El 11 de marzo el gobernador Rubén Rocha Moya afirmó que existen extorsiones en la zona sur de Sinaloa a los pasajeros de autobuses.

Aunque dijo que “se están atendiendo”, no hay denuncias formales.

El mandatario reveló durante la conferencia semanal que a los pasajeros se les cobraba al salir de Nayarit y al entrar a Sinaloa.

“Los pasajeros ya venían advertidos porque el chofer les decía que les iban a cobrar una cuota”, declaró.

Esas cuotas, dijo, las cobra el crimen organizado con la participación de los choferes y las empresas de autotransporte.

El Modus Operandi

Lo que no reveló Rocha Moya ante los medios, es el modus operandi de la delincuencia organizada para cobrar a los pasajeros.

Tampoco precisó que esos pasajeros no son mexicanos, sino que se trata de personas de distintas nacionalidades que pretenden pasar por Sinaloa para llegar a la frontera de Estados Unidos.

Fuentes federales precisaron a Ríodoce que las líneas de autobuses varían y que este tipo de prácticas ocurre principalmente en el parador ubicado en Tecualilla, poblado perteneciente al municipio de Escuinapa.

Por ejemplo, relata el personal federal que pidió no ser identificado, “llega un autobús a La Concha con cinco haitianos, Migración manifiesta que las personas traen su documentación en regla para transitar por el país, después de la revisión el conductor recibe una llamada de la delincuencia organizada donde lo amenazan y le dicen que ya no puede seguir la ruta, con esos migrantes”.

El conductor habla a la empresa, agregó, y llega otro autobús y se lleva al resto de los pasajeros, personal de Migración dice que ellos están en regla y lo demás no es su trabajo.

“Amenazan a los conductores para hacer la parada en Tecualilla, y la cuota va de 1 mil a 1 mil 500 pesos por indocumentado o migrante de otra nacionalidad”, explicó la fuente.

La cuota no es negociable, dijo, y debe ser cubierta por las personas extranjeras para dejarlas pasar.
Causa extrañeza que gente de la delincuencia organizada tenga el número telefónico del chofer del autobús, mencionó, por lo que se sospecha que estarían involucradas personas cercanas, dentro y fuera de las compañías del servicio de autotransporte, para facilitar la extorsión.

Y cuando algún conductor hace caso omiso a las indicaciones de los integrantes de la delincuencia organizada, hay represalias.

“Les ordenan salirse de la autopista e irse por la libre, y si no lo hacen hay represalias, incluso se ha dicho que algunos son “tableados” por desobedecer”, reveló.

En el punto de revisión de La Concha se encuentra personal del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que sirve de apoyo a éstos.

Por la carretera libre se instala personal de la Secretaría de Marina (SEMAR) y el INM, pero no de manera permanente.

En el norte, de acuerdo a lo expuesto por el gobernador, tampoco hay denuncias formales, pero sí una llamada a la Guardia Nacional que realizó un ejercicio de contención.

En la zona norte, dijo, hay extorsiones por un conflicto entre dos grupos de transportistas, a quienes se cobra cuota para transportar papa.

Se trata de un grupo de transportistas que exige exclusividad en el transporte de papa y presumiblemente están protegidos por un grupo delincuencial.

Cada vehículo que paga, cuenta con un distintivo.

El mandatario mencionó que personal del Ejército ya se encuentra en la zona, pero que son necesarias las denuncias para que haya una investigación formal.

Artículo publicado el 31 de marzo de 2024 en la edición 1105 del semanario Ríodoce.