‘No veo en Sinaloa una transformación’, dice Camilo Valenzuela

CAMILO VALENZUELA.

El político de izquierda se registra para competir por el Senado

Camilo Valenzuela tiene 77 años recién cumplidos y más de 50 en la lucha revolucionaria. La represión del 68 lo sorprendió en una preparatoria de Los Mochis y en el 69 se vino a Culiacán e ingresó a la Casa del Estudiante Rafael Buelna Tenorio, donde la vida le cambió para siempre; luchó contra la imposición de Gonzalo Armienta como rector de la UAS, fue encarcelado y después se integró a la lucha guerrillera. Ha sido diputado federal y ahora quiere ser senador. Y nos explica por qué:

“Mi idea es que en Sinaloa llegó un gobierno que se considera de la cuarta transformación pero que no hay expresión de políticas públicas ni de reformas legislativas donde se exprese esa transformación de Sinaloa, de su régimen político. A nivel federal hay algunos programas que han alimentado la idea de que hay una transformación, más allá de las limitaciones que esos programas tienen, pero en Sinaloa no encuentro expresiones de nuevos programas, nuevas políticas públicas, nuevas actitudes, incluso de debate público como las que sostiene Andrés (Manuel López Obrador), al que le podemos hacer muchas críticas, pero tiene cualidades que le permitieron construir su liderazgo y mantener como presidente una gran simpatía popular.

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—No ves entonces en Sinaloa elementos de un gobierno de izquierda?

—No veo elementos de una cuarta transformación…

—¿Por qué distingues “izquierda” de “cuarta transformación”? ¿Hay alguna diferencia?

—Sí, porque el movimiento de la cuarta transformación es de un gran bloque amplio que se conformó con fuerzas que venían de la izquierda, de la lucha, con la suma de grupos de poder y de interés que vienen de las viejas fuerzas.

“Eso hizo que segmentos de la oligarquía, Romo y esa gente, dijeran que hay que desplazar de la conducción del país al grupo empoderado del prianismo ligado al sector más destructivo de la oligarquía y muy sometido también a los gringos. Esto generó un reacomodo que Andrés Manuel no vio en 2006… si lo hubiera visto hubiéramos salvado al país de doce años de destrucción nacional. Lo que (AMLO) sí vio en 2018.

—Y después de este proceso, y de cinco años de gobierno de la 4T ¿dónde queda la izquierda?

—Yo creo que el proceso del 88 y posterior llegó a un desdibujamiento de la identidad ideológica y política de la izquierda… uno, por la caída del Este (la desintegración de la URSS), que generó algo como una crisis ideológica en la izquierda; segundo porque la insurgencia ciudadano-popular del 88 generó la oportunidad de acceder a posiciones institucionales y de poder. Yo creo que allí se aceleró una crisis ideológica y política de la izquierda… que éramos socialistas, porque la izquierda es socialista o no es izquierda.

—Sobre Sinaloa me estás diciendo que el gobierno ni siquiera se acerca a la cuarta transformación, ya no digamos a la izquierda…

—El gobierno de (Rubén) Rocha usufructúa el discurso, la narrativa y las políticas públicas que representan cierto cambio a nivel federal, pero pregunto qué reformas legales hay en el estado, qué nuevas políticas públicas; no las hay, creo que lo único que vi por ahí es que se concreta un apoyo a la raza minusválida, acá, pero que también existe allá… incluso a nivel de la política hacia la lucha de las mujeres por la igualdad, tampoco, ahí hay un gran despliegue. Y de hecho el movimiento de las mujeres en Sinaloa está muy debilitado…

—Puede explicarse porque las que dirigían esos movimientos ahora están en el poder…

—En parte, pero también porque en Sinaloa uno de los rezagos que tenemos es la debilidad de los movimientos y la organización social; se nos ha convertido en una debilidad prolongada e histórica que como que se quiere empezar a remontar.

—¿Y a qué atribuyes el no ver nada en el gobierno que empate con la 4T? ¿a la personalidad del gobernador?

—Yo creo que, en primer lugar, a esa debilidad de los movimientos sociales, a la inexistencia de una izquierda con identidad ideológica-política, que no se mueva alrededor del rollo institucional, de la aspiración personal, de candidaturas; y la inexistencia de un actor político que empate con las demandas, la lucha social, iniciativas de reformas legales que explica la dinámica del gobierno que se ha impuesto. Si hubiera esto, el gobierno se vería obligado a atenderlo.

ENTREGA DE APOYOS EN AHOME. “Rocha usufructúa el discurso de AMLO”.

“El otro aspecto es la influencia de la cultura dominante en el gobierno, empezando por el gobernador, que en sus últimos años fue un hombre de actuar desde y con el PRI. Esa cultura está muy arraigada y se reproduce, ya ves el panismo, que terminó gobernando como el PRI.

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“Creo que esta debilidad ha determinado las condiciones para que se despliegue un gobierno que se reconocía de cambio, muy parecido a como se ha gobernado antes, incluyendo el acuerdo con Quirino (Ordaz) y el grupo de poder al que pertenece para tapar todo lo que se hizo en ese sexenio y que obligó a la gente que llegó al gobierno, que había tenido actitudes críticas, a llevarse a cabo una transición casi secreta.

—Pues ahí está la aprobación de las cuentas públicas por los diputados de Morena…

—Sí… y acabo de leer el reportaje publicado en Ríodoce sobre el Kraken (estadio de futbol de Mazatlán), un caso que solo te puedes explicar desde esa perspectiva. Y siento además que, si Rocha y ese equipo no reaccionan, la segunda parte de su gobierno puede convertirse incluso hasta en un problema para el proyecto encabezado por Andrés.

