Las corridas financieras y las existencias almacenadas de maíz blanco desalientan la siembra del grano, y anticipan una nueva crisis nacional: amontonamientos sin mercado ni precio y la importación masiva de transgénico.

Luis Guillermo García Dueñas Covarrubias, veterano analista financiero con 25 años de experiencia y Raúl Félix de León Martínez, especialista en granos forrajeros y líderes gremiales, concluyeron que en México las políticas públicas agropecuarias son el origen de la nueva crisis nacional pues estas son dirigidas por idealistas políticos y economistas sociales, pero sin visión de los mercados globales y muchos menos sin percepción de la seguridad agroalimentaria, que es lo que se encuentra bajo amenaza.

Ambos fijaron que el precio a la tonelada de maíz blanco de Sinaloa estará en los 4 mil pesos o menos. El valor disminuirá dependiendo de la inflación que reconozcan los gobiernos, y sólo existen dos posibilidades de alza, que en la guerra de Ucrania versus Rusia se bombardee un puente que da salida a las cosechas de maíz o que China comience a comprar el grano. La primera posibilidad se ve lejana porque se han intensificado las defensas del puente y China tienen suficiente alimento para aguantar, incluso, muchos meses sin importación y sólo con su producción.

La situación se agudiza porque las políticas públicas de importación de granos ya permitieron la compra de 18 millones de toneladas de maíz transgénico de la cosecha de Estados Unidos que aún no inicia. A lo que se sumará la producción disponible de Ucrania, Brasil y Sudamérica, países en el que sus gobiernos apostaron por subsidios para la exportación, mientras que en México estas se restringieron, dijo el segundo de los especialistas.

“En Sinaloa, en estos momentos, hay más de 3 millones de toneladas de granos sin mercado y sin precio de la cosecha 2023, pero también hay 1.5 millones de toneladas del mismo grano que el Gobierno compró, pero ambos volúmenes no tienen consumidores porque no se está vendiendo, ¿por qué?, porque no hay compradores, y a otros jugadores en los mercados poco les interesa sacarlo. En la cadena, ¿quién pierde? El productor primario porque sus costos están por arriba del precio. Para estos momentos, en que un nuevo ciclo está por arrancar con problemas de sequía, se puede emitir una recomendación para los que tienen grano almacenado: vendan ya para que tengan pérdidas mínimas, porque en el futuro, las cosechas se van a empalmar, y los precios van a ser menores. Si lo almacenan, van a perder más”, dijo en conclusión De León Martínez.

A los vaticinios de desastre se suma una inminente deflación mundial porque la principal economía del mundo, la de Estados Unidos tiene una menor calificación crediticia porque inyectó dinero a los agricultores, pero sin tener suficiente garantía de pago o amortización. ¿Cómo juega esto en los mercados? Tumbando los precios, precisó García Dueñas Covarrubias.

Este sugirió a los productores meter otra ecuación a sus cadenas de venta. “Porque resulta que, en México, el problema actual es la comercialización, un hecho que el Gobierno no sabe cómo resolver. Desde que se eliminó Conasupo, las condiciones de los productores primarios comenzaron a desmerecer, lo que obliga a observar nuevas estrategias: el manejo financiero. Hay herramientas, sistemas para enfrentar esas crisis, como saber cuándo, en qué momento, en dónde, con quién comprar afianzamiento de precio para garantizar equilibrio y una eventual utilidad”, dijo, García Dueñas Covarrubias.

Ambos especialistas participaron en el ciclo de conferencias promovidas por la Asociación de Agricultores del Río Fuerte Sur (AARFS). Ellos hablaron sobre los mercados de maíz y trigo. Y sus observaciones y anotaciones no avizoran futuro rentable para los productores agrícolas.

Pero aún será para los productores secundarios, puesto que, sin un mercado rentable para el grano, que es base para la alimentación pecuaria, los porcicultores, los criaderos de aves y todo ese sector se verá en problemas.

García Dueñas Covarrubias dijo que el peso fuerte en realidad beneficia a terceros y no a los productores porque las exportaciones no tienen valor en México ya que los costos de producción son más caros que en otros países en los que se otorgan subsidios.

Los especialistas advirtieron que la única posibilidad de rentabilidad es un cambio en las políticas agropecuarias, lo que se anticipa que ocurra difícil porque las proyecciones políticas es que el actual régimen mantendrá la Presidencia de la República.

Sin embargo, este deberá de realizar un viraje porque un país que depende de la importación para alimentar a la población, termina en el fracaso.

Artículo publicado el 03 de septiembre de 2023 en la edición 1075 del semanario Ríodoce.