Mientras los reflectores de la discusión pública están centrados en la larga lucha de Eldorado por convertirse en el municipio 19, persiste otra realidad, la de Badiraguato, Concordia, San Ignacio y Cosalá, que no reúnen los requisitos constitucionales para ser considerados municipios.
De acuerdo con la Constitución Política del Estado de Sinaloa, para erigirse en municipio debe contarse al menos con una población de 30 mil habitantes, según el último censo de población realizado en el estado.
Tomando como base el Censo de Población y Vivienda de 2010, no cumplen con este requisito constitucional: Badiraguato, al contar solamente con 29 mil 999 habitantes; Concordia con 28 mil 493, San Ignacio con 22 mil 527 y Cosalá con apenas 16 mil 697. Choix es otro municipio que apenas rebasa la cifra mínima requerida, con tan solo 32 mil 998 habitantes.
Incluso dos cabeceras de municipios pequeños, como Escuinapa y Navolato, tienen más población que el total de los municipios arriba citados.
Según el texto del artículo 43 de la Constitución Política del Estado de Sinaloa, el Congreso del Estado tiene facultades para crear nuevas municipalidades, pero también para suprimir aquellas que no reúnan los requisitos exigidos, entre ellos el de la densidad de población, así como para comprobar que reúnen los elementos para proveer a su existencia política.
Jorge Figueroa Elenes, Coordinador General del Centro de Estudios sobre el Desarrollo Económico Local (CEDEL), señala que la gravedad que existe en Badiraguato, Concordia, San Ignacio y Cosalá, es que son precisamente estos municipios lo que registran los menores ingresos municipales y también los menores ingresos propios provenientes de la aplicación de impuestos.
El académico de la UAS explica que la situación que viven estos ayuntamientos es provocada porque en buena medida, los ingresos municipales provienen de las participaciones federales, cuyo monto depende del tamaño del municipio, de sus rezagos sociales y su capacidad para generar ingresos propios.
“El problema es que lo único que les caracteriza es el tamaño de sus rezagos sociales, ya que son pequeños y pocos son los ingresos que por la vía de la aplicación de impuestos pueden obtener, dado que se trata de regiones fundamentalmente rurales y con actividades productivas de escasa importancia”, argumenta el también doctor en Economía.
Los municipios del noroeste
Tomando como base una investigación realizada por el centro de estudios CEDEL, el noroeste de México está conformado por 100 municipios (72 en Sonora, 18 en Sinaloa, 5 en California y 5 en Baja California Sur); pero solamente 20 de ellos superan los 100 mil habitantes, y son los que muestran los mejores indicadores de crecimiento y desarrollo.
En contraste, documentos proporcionados por el CEDEL señalan en forma clara que los municipios pequeños “evolucionan de manera lenta, muchos de los cuales sobreviven en la penuria económica, derivada a su vez de las estrecheces presupuestales y de la falta de inversiones en sectores que permitan dinamizar la actividad productiva”.
Las conclusiones del estudio revelan que en el noreste de México coexisten subregiones con un alto nivel de actividad económica, con otras que carecen totalmente de medios de subsistencia. Los datos infieren que la cercanía con la costa y la frontera influyen de manera sustancial y positiva en las formas y niveles que ha asumido la producción de bienes y servicios. Las subregiones alejadas de la zona costera y de los valles presentan los mayores niveles de rezago y marginación.
El estudio reveló el contraste “abismal” que existe entre la cantidad de habitantes que tienen los municipios del noroeste. Tijuana, por ejemplo, es el municipio más poblado con un total de 1.64 millones de habitantes, mientras que el municipio menos poblado es San Felipe de Jesús, que cuenta con tal solo 396 habitantes.
El estudio concluye sobre la profunda disparidad de la vida municipal en el noroeste tomando como base el Sistema Municipal de Bases de Datos de INEGI 2009. “El valor agregado censal bruto del municipio de Hermosillo es 60 veces mayor que el de Magdalena, lo que permite hacernos una idea del tamaño de las disparidades, sobre todo si tomamos en cuenta que Magdalena está muy lejos de ser el municipio menos poblado y dotado de recursos en la región”.
Los investigadores concluyeron, tras revisar las condiciones existentes en cada una de las entidades federativas involucradas en la región, que el estado de Baja California es el más homogéneo: cuatro de los cinco municipios cuentan con más de 100 mil habitantes, mientras que el municipio restante supera los 90 mil. En cambio, el estado de Sonora muestra la mayor heterogeneidad, pues su legislación ha propiciado la creación de municipios que desatienden totalmente el criterio de un número mínimo de habitantes como condición para que puedan ser considerados como tales. Así, la mitad de los 72 municipios de esta entidad tiene menos de 3 mil habitantes, once de ellos con menos de mil habitantes.
Figueroa Elenes afirma que a la hora de identificar las posibilidades de desarrollo de un municipio, el tamaño sí importa y, en consecuencia, no resulta descabellada la idea de impulsar iniciativas en el sentido de compactar o agrupar municipios.
“Vale la pena pensar en que no sólo conviene crear nuevos municipios a partir de la separación de territorios de algunos municipios ya existentes, sino también a partir de la unión de municipios pequeños”.
Debe pensarse en la posibilidad de desaparecer a los municipios pequeños, como opción factible, pensado en el criterio de ofrecer mayores oportunidades de desarrollo a la personas, concluye.
MUNICIPIOS DEL NOROESTE
Los 15 municipios más poblados cuentan con 80.5 por ciento de la población total en la región. En el otro extremo, los 50 municipios menos poblados tienen 132 mil 077 habitantes, equivalente a 1.46 por ciento de la población total en la región.
LAS DIFERENCIAS ABISMALES
Mientras que Badiraguato tiene un recaudación vía impuestos de 114 mil pesos anuales en el ejercicio fiscal del año pasado, Culiacán registró 427 millones de pesos, y Mazatlán 252 millones de pesos.
LOS CONTRASTES
Si se dividiera la densidad de población de cada municipio por el monto de impuestos presupuestados para el ejercicio fiscal de 2014, la tabla de puntos extremos encontraría que, mientras en Badiraguato cada habitante genera 10.42 pesos de impuestos, en Culiacán alcanza los 620 pesos anuales.
LA DISPARIDAD DE LA RECAUDACIÓN
