Artista de la vieja escuela sinaloense representa en esculturas una visión filosófica de los superhéroes
Los guardianes de Lenin Márquez están más allá de ser esculturas inertes. Sus rostros gritan, tienen dolor, miedo, calma, porque a pesar de ser ‘Guardianes’, también han fallado.
Son 12 piezas, en las que el artista pasó del lienzo al barro y a la cerámica. Tenía casi una década ensayando el tema del ser humano que va más allá de la estética, pero ahora retomó la figura de los superhéroes para reinventarla.
Siempre, se ha caracterizado por abordar temáticas sociales; la violencia, los desaparecidos. No se ha olvidado de ello, pero su trabajo como artista tiene a poner pausas, cuando siente que la realidad supera cualquier cosa.
Su trabajo es autobiográfico. Está ahí lo que le gusta, desagrada, sus ideas, sin dejarse guiar por la parafernalia que rodea a los temas; es por eso que se basó en la mitología griega para construir a los personajes.
Influenciado además por la cultura pop, religión, filosofía, tomó el mito de Narciso y la caída de Ícaro. También la de la civilización perdida de Tartaria, para convertirlos en escultura. Les colgó hijos rojos como símbolos de rayos y telarañas.
Está un multiverso, representado por más 35 pequeños rostros. Es el mismo personaje en muchos escenarios.
Los Guardianes
Márquez indicó que siempre ha sido un cazador de imágenes. La realidad le impacta, de manera inherente se refleja en su trabajo, de ahí que las esculturas que exhibe en el Museo de Arte de Sinaloa provocan distintas emociones al espectador.
“No estoy proponiendo a los héroes comerciales que se conocen como tal, porque para mí son guardianes. Tomé la filosofía para construirlos”, detalló.
“Guardianes, es parte de un proyecto más amplio que también tengo pensado llevar a la pintura, esto no significa que me aleje de temas sobre la violencia que he trabajado, porque llegó un punto que me superó y el tema de los desaparecidos creció”, dijo.
Contó que tenía más de diez años sin exponer, sin embargo, el oficio está presente como una forma de vida completa.
“Estuve preparándome para llegar a este trabajo, desde recoger el barro en Tepuche, Alcoyonqui, hasta finalizar las esculturas. El tema de los superhéroes, surge porque mi hijo Leney es fan, pero yo también y quise estimular más el tema”, detalló.
Reinvertarse en el arte
Márquez es un artista de la vieja escuela sinaloense, que además de pintar, esculpir, también hace música, y en todo ello busca reinventarse.
“Yo nunca he sentido necesidad de alejarme, porque el arte camina conmigo, no lo hago ni por quedar bien, ni poses, es parte de mí. Todo el día estás pensado en hacer algo”, apuntó.
“Es imposible que sea de esa manera, de repente mi personalidad tranquila no corresponde a lo que yo hago, pero es una forma de decir lo que siento, un desahogo”.
Ha buscado, en su trayectoria, no repetirse. No hacer denuncia, pero sí exponer lo que se vive en este mundo complejo.
“Yo no veo el arte como algo romántico, pero sí en el gozo y en disfrute. Yo hago lo que me gusta, si se dan otras coas bien y si no, no pasa nada. Sigo expresándome y eso es lo que importante”.
Artículo publicado el 23 de julio de 2023 en la edición 1069 del semanario Ríodoce.