La mesura no es el signo de estos tiempos

DIPUTADO JOSÉ MANUEL LUQUE. ¿Qué se muera quién?

Aunque el diputado José Manuel Luque haya reconocido que se resbaló verbalmente al afirmar que desea la muerte del Partido Sinaloense –en una expresión muy ambigua–, su desliz refleja por sí mismo impotencia, frustración, incapacidad para debatir con argumentos en una tribuna legislativa que para eso fue creada, espacio de discusión por excelencia.

Dijo textual: “El peor ejemplo que ustedes pueden imaginarse de democracia lo representa este partido (se refiere al PAS), que no ha tenido más que un solo dirigente desde que se fundó y no va a tener otro hasta que se muera, que espero que sea en estas elecciones que vienen”. Por la última parte de su perorata, “… espero que sea en estas elecciones que vienen”, se infiere que la muerte se la desea al Partido Sinaloense, no a su dirigente, Héctor Melesio Cuen, al que se refiere sin mencionarlo.

Pero por la calidad del que lo dijo, un diputado que cuando habla representa al partido en el poder y a la mayoría del congreso estatal, no deja de ser una sandez y un despropósito que nada tiene que ver con la naturaleza del debate parlamentario, ni siquiera con la naturaleza de la política, que debe tener siempre, entre sus valores más preciados, la tolerancia.

Cuen, por supuesto, la bateó, el martirio por delante, aunque él mismo haya deseado ver –porque así lo ha dicho en varias ocasiones– al gobernador, al secretario general de gobierno y a los propios diputados locales, en una silla eléctrica, es decir, condenados a muerte. Jodidos unos y otros, que echan las herramientas de la política a la basura, dejando en primer plano las de la violencia, aunque hasta ahora sea solamente verbal.

Y ese es el problema de fondo, que a la violencia verbal le siga la violencia física. Decir ojalá muera el PAS en las próximas elecciones puede ser una metáfora para los que lo entienden así, pero en un estado como Sinaloa, con los antecedentes que tenemos en las contiendas electorales, desear la muerte de un partido puede ser interpretado por otros actores de una manera distinta. Dichos así y más aún en tribunas tan importantes como la de un poder, en este caso el legislativo, pueden generar ánimos que ya desatados no sería fácil controlar ni por ellos mismos.

Se ha criticado mucho la forma en que el presidente AMLO se refiere a sus “adversarios” y a los que ve como adversarios, aunque solo sean críticos de sus políticas, porque genera una animadversión en la gente que puede provocar actos violentos contra ellos (ya ha ocurrido). Doblemente condenable si consideramos que estos ataques provienen de la más alta tribuna e investidura, que es la presidencial.
En contextos como el nuestro, lo que menos se requiere ahora es el denuesto y la diatriba contra el otro, porque no solo no construye, no edifica, no suma, sino todo lo contrario. Y puede ser muy peligroso. Que no olvide Luque y que no olviden los morenistas con la ayuda de quiénes llegaron al poder. Y allí estaba Melesio Cuen, por cierto. Y todos avalaron con su silencio lo que ocurrió. Lo que pasó en Concordia, donde un candidato de la oposición fue obligado a renunciar a sus pretensiones, incluso a dejar su municipio para salvar el pellejo, benefició a la coalición Morena-PAS. Lo que ocurrió en Badiraguato, donde la candidata del PRI mejor dejó de hacer campaña, también. Nadie de los que gobiernan ahora condenó el secuestro de decenas de operadores del PRI el mero día de la elección para inmovilizarlos y con ello favorecer a los candidatos de Morena.

Dijo José Manuel Luque ese martes en tribuna que los diputados del PAS eran los menos indicados para hablar de democracia participativa y reprochó que padecieran de “disonancia cognitiva”. ¿Y cuál democracia propone el diputado de Morena? ¿La “democracia” de las armas? ¿Hacia allá quiere conducir el debate? Él fue víctima de un arranque iracundo del rector Jesús Madueña cuando le dijo que él no se reunía con perros sino con el dueño de los perros. Y hasta le pidió que se disculpara. Y reprochó que el desplante viniera de un funcionario de tal investidura. ¿Dónde dejó él la suya?

Bola y cadena
LA INTERVENCIÓN DE LUQUE EN LA TRIBUNA del Congreso fue en respuesta a la diputada del PAS, Elizabeth Chía Galaviz, luego de que se diera primera lectura a la iniciativa de revocación de mandato enviada por el gobernador Rubén Rocha, donde critica que la bancada de Morena esté retrasando la expedición de dicha ley porque temen que Rocha, al ser sometido a este ejercicio, pierda su cargo. No era para que perdiera la cabeza, pero parece que estamos viviendo un tiempo de primates.

Sentido contrario
¿CUÁNTOS PLEITOS MÁS VA A PERDER el Congreso del Estado? En una semana un tribunal colegiado declara improcedente el juicio político en contra del ex alcalde Jesús Estrada Ferreiro y un juez de distrito declara inconstitucional la Ley de Educación Superior del Estado de Sinaloa, por ser lesiva para la autonomía universitaria y ampara a la UAS para que dicha ley no sea aplicada. “Con la Iglesia hemos topado, Sancho”.

Humo negro
PARECE QUE LO VEÍAN VENIR. Las acciones de los grupos criminales este principio de año contra las cámaras de vigilancia, pudieran entenderse ahora que cientos de elementos de las fuerzas federales llegaron a Culiacán y están cateando casas sin que se sepa hasta el cierre de esta edición qué han encontrado. Ya se verá.

Artículo publicado el 14 de enero de 2024 en la edición 1094 del semanario Ríodoce.

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