—Si no reaccionan ¿en qué sentido?

—En el sentido uno, de cambiar esa actitud soberbia en el trato a la gente, a los medios o a problemas que reclaman una cultura más avanzada, como eso de los acosadores sexuales. Y lo peor es que, ante esa metida de pata del gobernador, muy penosa, no haya habido voces en particular de las mujeres que tienen posiciones de gobierno, en la legislatura local, en la federal, planteándole al gobernador por lo menos una disculpa a la sociedad. Habla de qué nivel el tema del cálculo y la conveniencia es determinante en la conducta de quienes se dicen representantes populares o quienes gobiernan a nombre de la transformación.

—¿Te refieres a Tere Guerra?

—A Tere Guerra y a las diputadas, a la senadora (Imelda Castro) y a las legisladoras federales. Y a muchas compañeras que han sido de lucha y que están en puestos en los municipios… hubo un silencio absoluto. Y eso habla de lo grave que es también la desactivación del movimiento de las mujeres, de sus luchas por la igualdad y respeto a sus derechos más elementales.

—¿Cómo interpretas que Feliciano Castro haya declinado a la candidatura al Senado? Se supone que era un aspirante natural y de repente dice, no, yo no voy…

—Yo tengo la esperanza de ver si Feliciano reacciona, por lo que hemos compartido, nuestras coincidencias en la lucha, estuvo en el bote junto con nosotros… lo que yo creo es que él está integrado a un grupo de poder que gobierna y en ese grupo de poder se tomó la decisión de que él se debía de bajar de esa aspiración y que debía de ser Inzunza, incluso Inzunza lo ha dicho en repetidas ocasiones, que “la decisión de mi candidatura no fue personal”, que es del movimiento que encabeza el gobernador; entonces también se tomó la decisión de que Feliciano declinara.

—Cómo ves el trabajo de Raúl Elenes y de Imelda —los dos senadores de Morena?

—Igual que a los diputados federales, y si te bajas es igual, salvo el doctor de Mazatlán, Juan Torres, encabezando la demanda contra el Parque Central, el tema del Kraken, y el pronunciamiento en apoyo a los comuneros de Ohuira, y el emplazamiento a los demás funcionarios de que no naden de muertito, que se pronuncien… salvo él, todos los demás es absoluto silencio, no hay una valoración crítica de lo que pasa en Sinaloa; estos casi tres años de gobierno de la transformación es evidente que hay una dinámica de moverse en función de acatar las instrucciones que vienen de arriba y la necesidad de apoyo a la sociedad sinaloense, incluso no solo de luchas en curso, sino el hecho de que Sinaloa necesita modificar la relación con las políticas presidencialistas y centralistas que imperan en este país, que son las que determinan en buena manera cuál es el rol que juega la economía de cada estado.

—¿Por qué aspiras a la senaduría? ¿cuál es tu motivación?

—Son varias cosas, y mira, una de ellas tiene que ver con lo que estamos hablando, el solo hecho de que te apuntes de candidato es un cuestionamiento a la práctica política que se ha empoderado dentro de los representantes populares y del gobierno; para los representantes populares no cuentan los problemas de la sociedad sinaloense, ni siquiera los problemas que se han convertido en movimientos; están callados en lo de los graneros, lo de Ohuira, los derechos humanos a la vivienda, la resistencia contra el despojo de áreas públicas, deportivas, verdes en las ciudades, que es una rapiña encabronada. Entonces, el solo hecho de que te lances es un cuestionamiento a eso.

—Bien, tú te registras y ¿qué vas a plantear? Eres un hombre de izquierda, ¿qué propuestas harías? ¿cuál sería el debate que propondrías?

—Yo creo que una gran necesidad en Sinaloa es generar debate público en torno a lo que ha venido siendo esta transformación del 18 a la fecha, porque junto a esta dinámica de control vertical, burocrático se ha generado una dinámica donde no hay debate público, todo es acuerdo.

—Hablando de debates ¿cómo ves el tema de las fuerzas armadas, que tanto poder les ha dado AMLO?

—Lo primero que yo plantearía es la necesidad de que la sociedad sinaloense tenga un representante popular que no permanezca callado y reducido a acatar orientaciones que le llegan de arriba; se necesitan representantes populares críticos; en segundo lugar, que acompañen los movimientos por sus demandas sociales que se están llevando a cabo; y en tercer lugar plantearía un cierto programa de lucha; por un lado esto que tú planteas de las fuerzas armadas, yo he planteado no reducirnos a cuestionar la serie de nuevos roles que Andrés Manuel le está dando al ejército, sino qué cambios ha operado el ejército para hablar de que forman parte de la transformación; ¿ya no se envía a las camarillas militares a las academias gringas? ¿Van a recibir allá preparación patriótica y popular? Claro que van a recibir instrucción sobre guerra sucia. En la preparación de los militares se incluye la preparación sobre la tortura, entonces ¿qué cambios hay en el reclutamiento, en su relación con el pueblo? ¿están promoviendo que el pueblo se empodere para enfrentar la inseguridad pública? ¿O se sigue con la concepción de que son los cuerpos armados profesionales los que van a lograr que haya seguridad? Podemos discutir qué cambios, pero se necesita cambiar la política de seguridad, incluyendo el tema de las extradiciones porque estas no son para hacer justicia, porque es alimentar la idea de que los gringos combaten el narcotráfico.

Artículo publicado el 05 de noviembre de 2023 en la edición 1084 del semanario Ríodoce.

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