Durante su primer año de gestión, el exalcalde de Mazatlán, Carlos Felton González (2014-2016), puso en la agenda pública la necesidad de que la ciudad contara con un relleno sanitario, paradójicamente, fue durante su administración que se desatendieron los requerimientos de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para solucionar la contaminación de los mantos freáticos.

En junio de 2022, el exalcalde Luis Guillermo Benítez Torres viajó a Miami, Florida, para supervisar una planta recicladora de basura que pretendía instalar en Mazatlán, y el resultado fue nulo.

Son entre 610 y 720 toneladas de basura que se recolectan diariamente, y tienen como disposición final el basurón que opera desde hace 60 años, pero colapsó ante un gobierno local omiso y reincidente que le costó además una multa de 52.5 millones de pesos.

Ante este escenario, la actual administración busca concretar la adquisición de un terreno que le permita construir un relleno sanitario que sí cumpla con la Norma Oficial Mexicana 083 de la Semarnat 2013 (NOM083 Semarnat 2013).

“Es un tema muy viejo, cuenta con cerca de 60 años (de funcionamiento), está en un predio rentado, se paga una renta aproximada de 2 millones y medio anuales, el propietario es el ejido de Urías”, explicó el alcalde Édgar González Zatarain.

Este tiradero a cielo abierto ha tenido mejoras mínimas a lo largo de los años, agregó, pero no cumple con la Norma.

El origen del problema

“El problema inició prácticamente en 2014, cuando se ordena una serie de estudios del basurón para saber el trabajo que tendrías que hacer de mitigación, de mejoras, y se comprometen a hacer esa serie de trabajos que nunca se llevaron a cabo, lo cual provocó que en ese incumplimiento se derivaran una serie de multas”, mencionó.

Sin referirse directamente al exalcalde Carlos Felton, Édgar González detalló que hubo promoción de acciones colectivas, el juzgado y autoridades federales que no vieron avances ni interés por parte del Ayuntamiento para mejorar las cosas en el basurón.

El Ayuntamiento estaba obligado a realizar estudios que permitieran evaluar el impacto del basurón en el subsuelo. El alcalde sostuvo que está documentado que le solicitaron a la comuna dichos estudios, ésta se comprometió a hacerlos, y no se realizaron.

“Eso significa que se incumplió, pero ya después todo mundo pateó el bote, es decir, fueron aventando el problema hacia adelante, y nadie lo enfrentó, nadie lo atendió, prefirieron pagar multas menores a la que se pagó, que data de 2022, antes de que yo estuviera como alcalde, que eran de poco más de 100 millones de pesos, pero impugnamos y el resolutivo fue que bajara a la mitad: 52.5 millones de pesos, monto que ya fue pagado al SAT”, dijo.

Actualmente el gobierno municipal realiza informes de la atención y acciones que le permitan cumplir con el cierre definitivo ante el juzgado, Gobierno del Estado a través de Sebides (Secretaría de Bienestar y Desarrollo Sustentable de Sinaloa) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

“Estamos esperando la autorización del Plan de Cierre, que incluye un cronograma, que al parecer en agosto sale la autorización, y tan pronto salga, nosotros nos ponemos a trabajar”, detalló.

La polémica por el nuevo relleno sanitario

La reunión que encabezó el regidor Jesús Sandoval con vecinos de El Habal, ante quienes sostuvo que no estaba de acuerdo con que el relleno sanitario fuera construido en esa zona, desató la polémica entre la gente que vive en ese poblado, quienes exigieron al alcalde información, pues adelantaron que no permitirían que se hiciera porque afectaría la actividad comercial y tendría un impacto ambiental negativo.

Fue tema en sesión de Cabildo, ante lo que el alcalde negó que ya exista un terreno en esa zona para tal fin, y conminó a los regidores a no politizar el tema.

Incluso se reunió con un grupo de vecinos de El Habal para explicar que no hay nada definido en la adquisición del predio.

En la zona norte de la ciudad, los ganaderos también manifestaron su postura a través de redes sociales, y tampoco quieren que el relleno sanitario llegue a contaminar.

El jueves pasado se integró una comisión que encabeza al Síndica Procuradora, Claudia Cárdenas, y se espera que haga las propuestas para optar por la más viable, ya que se tiene que definir bajo qué esquema se adquirirá el terreno (compra, renta o permuta).

-¿Tiene fecha límite para conseguir ese terreno?

-Sí porque va a depender mucho del tema del cierre, no podemos quedarnos cerrados sin tener aperturado el otro.

-¿Pero de qué fecha se está hablando para tener ya el relleno sanitario?

-No sabemos, hasta que ahora, en agosto, salga el Plan de Cierre con el cronograma.

El regidor Martín Pérez, integrante de la Comisión de Urbanismo, consideró que son muchos los requisitos que debe de cumplir el terreno como el no estar cerca de un aeropuerto, de mantos freáticos o depósitos de agua considerados para consumo humano ni animales, “y en esa parte vamos”.

-¿Pero están contra reloj, no?

-Sí, yo creo que de aquí a diciembre tiene que ser.

Hasta el momento no hay ningún indicio que establezca que podría quedar ubicado al norte o al sur, dijo, se comentó que podría ser donde está el basurón actual, hacia adentro, a ver si hay terreno o al lado del Habalito del Tubo o Villa Unión, “ahorita es agilizar la exploración, la verdad es que es preocupante, somos un puerto que está en un auge inmobiliario y que requiere poner todos los motores en marcha hacia lo que debe ser un destino y cumplir con las normas”.

Artículo publicado el 23 de julio de 2023 en la edición 1069 del semanario Ríodoce.