Los espacios en la playa han sido invadidos en los últimos años, sin que ninguna autoridad actúe
La Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat) de Mazatlán se ha convertido en tierra de nadie, sin que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) hagan algo al respecto.
En los últimos años, la evidente invasión de espacios en la playa que tienen algunos de los concesionarios de la Zofemat, no ha pasado desapercibida, pues además de que son un obstáculo en los accesos, han construido lavamanos y regaderas aprovechando los recovecos de la remodelación del 2018.
A través de una solicitud de acceso a la información respecto a los permisos otorgados a los concesionarios, la Semarnat respondió que la dirección general de Zofemat y Ambientes no localizó ningún registro de trámite, concesión o expediente para la construcción de instalaciones que funcionen como regaderas, sanitarios o lavamanos.
El Ayuntamiento de Mazatlán respondió que tampoco había otorgado ningún permiso de construcción a palaperos, excepto un certificado de construcción para el restaurante El Muchacho Alegre que data de 2018.
“No hay permisos”: Alcalde
El alcalde Édgar González Zatarain sostuvo que no existen registros de que durante su gestión se hayan otorgado permisos o licencias de construcción, “ya se verificó minuciosamente que no existe ninguno, pero sí se detectó por lo menos un certificado de construcción que ya es viejo, que corresponde a El Muchacho Alegre, ese sí aparece como certificado legal, sí lo otorgaron”, dijo.
-¿Es irregular que el Ayuntamiento haya dado ese permiso en una zona federal?
-Eso ya es un asunto de verificar si es regular o no, yo no lo puedo determinar, lo que sí te digo es que las demás construcciones se hicieron sin permiso, y la autoridad permitió que se construyera así.
Hace semanas el ayuntamiento suspendió la obra de una palapa que se estaba ampliando, construyendo cimientos, dijo, y es lo que debió haber hecho la autoridad municipal en los demás casos.
-¿Es decir que de todas las construcciones que se han hecho en las palapas, ninguna cuenta con permisos del Ayuntamiento?
-Por lo menos en los registros, a menos que los hayan desaparecido, no existe indicio alguno, ya se buscó, no existe ningún permiso como tal, ni tampoco ningún certificado de construcción, es muy complicado cuando se otorga una concesión y ésta la hacen valer en el tiempo que ellos consideren, y una vez que la hacen valer, la autoridad municipal tiene que ir a ver con base a qué están haciendo esa construcción.
En el pasado no se hizo esa revisión, agregó, por eso proliferaron muchas construcciones, porque no hubo ninguna resistencia por parte de las autoridades municipales, en el sentido de no permitir que se desarrollaran.
-¿Tiene o no la facultad el municipio en la Zofemat?
-Tiene una facultad, hacer respetar el reglamento que dice que nada que se construya en la playa puede sobrepasar el nivel de la banqueta, ¿y cuántas hay que sobrepasan la banqueta, que te quitan la vista? Todas. No hay ni una que no sobrepase el nivel de la banqueta, y eso significa entonces que la autoridad debió de haberse apersonado y decirles que aunque tengan la concesión, no tienen permiso (municipal), y si te otorgó el permiso, vas a tener que sujetarte a lo que dice el reglamento, no tapar la visibilidad.
Aunado a eso, agregó, obstaculizan los accesos a las playas.
La actual administración ha frenado a dos concesionarios de la Zofemat de construir, por no contar con el certificado de construcción.
El alcalde reconoció que los concesionarios se pueden amparar ante las disposiciones municipales, pero también el gobierno municipal se defenderá, porque deben apegarse al reglamento.
En los próximos días se concretará la unidad municipal para trabajar con la Semarnat y Profepa, y estar en condiciones de poner orden en Semana Santa.
Dijo que empezarán con los vendedores ambulantes, ya que se ha detectado que hay personas con gafetes apócrifos que deben ser sancionados y retirados de las playas.
Artículo publicado el 25 de febrero de 2024 en la edición 1100 del semanario Ríodoce.