Román y Esteban, el abandono de la izquierda

ROMÁN RUBIO. Desamparo y sacrificio. Foto tomada del portal ZonaDocs

El pasado 21 de julio se cumplieron dos años del asesinato de Román Rubio Ayala y de Esteban López Beltrán, en Sinaloa municipio. Dos crímenes impunes. No se hará justicia. Nunca se hará justicia. Nadie, después de aquel día que debería avergonzarnos a todos desde la más elemental condición humana, ha exigido justicia. Los familiares de uno y otro guardan silencio. “Usted comprenderá porqué”, dice la viuda de Román. Vea lo que acaba de pasar con esta señora –se refiere a la exalcaldesa asesinada, María Beatriz León Rubio. “Las cosas están peor ahora”.

Y es verdad, las cosas están peor ahora. La familia de Esteban, igual. “los que hicieron eso ya pagaron”. Luego el silencio. Un taco, una cerveza. Silencio.

Igual que el silencio del gobierno, pero, en este caso, abominable. Porque tenía y tiene la obligación de investigar, perseguir, imputar y castigar los crímenes. Y no lo hizo. Resolvió no hacerlo desde el principio, desde que ocurrieron, porque sabía perfectamente de dónde provenían. Lo supo Quirino Ordaz, pero ya se moría por irse. Y lo supo Rubén Rocha Moya, pues estuvo al tanto siempre de las presiones que, desde el PRI, apoyado por el crimen organizado en Sinaloa y Guasave, sufrieron los candidatos de Morena en esos dos municipios, tanto a las alcaldías, como al distrito 06.

Román fue candidato a diputado y Esteban coordinó la campaña de Mónica Nava a la alcaldía. Ambos por Morena. Y durante las campañas muchos de sus operadores recibieron amenazas. Y el mismo día de la elección, decenas de ellos, en ambos municipios, fueron retenidos y liberados hasta la tarde de ese domingo 6 de junio. Lo mismo que ocurrió en Culiacán, con los más de cien operadores del PRI –entre ellos la ahora dirigente estatal del partido, Paola Gárate– que fueron secuestrados y paseados al menos por tres bodegas y fincas de Culiacán y Villa Juárez, para favorecer a los candidatos de Morena. En Guasave se impuso Martín Ahumada pero en Sinaloa impusieron al doctor Rolando Mercado.

Nava, Román y Esteban denunciaron fraude, acarreo, robo de urnas, presiones, compra de votos, violencia contra sus operadores, pero nada lograron. Hicieron un plantón frente al consejo electoral pero la protesta duró solo unos días. La excandidata de Morena anunció que se retiraba, que no había condiciones para protestar ni exigir que se anulara la elección. No lo dijo así, pero las presiones del crimen organizado, siempre junto con la entonces alcaldesa, María Beatriz León Rubio, la obligaron a tomar esa decisión.

En realidad, el caso electoral se cerró con ese acto. Por eso parecía inexplicable que seis semanas después de la elección y sin que hubiera ya más protestas, los dos dirigentes morenistas fueran asesinados.
Nunca se hizo una investigación seria sobre estos crímenes y no bastó siquiera que los dos hayan sido militantes destacados del partido que habría de gobernar Sinaloa (hasta por solidaridad elemental con las familias se hubieran esmerado un poco). Román Rubio, según quienes lo conocieron de cerca, representaba la versión más pura de la verdadera izquierda en Sinaloa. Maestro normalista, se pasaba mucho tiempo atendiendo comunidades tarámaris en la sierra de Sinaloa, a las que llevaba víveres, agua, ropa, y para los que gestionaba, no siempre con éxito, apoyos del gobierno.

Por eso es doblemente condenable que los crímenes no se hayan siquiera investigado. Lo cual muestra ruindad de las esferas encargadas de hacer justicia. La investigación fue iniciada por la fiscalía saliente, pero ha sido responsabilidad de la actual, encabezada por Sara Bruna Quiñonez que las carpetas se hayan llenado de polvo en una bodega sin que se mueva una hoja. No pueden declarar, según ellos, porque “es un caso abierto”. Pero en realidad no lo hacen por la misma razón que los familiares de Esteban y Román: por miedo. Son fiscales con miedo, investigadores con miedo, gobernantes con miedo. Tan grande el miedo que ni para los suyos buscan justicia.

Bola y cadena
CONOCÍ A ESTEBAN LÓPEZ BELTRÁN en su casa, el domingo 7 de julio de 2013. Era primo de Malova y durante la campaña le habían asesinado a uno de sus operadores. Y amenazado a otros. A él mismo. En Ríodoce cubrimos algunos puntos durante la jornada electoral. Me tocó Sinaloa. Cuando llegué a su casa, dos horas antes de que fuera a votar, me llamaron la atención los bultos de propaganda almacenados en el patio de su casa, bajo un tejabán que bien podría albergar una escuela rural. Cientos de banderines, miles de posters, mantas, pintura… Un mes antes había anunciado que no haría más campaña porque no había condiciones. Fue a votar solo por respeto a los que lo estuvieron apoyando. Aun así, logró 12 mil 500 votos, el 35 por ciento. Se retiró un tiempo y luego reapareció con Morena, Malova hundido en el descrédito. Eran buenos hombres, no tengo duda. Eran valientes.

Sentido contrario
¿POR QUÉ LA IZQUIERDA DE SINALOA se olvidó de Román Rubio? ¿Por qué nunca exigieron justicia? Muchos, los que viven en esos dos municipios, donde las calles son muy angostas, seguramente por miedo. Pero ¿y los líderes estatales, los diputados locales, los diputados federales, la senadora, el propio gobernador, un hombre de izquierda? ¿Porque tendrían que exigirse a sí mismos? ¿Por complicidad? ¿También por miedo? ¿La Fiscal tiene miedo?

Humo negro
ENTRE ACUSADOS DE LADRONES y zopencos que no han podido armar sólidas carpetas de investigación, el conflicto Gobierno-UAS se difiere seis semanas. A descansar.

Artículo publicado el 23 de julio de 2023 en la edición 1069 del semanario Ríodoce.

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email
  • 00
  • Dias de Impunidad
RÍODOCE EDICIÓN 1108
GALERÍA
Suman cuatro cuerpos localizados en fosas clandestinas en las inmediaciones de Alturas del Sur y la Facultad de Veterinaria y Zootecnia, al sur de Culiacán en menos de 48 horas.
COLUMNAS
OPINIÓN
El Ñacas y el Tacuachi
BOLETÍN NOTICIOSO

Ingresa tu correo electrónico para recibir las noticias al momento de nuestro portal.

cine

DEPORTES

Desaparecidos

2021 © RIODOCE
Todos los derechos Reservados.