El dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Alito Moreno, fue reelegido por unanimidad como presidente de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL), para el periodo 2022-2026.
El priista quien últimamente se ha visto involucrado en una estela de escándalos por los audios difundidos por la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, afirmó que es momento de profundizar la democracia en la región, para cerrar el paso a toda propuesta autoritaria que mire el futuro de la Patria Grande por el espejo retrovisor.
En su mensaje ante la reunión plenaria de la COPPPAL, integrado por 69 fuerzas políticas, dijo que “sabemos que hay una luz al final de túnel, una luz que emana de nuestra oferta demócrata social”.
Asimismo se manifestó por oferta política y programática equidistante del neoliberalismo y del populismo, “destinada a profundizar la democracia con libertad, solidaridad e igualdad social, y que termine con el desconcierto, la desesperanza y la frustración que sufre la región de América Latina y el Caribe”.
En su discurso de inicio de la presidencia la de este organismo, señaló que las democracias latinoamericanas deben salir de su zona de confort electoral y abrir el espacio público a formas de control ciudadano.
“La nueva gobernabilidad es con los ciudadanos o no es. En síntesis, nuestras democracias deben avanzar por la vía de la Reforma del Poder”, expuso.
Alejandro Moreno destacó que “somos una organización de acuerdos, no de vetos”, y dio a conocer que durante los tres años que lleva de gestión se ha brindado el respaldo democrático de la organización ante los intentos de conculcar la voluntad popular.
Aseveró que durante su gestión se ha relanzado a la COPPPAL, “tal y como nos propusimos hacerlo en la plenaria de Managua. Los resultados están a la vista. Nuestra Conferencia ha crecido en presencia y en importancia. Somos la organización más grande en su tipo en el continente”.
Consideró que los países de América Latina y el Caribe están llamados a ser importantes actores globales en el siglo XXI, “siempre y cuando logremos consolidar nuestro proceso de modernización democrática social y de integración geopolítica y económica, para así potenciar nuestra influencia global”.
