente las 14:30 horas, cuando la presidencia municipal abrió sus puertas, en el momento en que las patrullas de la Policía Ministerial del Estado, se apostaron en la explanada municipal.

“Mira qué bueno ya abrieron otra vez la presidencia municipal”, dijo con alegría una contribuyente que le urgía hacer una gestión administrativa.

“Ahorita hasta las puertas del Ayuntamiento cerraron, porque tienen miedo, pero antes las camionetas con hombres armados se paseaban por la ciudad y los policías los saludaban”, comentó un comerciante del primer cuadro de la ciudad.

Desde el 26 de agosto, cuando fue perpetrada la masacre en la sindicatura de Agua Verde, que dejó seis muertos y culminó con cuatro más, en Loma Blanca, con un enfrentamiento entre dos grupos armados que se disputan la plaza, los rosarenses no descartaban que los enfrentamientos se dieran en la cabecera municipal.

La mañana del miércoles 28 de octubre llegó el temido enfrentamiento, en forma de un atentado anunciado contra el director de Seguridad Publica Municipal, en el restaurante Los Arcos, en cuyo frontispicio presume una manta: “¡ya abrimos!”

“No hay nada de eso”

-15 de octubre. Ríodoce pregunta al excoronel Miguel España Rodríguez, si era cierto que había gente que lo había amenazado, recién llegado al Rosario, a lo que respondió “no, no, no hay nada de eso”.

-28 de octubre. Un grupo de sicarios que llegaron al restaurante Los Arcos donde se disponía a desayunar intentó asesinarlo. Un escolta del jefe policiaco resultó muerto, y otro policía municipal al igual que España Rodríguez fueron heridos.