La existencia de una industria minera creciente y la falta de protocolos para atender contingencias con grupos especializaos en Sinaloa que atiendan esta actividad ha llevado a los especialistas ambientales a prestar especial atención al riesgo que corre la vocación productora de alimentos de la entidad.
“Debemos plantearnos y hacernos la pregunta ¿Cuál es la vocación actual de Sinaloa, si vamos a mantener nuestra vocación actual de productora de alimentos, ¿dónde se puede ubicar la minería y cómo debería ser?”, consideró Sandra Guido.
La directora ejecutiva de la asociación civil Conselva, Costas y Comunidades, indicó que se debe considerar que a nivel mundial cada vez son más estrictos los controles de calidad.
“Es importante que reflexionemos los sinaloenses sobre la vocación en nuestro estado, porque todo lo que es agricultura, ganadería y pesca, requiere agua y agua limpia, y nosotros los ciudadanos tenemos el derecho a tener agua limpia”, asentó.
En Sinaloa el 30 por ciento del territorio está concesionado a la actividad minera, indicó.
Desde hace 14 años Conselva visita las comunidades serranas de Concordia y ha captado la preocupación que la actividad despierta entre la gente, por la temporada de lluvias y el escurrimiento de desechos mineros que contaminan el agua.
La falta de aplicación de la ley y de un seguimiento puntual, pone el riesgo el recurso más valioso que existe, que es el agua, expuso.
“Cada vez es más popular la minería por los impactos ambientales que está generando, y es que es una actividad que no tiene suficiente regulación”, sostuvo.
Reconoció a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) por haber ampliado la red de monitoreo de calidad del agua así como el número de parámetros y que se haya tomado la decisión de invertir en esto, ya que incluye la contratación de un equipo especializado.
“Lo que estaría bien saber es si ellos están analizando la presencia de metales pesados como indicadores porque eso es indispensable”, agregó.
Estos son temas en los que tanto Conagua como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) deberían de trabajar juntos, porque “son entidades aparte, entonces, Conagua, no necesariamente está informando a Profepa y Profepa tampoco está informando a Conagua”, indicó.
Después de las contingencias que se han registrado en las minas asentadas en la sierra de Concordia, es como un llamado a “poner tus barbas a remojar”, porque aquí hay grandes actores: Conagua, Profepa y Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que tienen que actuar de manera conjunta, consideró.
“Nadie duda que la minería es importante, y que existe un pasado minero, pero la cosa es que la minería colapsó y al día de hoy ha emergido una importante actividad turística, agrícola y pecuaria que genera empleos y miles de familias que dependen de estas actividades; un solo accidente y puede acabar con todo eso”, expuso.
En Sinaloa el 30 por ciento del territorio está concesionado a la minería
