En México, alrededor de 8.5 millones de personas viven con asma, una enfermedad crónica no infecciosa de las vías respiratorias, que se caracterizada por ataques recurrentes de falta de aire.

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Hasta antes del COVID-19, el asma en nuestro país era la primera causa de atención por problemas respiratorios, según datos de la Secretaría de la Salud.

El académico de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM, Jorge Salas Hernández, entrevistado en mayo pasado en el marco del Día Mundial del Asma, afirma que la enfermedad “puede afectar a personas de cualquier edad, incluyendo ancianos”, desmintiendo el mito que el asma es propia de niños.

En México entre 300 mil niñas y niños de entre cinco a 14 años la padecen, de acuerdo con el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).

Salas Hernández recalca que la prevalencia del asma varía por regiones, “las zonas de costa, a nivel del mar tienen un ambiente húmedo” señala, lo que, “favorece el desarrollo de más partículas conocidas como alérgenos, que cuando las respiran las personas susceptibles, descontrolan la enfermedad”.
Síntomas

La Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que los síntomas de esta enfermedad pueden variar dependiendo de la frecuencia, duración e intensidad.

Estos síntomas pueden ser respiración sibilante, caracterizada por la presencia silbidos, tos improductiva, dificultad para respirar, sensación de ahogamiento o sensación de opresión en el pecho.

Según expertos los síntomas inician o se acentúan durante la noche, madrugada, o, al hacer ejercicio, exponerse a contaminantes y cambios de clima.

“En términos generales, hay dos momentos de mayor riesgo para el control de este padecimiento: las temporadas de alta contaminación ambiental y las de humedad y/o lluvias”, destaca el ex director general del INER.

Factores

Aunque no existe una causa exacta de la enfermedad, las autoridades sanitarias han identificado una serie de factores que pueden aumentar el riesgo de padecer asma, como la insuficiencia ponderal del recién nacido, prematuridad, infecciones víricas en las vías respiratorias, exposición al humo del tabaco, familiares asmáticos, como padres o hermanos, alergias, como eccema y rinitis, vivir en un lugar urbanizado, exposición a alérgenos y sustancias irritantes del entorno como: contaminantes del aire, polvo, moho, humo, ácaros u obesidad.

Diagnóstico

En México, hasta el 73 por ciento de las personas con asma no están diagnosticadas de forma adecuada; por lo que expertos del INER destacan la importancia de un diagnóstico a tiempo, debido a que, “la inadecuada atención puede desencadenar una urgencia respiratoria”, inclusive puede haber pérdida de la vida.

Para su diagnóstico es necesario contar con la historia clínica del paciente, “para conocer si la persona es fumadora, convive con mascotas o está expuesta a contaminantes”, detalla un informe del INER.

Asimismo, existen una serie de estudios precisos que ayudan al diagnóstico, como “la espirometría, que permite conocer el flujo respiratorio máximo”, señalan expertos.

Tratamiento

De acuerdo con la Secretaría de Salud en México, el asma no tiene un origen claro, y no se puede curar, pero sí aliviar mediante tratamientos inhalados.

La OMS señala que las personas que viven con asma logran reducir los síntomas y llevar una buena calidad de vida al usar estos inhaladores que envían el medicamento directamente a los pulmones.

Los inhaladores, agrega el organismo internacional de salud, pueden contener dos tipos de fármacos: “broncodilatadores, que abren las vías respiratorias y alivian los síntomas; y corticosteroides, que reducen la inflamación de las vías respiratorias”.

La Clínica del Asma del INER, señala que “los pilares de la atención integral son: medicamento óptimo, control de los síntomas”; así como la revisión de ambientes personales, del hogar y laborales que afectan la salud emocional del paciente.

“El control se alcanza cuando los síntomas se reducen o desaparecen con el tratamiento”, destaca la clínica.

Artículo publicado el 24 de septiembre de 2023 en la edición 1078 del semanario Ríodoce.