Cúcara y Mácara en honor a Liera

El actor Alex López y su aventura en el teatro 

Alex López, actor, director y dramaturgo, desde hace más de dos años inició una aventura para impulsar el teatro café Cúcara y Mácara.

Lo hizo inspirado en el recuerdo de quien fuera su maestro y guía en el arte escénico Óscar Liera (24 de diciembre 1946—5 de enero 1990), creador de 36 obras de teatro en las que plasmó su crítica con sentido y humor hacia la iglesia y el gobierno, incluyendo las costumbres y el habla sinaloense, entre las más destacadas: El jinete de la divina providencia y Camino rojo a Sabaiba.

Fue precisamente Cúcara y Mácara, una farsa que refiere a la iglesia, la que causó revuelo desde la primera puesta en escena en el año de 1984, pero fue con otras obras con las que Óscar Liera logró relevancia mundial al ser premiado con el galardón Juan Ruiz de Alarcón el año de 1983 por la obra Las juramentaciones, y en el año de 1984 ganó el concurso del INBA con El oro de la Revolución Mexicana.En Manizales Colombia y Nueva York logra sonadas distinciones con El Jinete de la divina providencia.

Óscar Liera también fue fundador del Taller de Teatro de la Universidad Autónoma de Sinaloa (TATUAS), con el que logró impulsar el teatro en el ambiente estudiantil creando así un semillero de actrices y actores. Por todo ello, Alex López, como un más que merecido homenaje, con el apoyo de la familia del maestro, crea Teatro Café Cúcara y Mácara en la misma casa donde nació y murió el maestro.

En una breve charla Alex comenta: “Yo y algunos de mis compañeros pasábamos por aquí, por esta casa que fue hogar de nuestro maestro y amigo Óscar Liera. Yo me decía: es el corazón del teatro, un lugar sagrado, y se ha quedado sola. En diciembre de 2013 miramos un anuncio: se renta. De inmediato, nos pusimos en contacto con la familia Cabanillas y en enero de 2014 ya estábamos acondicionando el lugar: resanar, pintar, adecuarlo con algunos cambios. Lo bautizamos como Casa Óscar Liera, pero las políticas del gremio cultural nos impidieron mantener ese nombre y debimos cambiarlo por el de Café Teatro Cúcara y Mácara.

Desde un principio decidimos operar para un público nuevo, no para el tradicional que gusta del teatro, sino para la gente de a pie; pusimos una manta con el teléfono para las reservaciones y empezamos a tener llenos. Creamos un menú de café y pizzas con nombres de las obras teatrales de Óscar. Nuestra primera obra fue del grupo Tensión Teatro, con la obra Pareja abierta, ellos nos regalaron varias funciones, tuvimos llenos y también una buena captación de ingresos que nos permitió sufragar los gastos iniciales. Eso es un gesto solidario que agradecemos mucho. También hemos recibido un valioso apoyo de parte de la señora Cabanillas, que nos cede los derechos para presentar las obras de Liera.

—¿Has puesto alguna obra tuya?
—Desde luego, varias, la primera fue una ideal para Teatro bar, se llama Los pescados del zanjón, albur puro: “voy a pescar, ¿quieres que te traiga pescado del zanjón? es una obra inspirada en un personaje de Navolato, el Santos, un chico gay que decide participar como candidato político independiente. Esta puesta en escena nos hizo dar un giro en el grupo Delta Teatro porque teníamos sólo obra para niños, pero de acuerdo a la visión de Juan Pablo que es nuestro promotor, vislumbró que debíamos hacer teatro para adultos, y así nació la idea de escribir este tipo de obras adecuadas para Teatro bar.

—¿Cuánto tiempo llevan con este desarrollo y qué grupos y obras han montado?
—En dos años y medio hemos montado muchas obras de diversos autores, tanto locales, como nacionales y extranjeros. El año pasado tuvimos 150 presentaciones, siete obras de estreno, y es que tenemos buen público, los seguidores de siempre, pero también ese otro que nos llega como oleadas siempre distintas; así es como nos hemos sostenido, nos da gusto que venga gente nueva, y si es gente que nunca ha visto teatro, mejor, porque ese repite y repite su presencia, eso nos confirma que estamos incrementado en ellos una nueva opción para divertirse, pero además, una mejor forma de incrementar la cultura y la información; teoría confirmada desde la antigua Grecia.

“Cuando menos te lo piensas, lo que escribes ya está en otras partes. Comentando con mi amigo, el dramaturgo Daniel Serrano, nos dimos cuenta que tanto sus obras como las mías se han presentado por diversos grupos y en muchos lugares. De mi libro Aventuras de un niño Yoreme, he puesto todas. Y aquí, en nuestro sitio Cúcara y Mácara, también hemos dado cabida a muchos otros grupos; apoyamos a los jóvenes, ellos están empujando duro”.

—¿Han recibido apoyos oficiales?
Alex sonríe, se pone serio y contesta: “El años pasado recibimos apoyo para montar 40 obras, eso fue de parte del Gobierno Federal, es el único apoyo importante que hemos recibido. Del ISIC —Instituto Sinaloense de Cultura—muy poco y del Instituto Municipal, que es inoperante, inexistente porque anda perdido, no hemos tenido nada. Desde el año 2009 cambiaron mucho las cosas; antes había recursos estatales y municipales, pero hubo un cambio radical, todo está centralizado y con muchas restricciones.

“Ya existe la licenciatura en Teatro, muchos jóvenes han egresado, pero llegan en un tiempo decepcionante, no hay oportunidades para ellos. Ojalá que los representantes de las autoridades se den cuenta de lo necesario que resulta darles apoyos, son nuevos valores, entusiastas que tienen la esperanza de abrirse camino”.

—¿Mensaje para el público?
—Que asistan a nuestro teatro, nuestro grupo Delta Teatro y nuestro Café Teatro Cúcara y Mácara, que sigue siendo la Casa de Óscar Liera, los espera para disfrutar del teatro.

Las voces de Javier Valdez Cárdenas y la de miles de sus seguidores seguimos exigiendo que Quirino y sus secuaces cumplan con sus deberes: ¡Justicia! ¡Justicia! ¡Justicia!

*Escritor, busca sus novelas en librerías Educal, México y Gonvill.

Artículo publicado el 4 de marzo de 2018 en la edición 788 del semanario Ríodoce.

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