¿Quirino es una marca vendible para los priistas?

JOSÉ ANTONIO MEADE. El afán de levantar.

Ya en las elecciones federales de 2015 vimos cómo los candidatos del PRI a las diputaciones federales evitaban en lo posible que se les relacionara con el presidente Enrique Peña Nieto. A la baja sus bonos desde septiembre de 2014, con la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, Peña era un lastre, más que un apoyo para los candidatos. Ahora pasa lo mismo, o tal vez algo peor: los candidatos no tienen en la figura presidencial un respaldo y el propio candidato a la presidencia, José Antonio Meade, es invendible. Por ello ha corrido entre los aspirantes la convicción de que lo único presentable en estos comicios para ellos es el gobernador Quirino Ordaz Coppel

Y entonces están coreando la frase —ahora marca registrada— “Puro Sinaloa” por donde pasan. Lo hizo Meade Kuribreña cuando estuvo en Culiacán; en un evento con militantes y simpatizantes priistas, el candidato del PRI pidió gritar fuerte, una y otra vez, “¡Puro Sinaloa!”, a lo que la concurrencia respondió a gritos y poniéndose de pie.

Más allá de si usar la frase constituye un delito electoral o no, pues la marca es un patrimonio del Gobierno del Estado, la intención es evidente: capitalizar las simpatías por Quirino Ordaz y su administración en favor de su campaña. Lo mismo que harán los candidatos a diputados y alcaldes, sobre todo porque no hay perfiles de peso que puedan venderse por sí mismos.

Ya se sabrá si el gobernador y su administración aportan o quitan votos. O si el peso que puede tener en favor de los candidatos priistas es más grande que el que actuaría en contra debido a un candidato presidencial que no logra enganchar con el electorado y un priismo en ruinas. Harán lo posible por revertir el desprestigio de un partido que parece haber tocado fondo en el descrédito y políticamente irredituable, que acumula negativos todos los días por causa de su incapacidad para gobernar, pero sobre todo por la gran corrupción que envuelve sus gestiones.

Ahí está el premio Ortega y Gaset —uno de los más prestigiados en el mundo de habla hispana—, para el portal de noticias Animal Político, que el año pasado hizo pública una red de corrupción con recursos federales de once dependencias y triangulados a través de universidades públicas, en un reportaje titulado “La estafa maestra”. De 7 mil 670 millones de pesos, no se supo dónde quedaron 3 mil 433 millones. Y esto ha salpicado al candidato del PRI… como otros casos de corrupción mientras fungía como Secretario de Hacienda, algunos de ellos ya en procesos judiciales.

La loza que el priismo carga en sus espaldas es demasiado pesada para cruzar con éxito un proceso electoral donde el tema principal, junto con el de la seguridad, es precisamente ese, la corrupción. Por eso es poco probable que Meade Kuribreña levante en su campaña y de poco le servirá un Sinaloa con un priismo desarticulado y frío, sin liderazgos sólidos y sin candidatos fuertes.

Es verdad que Quirino Ordaz no ha sido hasta ahora cuestionado en el tema de la corrupción pero sí en el de la seguridad. Su estrategia de venderle el alma a los militares no le ha dado resultados, la violencia sigue creciendo y la percepción de la gente es que vamos, en este tema, por un gobierno más de fracasos, donde nadie está seguro ni en su casa.

Así es que los priistas tendrán que ser más creativos a la hora de elaborar un discurso de campaña, de elaborar sus estrategias de penetración y convencimiento con los electores, de ver de qué clavo ardiendo se agarran: Quirino y su “Puro Sinaloa” pueden ser una buena referencia, pero también una carga si los contrincantes saben sacarle provecho a sus negativos.

Bola y cadena
¿A DÓNDE VOLTEAR CUANDO LA MISMA policía se convierte en uno de los enemigos públicos más atemorizantes? La investigación del caso de la niña Dayana, secuestrada y asesinada en Navolato —donde vivía— llevó a un agente de la policía municipal como presunto responsable. Si el asunto era indignante por la tardía reacción de las autoridades, que derivó en su asesinato, ahora también debe avergonzarnos. ¿A quién pedir ayuda cuando la gente está en peligro?

Sentido contrario
ESTA ES LA SEGUNDA VEZ QUE Fernando Pucheta y Alejandro Higuera se enfrentarán buscando votos, ahora por la presidencia municipal de Mazatlán. El priista es alcalde con licencia y el “Diablo” Higuera ha sido presidente municipal tres veces. En 2013 se enfrentaron en el distrito 19 por una diputación local y, contra lo que muchos apostaban, Pucheta ganó la elección. Fue un golpe a la arrogancia de Higuera, que daba por descontado su triunfo. Ahora el escenario parece favorecerle al panista, pues va en alianza con el Partido Sinaloense, que le brindará votos. El panismo sigue siendo un partido fuerte en Mazatlán. No hay que olvidar que Pucheta ganó la alcaldía con apenas 65 votos. Así que el infierno tendría que congelarse para que el “Diablo” no ganara.

Humo negro
UN HOMBRE COMO RAFAEL CARO QUINTERO puede sufrir muchas clases de pobrezas, pero eso no significa que no tenga dinero. Puede ser que ande escondiéndose en el monte y que coma lo que le dan en los caseríos de la sierra. Y que duerma en un slippin o sobre una hamaca colgada de un huanacaxtle, siempre custodiado por al menos tres anillos de seguridad. Si se dedica o no al narcotráfico después de haber salido de la cárcel, es algo que tendrá que dirimir con la justicia que lo busca. Sobre todo con los gringos.

Columna publicada el 8 de abril de 2018 en la edición 793 del semanario Ríodoce.

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