El Panteón San Juan, el más antiguo de Culiacán, luce desolado esta mañana de Día de Muertos.
A este camposanto no ha llegado la colorida asistencia de los deudos que cada año montan ofrendas florales y se reúnen en familia a conmemorar a sus difuntos.
La ausencia de músicos y el bullicio que tradicionalmente se presenta en este día, abonan a la soledad y silencio sepulcral.
Algunas de las tumbas presentan el abandono y deterioro que el paso del tiempo dejan, otras cuentan con flores.
Este panteón está ubicado por la calle Benito Juárez, en el sector del tradicional Mercadito. Abrió sus puertas el 13 de mayo de 1844.
Según el historiador Herberto Sinagawa, antes de existir este panteón, a muchos soldados españoles se les sepultó en una capilla donde ahora es Catedral, mientras que los locales enterraban a sus difuntos en los traspatios.
La cripta de Rafael de la Vega, data de 1849 y se considera la más antigua del Panteón San Juan.
La epidemia provocada por la peste negra provocó que en solo cinco años (1850) este espacio se llenara, por lo que las autoridades debieron hacer el Panteón Civil.
Este panteón antiguamente salía hasta la calle Granados y hasta la calle Escobedo, relata el historiador.