La terminación está atorada por problemas financieros
El nuevo Hospital Pediátrico de Sinaloa (HPS) luce un enorme edificio con una inversión millonaria, pero sigue sin dirección y sin culminar. Atrapado en los cambios de administración federal y luego estatal, el edificio sigue ahí, vacío y sin operar.
La desaparición del Seguro Popular convertido a Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) y programas, manuales y reglas de operaciones modificadas, la culminación del HPS no se vislumbra al menos en los siguientes cinco meses.
Así lo explica a este semanario José Antonio Mendoza Beltrán, jefe de la unidad de estudios y proyectos de la Secretaría de Salud de Sinaloa.
“Ahorita no te podría dar una fecha muy precisa (sobre la fecha de culminación y operación), yo espero y sin que sea un propósito como tal, a lo mejor en unos cuatro o cinco meses que ya se pudiera estar echando a volar en su total capacidad el hospital”, explica el funcionario.
Los recursos para la construcción del nuevo HPS se autorizaron del Seguro Popular, los cuales provienen del Fideicomiso de “prevención presupuestal”.
Pero con la política del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre desaparecer todo fideicomiso, los cambios llegaron a puños.
Según el centro de análisis e investigación FUNDAR, en abril de 2021 se proyectaba extinguir 281 fideicomisos con un monto a recuperar de 250 mil millones de pesos, y para noviembre se preveía extinguir 109 fideicomisos con un monto a recuperar de 90 mil millones de pesos.
Sin embargo, al 30 de junio de 2021 aún había 301 fideicomisos públicos no entidad paraestatal con disponibilidad de 508 mil 420 millones de pesos, lo equivalente al 8 por ciento del PEF de ese 2021.
A partir de entonces todo se ha limitado a reglas y trámites, a nuevas reglas y nuevos trámites.
Incertidumbre
Actualmente el edificio se encuentra a un 95 por ciento de su obra física culminado mientras que en equipamiento abarca un 80 por ciento de su capacidad. El gobierno de Quirino Ordaz Coppel por más que apresuró para concluirlo, no lo logró. Dependió de la Federación y así sigue siendo.
Visitas del titular del INSABI, Juan Antonio Ferrer y posteriormente del mismo presidente López Obrador generaron la expectativa de que el edificio podría concluirse en tiempo y forma, o al menos, antes del término de la administración “quirinista”.
Incluso adelantaron que entre el 6 y el 8 de octubre de 2021 iniciaría operaciones. Luego la fecha se estiró. Después a fines de noviembre y luego entrando el 2022.
Pero no fue así.
El tema ahora es el Fondo de Salud para el Bienestar (FONSABI), creado en la reforma a la Ley General de Salud (LGS) en 2019, sustituyendo al Fideicomiso del Sistema de Protección Social en Salud, que operó desde 2004 y del cual formó parte en un inicio la construcción y equipamiento del HPS.
“Dependemos un poco de la Federación por ese tema de esta consulta que se está haciendo en Hacienda y la posterior y muy probable modificación que debe de venir a las reglas de operación del FONSABI para ya destrabar ese tema”, acota José Antonio Mendoza.
En un primer momento, aún bajo la figura del Seguro Popular, el HPS recibió recursos para la obra civil por 475 millones de pesos. La obra quedó inconclusa y sujeta a actualizaciones y en un segundo momento, ya bajo el INSABI, se aplican 112 millones de pesos más.
Lo positivo radica en que los recursos ahí están. Al margen de cualquier inflación, aumento de costos u otros imprevistos, el dinero para equipar y culminar la construcción está “a salvo” gracias al fideicomiso.
Al ser fideicomiso tiene una ventaja, no hay anualidad presupuestal, lo cual significa, por ejemplo, que el recurso se puede ejercer en distintas etapas y no en el plazo que regularmente tiene un presupuesto para su aplicación”, explica le funcionario.
“Por ejemplo, en este caso se llama recurso devengado, el contratista presenta el trabajo, la estimación y luego el trámite para la liberación del recurso”, añade.
En términos hacendarios, se le llama recurso devengado al momento contable que refleja el reconocimiento de una obligación de pago a favor de terceros por la recepción de conformidad de bienes, servicios y obras oportunamente contratados.
Dicho en un ejemplo, en el caso del HPS, primero, el contratista acude a Obras Públicas, ente que le contrata para posteriormente la dependencia notificar a los Servicios de la Salud de Sinaloa, quienes a su vez acuden al INSABI y una vez revisado el proyecto la dependencia federal, se solicita el recurso a Banobras para que le pague al contratista.
El pozo drenado
Durante la pandemia la situación se complicó aún más. Entre 2019 y 2021 el FONSABI ha tenido que erogar 73 mil millones de pesos para financiar al INSABI debido a la contingencia sanitaria y otras acciones de salud, lo cual ha significado que el Fondo haya tenido una reducción de más del 40 por ciento en ese periodo.
Los recursos del FONSABI pasaron de 113 mil millones de pesos en 2019 a 64 mil millones de pesos en el segundo trimestre del 2021, según datos del Gobierno Federal.
En contraparte, desde su creación en enero de 2020, el INSABI eliminó la afiliación y amplió su cobertura a 68 millones de personas, es decir, 16 millones más que el extinto Seguro Popular, lo cual significará un aumento en los gastos del FONSABI.
Y respecto al HPS, según los datos del gabinete de Ordaz Coppel, se han erogado mil 238 millones en un hospital que siguen sin tener fecha de operación y que tampoco ha “cerrado caja” respecto a la erogación total que pueda significar.
Artículo publicado el 23 de enero de 2020 en la edición 991 del semanario Ríodoce.