El monseñor Salvador Rangel Mendoza, obispo emérito de la Diócesis de Chilpancingo, Guerrero, anunció, que no denunciará ante la Fiscalía General del Estado (FGE) de Morelos luego de haber sido secuestrado, golpeado y drogado en dicha entidad.
“Después de haber hecho oración, meditado profundamente y de haber consultado con mis seres queridos, tanto del clero como laicos y, en razón de que lamentablemente mi vida, edad y mi salud están en condiciones desfavorables, siguiendo los principios evangélicos de nuestro Señor Jesucristo, que perdonó a las personas que lo traicionaron, lo vendieron, lo juzgaron, lo torturaron y lo asesinaron, con todo mi corazón perdono a todas las personas que me han hecho daño por los hechos de los que he sido víctima, así como a aquéllos que me han victimizado producto de la desinformación”, dijo el religioso católico.
Mediante un comunicado, Rangel Mendoza señaló que, por su edad, lamentablemente su salud estaba en condiciones desfavorables.
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“Por lo tanto, en ejercicio de mis derechos constitucionales, no presentaré ninguna denuncia contra las personas que tanto mal me han hecho. Y pido a los medios de comunicación me comprendan y respeten mi decisión encaminada al bien de mi seguridad e integridad física y moral”, añadió.
Asimismo, agradeció a las autoridades tanto legales como eclesiásticas “que han colaborado en este caso, y de manera muy especial al Mtro. Luis Gasca, quien ha sido mi abogado”, así como a “todas las personas que se han solidarizado conmigo”.
Mensaje a todo el pueblo de Dios de Monseñor Salvador Rangel Mendoza, Obispo Emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa. pic.twitter.com/IoAF4k2xY2
— CEM (@IglesiaMexico) May 8, 2024