Aclaremos puntos: decir que el “conflicto” en curso, donde aparecen involucrados Héctor Melesio Cuen Ojeda, líder del Partido Sinaloense; Jesús Madueña Molina, rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), otros funcionarios y exfuncionarios de la propia universidad, por un lado y, por el otro, Rubén Rocha Moya, Feliciano Castro Meléndrez y Sara Bruna Quiñónez, es por el interés de Rocha de apoderarse de la UAS para imponer a sus incondicionales y una muestra de la subordinación de jueces, fiscales y diputados al gobernador, es tan simplista, que no pasa de ser una expresión clásica de la “grilla universitaria”, sin mayor valor que la palabra.

Las medidas en curso para democratizar la vida interna de la UAS son parte de un proceso nacional que la Cuarta Transformación lleva a efecto con el fin de que las instituciones públicas de educación superior en el país se incorporen a la “revolución pacífica” que cursamos todos y se deriva de la Ley General de Educación superior; no es una ocurrencia del gobernador de Sinaloa, ni sucede únicamente en nuestro estado; en Sonora se vive un conflicto similar, por ahí pasarán las otras instituciones de educación superior, la UAdeO y la UAIM, y también las de otras entidades de la república. Es una iniciativa del propio presidente, muy visible en sus expresiones contra el control mafioso y elitista de la máxima casa de estudios, la UNAM y la necesidad de su democratización.

El rector Madueña fue trágico, aunque parezca comedia, cuando afirma por un lado que abomina lo que sucedió al interior la Universidad y en el propio estado de Sinaloa en la década de los 70’s y, apenas es vinculado a proceso, se desgarra las vestiduras y se atreve a convocar a la comunidad universitaria y a toda la población sinaloense a levantarse en armas contra el gobierno; el político Creel no está sólo en sus payasadas y ridiculeces.

Pecan de ingenuos y “grillos” cuando afirman que todo el asunto del gobernador es apoderarse de la universidad para imponer sus incondicionales. Aunque el senador Rocha haya sido protagonista en la elaboración y aprobación de la Ley de Educación Superior y haya tenido en mente que había que transformar la vida interna de nuestra universidad; esa iniciativa lo rebasa, como dijimos, es un tema nacional.

Tampoco es un conflicto entre dos “dictadores” Rocha vs Cuen. Se trata, verdaderamente, de revolucionar desde dentro a la Institución y para ello lo primero es que prevalezca la democracia, la libertad y el acceso a la información para que se permita, se facilite y se promueva la participación verdadera de toda la comunidad universitaria. En esa misión se han alineado los tres órganos máximos del poder del Estado en Sinaloa:

El Judicial, que compone a los jueces y fiscales, el Legislativo, los diputados, y el Ejecutivo que encabeza Rubén Rocha: sí, el gobernador como responsable de la política, debe ser el principal interesado en este proceso y lo es por ser quién conoce más lo que pasa en la UAS.

Rocha, ya en su paso por ella, mostró su “estilo; se enfrentó al Rector Moreno Lizárraga, le ganó y hubo consecuencias, sabe en lo que se mete.

Ahora sustentado en total legalidad; Ley General de Educación Superior, Ley de Educación Superior del Estado de Sinaloa, decretada por el Congreso del Estado en febrero del 2023, obligada legalmente a ser revisada en sus operaciones financieras por los entes públicos correspondientes, tanto federales como estatales, las auditorías pues, su incumplimiento los puso en el camino de la Fiscalía del Estado y luego en manos de los jueces. Y por más largas que le den y triquiñuelas que intenten, llegó al momento de enfrentar a los jueces y los juicios.

Cuen, Madueña y sus seguidores, que son miles y pasan por la nómina y la matrícula de la Universidad, pensaron que con algunas amenazas y presiones doblegarían al poder del estado, hablaron de marchas multitudinarias, de paros, huelgas, de tener de su lado a toda la comunidad y a las “fuerzas vivas” de la sociedad; ahora, que “tomarían las armas”. Ciertamente, la UAS es un gigante dormido con una gran historia detrás, lo que no es seguro es que cuando despierte y se ponga en marcha, irá detrás de Cuen, Madueña y sus intereses que le serán muy estrechos.

La democracia, la libertad son instrumentos fundamentales de cualquier transformación, si a ello le aúnas el poder del estado, hay idea de lo que sucederá en los próximos días. Cuen puede salvar algo de su poder político refugiándose en el PAS, su habilidad da para eso y más; los demás, deben allanarse y aceptar que su tiempo terminó.

Sinaloa, los jóvenes universitarios, las familias sinaloenses merecen que su principal institución educativa de educación superior, la UAS, se ponga en el camino a donde gira la rueda de la historia, los estudiantes, los académicos, incluso los funcionarios deben saber que serán los más beneficiados por esta transformación; con el tiempo, se debe poner fin a la simulación, a las extorsiones y chantajes, al acarreo, a la afiliación forzosa, al diezmo obligatorio, a ocupar los cargos por compadrazgos o por incondicionales.

La Universidad Autónoma de Sinaloa está llamada a ser la gran Universidad de los sinaloenses y de sus familias, cuando eso suceda no habrá poder humano, político, gubernamental o mafioso capaz de doblegarla y someterla.

Artículo publicado el 17 de septiembre de 2023 en la edición 1077 del semanario Ríodoce.