La sociedad está fragmentada de muchas maneras, por la edad, por el género, por la economía, por la escolaridad, por la religión, por el número de hijos, por su estado civil, por sus capacidades y sus discapacidades, y también por su peso.
No es lo mismo pesar sesenta kilos que pesar doscientos kilos, a pesar de tener una estatura alta para la población promedio, muchos podrían pensar que la sexualidad la ejerce mucho mejor la persona que tiene un índice de masa corporal de 22, y que una persona con un índice de masa corporal de 36 o 40 le sería imposible, sin embargo, a muchos se les olvida algo científicamente probado; el órgano sexual más importante es el cerebro.
La piel es el órgano sexual más grande, los genitales tienen funciones reproductivas y eróticas, los órganos de los sentidos forman el mapa erótico, por lo tanto, las personas se pueden excitar por medio de la visión, el oído, el tacto, el gusto, y el olfato, todos los órganos de los sentidos son importantes, aunque no todas las personas se erotizan o utilizan el mismo canal para la excitación.
Pocas personas utilizan una herramienta súper poderosa para la respuesta sexual, esta capacidad humana cuando se descubre y se utiliza para explorar el terreno sexual resulta una maravilla: las fantasías.
La habilidad de poder fantasear y construir escenarios favorables para inducir el placer sexual, es habilidad propia de los humanos inteligentes, por eso, después de entender lo anterior, la respuesta de la pregunta es obvia, las personas obesas pueden disfrutar de su sexualidad igual que las personas con el peso ideal, lo único que tienen que hacer es educar su cerebro para darle sentido a los instrumentos del mapa erótico, es decir, saber utilizar los cinco órganos de los sentidos más la capacidad para imaginar a través de las fantasías.
Muchas personas piensan y con razón, que los obesos no pueden disfrutar de la sexualidad porque la mecánica de sus cuerpos no se lo permiten. Tienen razón, pero se les olvida o no saben que el erotismo o placer sexual no se reduce a los genitales, el placer sexual se construye en un cerebro sexualmente sano, específicamente en una estructura cuyas funciones son el comportamiento sexual, el hambre, la sed, las emociones, la temperatura, y la regulación del sistema nervioso autónomo.
De nada sirven unos genitales funcionales en un cerebro reprimido o limitado por prejuicios sociales, la intimidad es parte del desarrollo erótico, implica la capacidad para conectarse con uno mismo, una persona obesa puede ser multiorgásmica si utiliza el cerebro como instrumento principal para la satisfacción sexual.
Las investigaciones han demostrado a través de escanear cerebros capaces de tener placer con el solo hecho de imaginar o recordar escenas eróticas, que la sexualidad tiene sus raíces en el hipotálamo.
- El autor es médico sexólogo certificado, con maestría en Psicología Clínica y doctorado en Psicoterapia
Artículo publicado el 27 de agosto de 2023 en la edición 1074 del semanario Ríodoce.