La estrategia de cambio de funcionarios cercanos a la administración de Jesús Estrada Ferreiro ha costado al Ayuntamiento de Culiacán casi 7 millones de pesos repartidos entre más de 40 ex trabajadores de la comuna por motivo de sus finiquitos.

Desde el primer día de su administración, Juan de Dios Gámez Mendívil comenzó a remover a funcionarios y funcionarias allegadas a Estrada Ferreiro, de áreas desde la secretaría del Ayuntamiento, hasta a asesores.

En total son 44 funcionarios, todos con cargos en jefaturas, direcciones o coordinaciones A, o secretarías que en total suman 6 millones 848 mil 412 pesos. El único que no solicitó finiquito fue el mismo Estrada Ferreiro.

La relación de los finiquitos de la comuna a ex funcionarios parte de una solicitud de información del regidor por el Partido Acción Nacional (PAN) Sadol Osorio Porras, quien denunció ante medios de comunicación el gasto.

De los 44 trabajadores cesados por la comuna entre el 6 de junio y el 15 de septiembre 13, de ellos obtuvieron finiquito por más de 200 mil pesos, mientras que 24 montos superiores a los 100 mil; y el resto entre 60 y 90 mil.

Acusados, pero con bolsillos llenos

La tesorera Issel Guillemina Soto González y el secretario del Ayuntamiento Othón Herrera y Cairo Yarahuán, enfrentan un juicio penal al lado de Jesús Estrada Ferreiro por presuntos cargos de ejercicio indebido del servicio público.

Al margen del proceso, ambos funcionarios fueron liquidados por la comuna con 270 mil 606 y 263 mil 916 de manera respectiva. Ambos funcionarios tenían un salario mensual cercano a los 100 mil pesos según datos de la Plataforma Nacional de Transparencia.

Los cargos de los que se les acusa es por la renta de 40 camiones recolectores compactadores de basura cuyo sobre precio, según denunció la Fiscalía, es de más de 40 millones de pesos, de un contrato signado en más de 117 millones.

“Eso es lamentable (el finiquito) porque estando en proceso cómo vas de una u otra manera liquidar a estos funcionarios”, opinó Sadol Osorio.

“Hay daño patrimonial, tienen qué responder por ese daño y simple y sencillamente se les liquida”, añadió.

En ese sentido, insistió en que ambas liquidaciones son ilegales bajo el supuesto del reglamento interno del municipio.

Además, en el caso de Herrera y Cairo Yarahuán, tras su despido de la comuna comenzó el proceso para su alta como proveedor de servicios del Ayuntamiento de Culiacán aunque al corte de esta edición, según la administración municipal, no existe relación alguna con el ex funcionario.

Por otra parte, los montos más elevados fueron los cobrados por César Manuel Ochoa Salazar como titular de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos con 291 mil 204 y el de Rodolfo Audelo Avilez como titular de la Dirección General de Servicios Públicos con 274 mil 568 pesos.

Ambos funcionarios participaron con Estrada Ferreiro desde su primera administración, así como en su equipo cercano de campaña. Su salario según datos de la PNT también era cercano a los 100 mil pesos mensuales en el caso de Ochoa Salazar y de casi 80 mil en el caso de Audelo Avilez.

Estos pagos salieron durante la gestión de la todavía titular de Recursos Humanos, Yolanda Martínez Sotelo, quien a su vez obtuvo finiquito por 216 mil 611 pesos, además de liquidar a su nieto, Gustavo Cháidez Herrera, con 78 mil 922 por su trabajo como coordinador A en el Instituto Municipal de Cultura.

La ex directora de Recursos Humanos dejó el cargo el 20 de junio, una de las últimas funcionarias cercanas a Estrada en separarse de sus labores y a quien se le acusó de nepotismo durante su administración.

También aparecen con montos superiores a los 200 mil pesos aparecen Carlos Zamudio de la Herrán quien ocupó cargo como director de Bienestar y cobró 234 mil 446 pesos, junto a la ex titular de Desarrollo Económico, Berenice Mascareño García, quien cobró 234 mil 446 pesos; mientras que la directora de Turismo Municipal, Alma Patricia Elenes Bernal, cobró 177 mil 555 pesos de su finiquito.

El colmo
Entre las funcionarias y funcionarios aparecen personas cercanas al ex alcalde e incluso su asesor, Jesús Armando Liogon Beltrán, quien fungió en sus labores apenas tres meses y cobró finiquito por 142 mil 291 pesos.

Liogon Beltrán ingresó a la comuna los primeros días de marzo cuando el entonces alcalde le tomó protesta como asesor con salario de 10 mil 800 pesos mensuales brutos, sin embargo aparece compensación por 21 mil 180 pesos de manera mensual.

Es un trimestre de “trabajo” el ex priista cobró de la comuna más de 173 mil pesos entre su salario y su liquidación.

También el caso de Dave Henry Martínez Hurtado, director de la función pública quien fue liquidado por la comuna con 218 mil 372 pesos y tenía un salario de alrededor de 30 mil pesos mensuales en su cargo como “director A”.

El caso cobra más relevancia porque, además del cargo que ocupó como empleado de confianza, Estrada Ferreiro lo propuso para obtener base en el Sindicato de Trabajadores al Servicio del Ayuntamiento de Culiacán (STASAC), la cual se le otorgó a fines de 2021.

Otros casos significativos son el del secretario particular del ex alcalde, Erick Herrera y Cairo Guerrero quien se lleva finiquito de 227 mil 549 tras haber cobrado salario de alrededor de 50 mil pesos mensuales.

También los finiquitos de Leonardo Ramírez López y Vladimir Oviedo Barraza en Innovación Tecnológica y Comunicación Social de manera respectiva, con montos de 211 mil 874 y 206 mil 800 pesos.

Y el finiquito dado a estos funcionarios se los pagan después de formar parte de una administración que comenzó a tener roces con policías y sindicalizados jubilados por ese mismo tema: la falta de recursos para pagar esas primas. Para unos, sí; para otros, no.

Artículo publicado el 23 de octubre de 2022 en la edición 1030 del semanario Ríodoce.