A pocos días del inicio del ciclo escolar, la dulce y comprensible profesora Salinas (Allison Strong), titular de sexto grado, deja las clases por su embarazo. En su lugar llega al aula la estricta y disciplinada señorita Malkin (Cecily Strong), quien además de los deberes escolares exige a los alumnos que cuiden por el fin de semana a las mascotas del salón: Leo (Adam Sandler), un lagarto de 74 años, y Squirtle (Bill Burr), una tortuga.
Lea: Cine: ‘El hijo’
La primera en llevarse a Leo es Summer (Sunny Sandler), una niña muy platicadora, que termina encantada con el animal. Después lo hace Eli (Roey Smigel), un niño sobreprotegido, luego a la arrogante de Jayda (Sadie Sandler), y así cada uno del salón. Igualmente, todos acaban maravillados con Leo, con el que aprenden a ser mejores personas, hasta que la maestra Malkin descubre lo que realmente pasa y se aprovecha de la situación.
Tanto para los más pequeños de la casa como para quienes se hacen cargo de ellos, el mensaje de Leo (EU/2023) es sumamente oportuno y necesario. La cinta dirigida por Robert Smigel, Robert Marianetti y David Wachtenheim es clara al señalar lo importante de aprovechar el tiempo lo más posible, de no mantenerse estático ni conformarse, sino más bien, hacer lo que se desea sin importar la edad que se tenga y disfrutar la vida con libertad, aunque con los cuidados pertinentes para no dañarse a sí mismo ni a los otros.
Con la experiencia que el lagarto tiene con tantas generaciones que ha visto pasar en la escuela, al irse los fines de semana con los niños les enseña a expresarse de manera adecuada, a no ser arrogantes, a socializar, no tener miedo de crecer, no sentirse tristes por problemas familiares, a volverse populares, y a disfrutar la etapa que viven y no querer ser más grandes. Incluso, la misma profesora Malkin aprende a no ser tan exigente con los estudiantes y a tomar más en cuenta sus emociones y sentimientos.
La película escrita por Smigel junto a Paul Sado y Adam Sandler también cuestiona los modelos de crianza y de educación en la sociedad actual, en lo cual es evidente que se requiere un ajuste entre lo que los estudiantes desean, requieren y les conviene (deberes, responsabilidad, diversión), así como en la atención, cuidados e instrucciones que dan los mayores.
En general, la cinta disponible en Netflix es entretenida, pero destaca al mostrar el deseo de Leo de aprovechar al máximo el que considera su último año de vida; el momento en el que el lagarto libera a unos animales en cautiverio que no quieren morir haciendo lo mismo, y cuando aparecen gozando su autonomía en el bosque; y todas las veces que Eli rechaza que su dron lo cuide y le diga lo que debe hacer.
Aunque la animación, a cargo de Happy Madison Productions (Pixeles, 2015) es colorida, precisa e impecable, las canciones, más que pegajosas, muy ilustrativas, y la historia posee un discurso de contenido interesante, la cinta no es tan divertida ni para los más chicos, y algunas situaciones transcurren increíblemente muy a prisa: no se siente que pasa un ciclo escolar, sino menos; y el “proceso” de enseñanza aprendizaje entre Leo y los alumnos es “mágicamente” instantáneo. Véala… bajo su propia responsabilidad, como siempre.
Artículo publicado el 03 de diciembre de 2023 en la edición 1088 del semanario Ríodoce,