‘Vamos por la alianza gobierno-sociedad’, Martín Ahumada

MARTÍN AHUMADA QUINTERO. Hacer un gobierno transparente.

No era el favorito, pero ganó la alcaldía de Guasave

Le dicen el doctor, y es popular. Más ahora que ganó la alcaldía de Guasave.

Y sí, tiene la apariencia de doctor. Y un título médico que lo respalda, además de una carrera en la medicina pública.
Su apariencia es la de esos doctores de viejo cuño. De los de rostro impasible, paciente, amiguero, de los que van al grano, sin rodeos, claro, de frente.

Ya de cerca, es de esos hombres que razona antes de hablar, contrario al político que habla sin pensar. Cuidadoso con las palabras. Las elige antes de soltarlas.

Delgado, cabello lacio negro, de rostro limpio, sin barba ni bigote. Mirada franca, que no pestañea ni desvía. Muestra de franqueza.

Viste casual. Jeans y camisa. Cubrebocas, para no variar y predicar con el ejemplo. Lleva anteojos.

En su oficina, cerca del primer cuadro comercial de la ciudad, hay austeridad manifiesta. Apenas tiene lo suficiente. Una secretaria que le agenda las visitas y le administra el tiempo. Personal que le monitorea medios y otros que le llevan los asuntos secundarios.

Su despacho es pulcro, más austero que el de muchos nuevos políticos. En la pared de su espalda hay un mapa de Guasave. Y un ventanal a la izquierda. No se ven cuadros ni diplomas. Las paredes están pelonas, sin decoración. Muestra que no presume, ni alardea de logros pasados.

A excepción del buen trato con sus pacientes y conocidos, no se le conocen objetivos políticos, ni afiliación, aunque su hermano, Audómar Ahumada Quintero, fue un hombre de izquierda de mucho tiempo, de esos luchones, de aquellos que enfrentaron al priismo rancio, a los caciques cetemistas.

Por eso, en el cardiólogo Martín de Jesús Ahumada Quintero cabría una cepa de izquierda moderada.

Antes de ser candidato por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) fue el secretario técnico del Consejo Ciudadano para la Mitigación del COVID-19, único en Sinaloa, en donde transparentó todos los gastos, donaciones, regalos, compras, asignaciones y a ese cargo le precedió el de presidente del Patronato del Hospital General de Guasave.

Desde que regresó de la Ciudad de México tras graduarse en su especialidad de cardiólogo, trabajó en la clínica número 32 del Instituto Mexicano del Seguro Social, en donde se jubiló como director en el 2018, cuando la izquierda revolucionó al país. Entonces no tenía ni asomo de ser presidente municipal y estaba lejos de ser político.

En su campaña electoral, no arrancó como el favorito. Incluso se desmarcó de la alcaldesa, María Aurelia Leal López. Su proselitismo también fue afectado el día de la elección con el robo de urnas, pero para entonces, él ya respiraba el triunfo.

Aunque es alcalde electo, aún no ejerce el cargo que marea a muchos, les dispara el ego y la soberbia les saca esa ralea que 36 meses después los convierten en escoria. Promete que no será quien se maree del ladrillazo de alcalde, sino aquel de contacto con la gente, como ha sido su estilo personal y profesional.

“Quiero un Guasave diferente, que pueda cambiar, crecer, ser distinto; no lo quiero rezagado. Tengo claro, estoy con la misma perspectiva, quiero enmendar el olvido de muchos años; entiendo y veo la expectativa que se ha generado de un gobierno diferente, ciudadano, incluyente. Voy por la alianza gobierno-sociedad”.

¿Cómo lo va a lograr?

—Todos los días me reúno con organismos y ellos tienen la ilusión de un gobierno diferente. Voy a aprovechar esa expectativa de la gente para invitarlos a que aporten, nos queda claro que no es únicamente el gobierno el que haga que las cosas pasen; podemos tener la voluntad, el empeño y el liderazgo, pero es necesario que la sociedad se involucre; sé que en la medida que el ejercicio sea transparente y honesto con el poder, la sociedad se va a volcar para que las cosas sucedan”.

—¿Usted se refiere a involucrarse en el pago de impuestos, derechos o en una evolución social?

—Es muy amplio el concepto de cambio cultural, porque está implícito aportar impuestos (el predial) nos permite aplicarlo en obras en las comunidades y en la ciudades. Hay una capacidad enorme de participación, ejemplo es Canirac que ofreció frentes y alrededores limpios, buen servicio, buen trato y gastronomía, les daremos un distintivo para que lo ostenten; hay personas con suficiente calidad moral en Canacintra, Canaco, Coparmex, maestros, ingenieros, ejidatarios, amas de casa, que desean participar si ven un gobierno eficiente, honesto y transparente.

—¿Cómo va a lograr esos tres puntos?

—Seré la cabeza y pondré el ejemplo para exigirlo. No hay medias tintas. Se es no se es. Un deshonesto no puede estar dentro del equipo. Afortunadamente, hay contrapesos. Hay una síndica en procuración que se aplicará rigurosamente a que las cosas se hagan con mucha transparencia, nuestro equipo dará informes de lo que se gasta, en qué se gasta, cómo se gasta, cuánto se gasta en salario, insumos y en obras; permitiremos las auditorías paralelas y las sociales teniendo acceso a los proyectos para que conozcan cómo es la obra, los materiales, lo puedan constatar, los tiempos de ejecución, todo, calidad de insumos. Si en el pasado se recortaban obras, hoy esperamos costos reales con obras exactas, lo que cueste que se entregue, evitar desvíos a otra instancia. No queremos línea 12 del metro. No quiero que se diga del doctor ni una mancha, con una obra que no se hizo bien, como el dren San Joachín.

—¿Qué le va a permitir a la auditoría social?

—Hemos escuchado que anteriormente a nadie se le permitía saber presupuestos, insumos, características de la obra. Era limitado, un top secret. Hoy estamos abiertos a que tengan toda esa información y evaluarlo. No tendremos límite. La auditoría (social) la veo como un beneficio.

—¿Qué tan transparente será?

—Voy más allá de lo que la ley permite. Estará en los portales de transparencia, pero allí nadie la ve ni la lee. La vamos a estar boletinando también. Para que la gente esté sobremanera informada.

—¿Cómo va a lograr la eficiencia?

—Con el conocimiento. Los perfiles serán los adecuados. No bastará la eficacia, sino el ser eficiente: a menor costo y en tiempo, con materiales de calidad.

—¿Para cuanto la entrega-recepción?

—Dentro de los tiempos y plazos marcados. Espero que la información esté disponible, pero de cualquier manera, tendremos 30 días más para las aclaraciones.

—¿Qué buscará resolver en lo inmediato?

—No basta el plan de los 100 días. Mi equipo tendrá resultados rápidos en agua potable, drenaje sanitario, alumbrado público, recolección de basura, y en todos los servicios cuyas quejas escuché en la campaña.

—¿Y seguridad Pública?

—Será un tema alineado con el gobierno del estado y el federal. Hay normas que se deben cumplir, y las tendremos.

Artículo publicado el 26 de septiembre de 2021 en la edición 974 del semanario Ríodoce.

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