Los hombres rescatados de un “centro de rehabilitación” en Angostura eran obligados a trabajar sin sueldo, en ocasiones los azotaban con mangueras o golpeaban con una tabla, vivían hacinados y no podían salir del lugar más que para trabajar y siempre custodiados por hombres armados.

Las víctimas contaron a Ríodoce que eran alrededor de 60 personas las que tenían en esas condiciones, pero ayer que llegaron a rescatarlos solo había 16.

En el lugar había personas que tenían nueves meses retenidas y obligadas a trabajar y los más nuevos tenían entre dos y tres meses.

Aseguran que nunca hicieron actividades ilícitas y siempre los llevaban a cortar tomate o tomatillo o cebolla o a encostalar maíz.

Por las mañanas los llevaban a campos agrícolas en vehículos custodiados por hombres armados y al mediodía volvían al centro de rehabilitación a comer, después regresaban a trabajar y por la tarde los trasladaban otra vez al centro, de donde no podían salir porque eran vigilados.

Si alguien intentaba escapar, narraron, lo alcanzaban y luego lo golpeaban y tableaban en las piernas y en la espalda.

En el centro les daban de comer las tres veces al día, pero solo era caldo y unos cuantos granos de frijol, con dos tortillas. Cuando les tocaba encostalar maíz, a escondidas algunos guardaban granos en las bolsas del pantalón y por la noche, cuando ya estaban acostados y los guardias no los veían, se lo comían.

Por las noches dormían en dos cuartos en los que había hasta 30 persona en cada uno, por lo que se amontonaban en el suelo. Tenían que dormir con las piernas dobladas porque si se estiraban no cabían.

Cuando estaban trabajando en el campo siempre estaban vigilados por hombres armados hasta para ir al baño. Si alguien se aflojeraba, lo azotaban con una manguera o le pegaban con una tabla, narraron.

Las víctimas son originarias de Sinaloa, Colima y Nayarit, la mayoría de ellos jornaleros que trabajaban en campo agrícolas.

Todos fueron privados de la libertad y los llevaron a ese lugar. Dicen que estaban en la calle o caminaban hacia su casa después de terminar su jornada en el campo donde trabajaban, cuando hombres armados los interceptaron y los subieron en una camioneta.

Del lugar donde los tenían era difícil escapar porque siempre estaban vigilados por hombres armados, aunque hubo cinco o seis que sí pudieron huir.

Por el trabajo en el campo, dijeron, nunca recibieron ningún sueldo.

La tarde de ayer, dos de ellos pudieron escapar y pidieron ayuda a elementos de la Marina que estaban en Chinitos.

Los Marinos y elementos de la Policía Estatal Preventiva implementaron un operativo y rescataron a otras 16 personas más.

Los rescatados dicen que iban llegando a comer cuando “cayeron” los policías y un “boludo” empezó a sobrevolar.

Aseguran que en el lugar había más personas que en ese momento no se encontraban ahí y probablemente ya iban a en camino porque era la hora de la comida.

En el operativo hubo una persona detenida y fue puesta a disposición de la Fiscalía Especializada en Desaparición Forzada de Personas.