Crece entre padres de familia incertidumbre por retorno a clases
En Ahome, las escuelas lucen descuidadas y como verdaderos basureros. Los patios llenos de hojarasca y desperdicios por doquier.
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Las instalaciones con el deterioro habitual por más de un año de abandono, parecen estar en ruinas. Muros descarapelados, escamas de pinturas desprendiéndose porque ya perdió adherencia, polvo fino acumulado, y algunas, no todas, con daños visibles en ventanales. Aún no se cuantifican las pérdidas verdaderas como el robo de material didáctico, equipamiento, y los enceres que toda centro educativo debe tener y que ya no están.
A la par, este viernes, los padres de familia iniciaron la confrontación con los directores que buscar articular los equipos de limpieza para el inminente retorno a clases ordenado por el gobierno federal, para finales de agosto.
Ellos aseguraron que los maestros comenzaron a cobrarles cuotas obligatorias para la reconstrucción. Las cantidades son diversas, desde los mil pesos hasta abaratarlos a 500 pesos. Los reacios a aportar dinero justifican la posición en que no hay presupuesto de las obras a realizar, y que los directores llevan otra intención con el dinero a recaudar.
Así, hay una estira y afloja.
Además, como María Aguilar, cuyo hijo asistirá a un jardín de niños, hay padres que no quieren exponerlos a un contagio de COVID-19, y no piensan, explicaron, enviarlos a clases presenciales hasta que los contagios de SARS-COV-2 comiencen en descenso franco.
Julio Ponce, otro padre de familia, afirmó que sus hijos tendrán que esperar un retorno seguro a clases, sin importar que pierdan el ciclo escolar, porque primero está la salud. “No pienso enviarlos a clases, así lo ordene el Presidente, el gobernador, el alcalde, diputados o senadores. Ellos no pueden ni deben decidir por la salud o los riesgos a esta que deben asumir las familias. Si garantizan que mis hijos no enfermarán de COVID-19 los envío, pero si no lo hacen jamás estarán en una aula”.
Rosario Noé Urías Benítez, jefe de Servicios Regionales de la Secretaría de Educación Pública y Cultura afirmó que respetarán las decisiones de los padres de no enviar a sus hijos a las escuelas por temor a un contagio, y aseguró que cada escuela, cada institución deberá de organizarse para hacer llegar el conocimiento a cada alumno.
“Reconocemos la incertidumbre de los padres, y el temor a contagiarse de COVID-19, pero no podemos obligarlos”.
Sin embargo, aseguró que al momento están enfocados en la limpieza de las escuelas, triangulando esfuerzos con servicios públicos municipales, dirección de educación y Sepyc, pues con la Dirección de Seguridad Pública ya se trabaja desde hace un año”.
“No en todas la escuelas se iniciará con la misma jornada y con la misma intensidad. Nuestra prioridad es el nivel básico”, dijo Urías Benítez.
Reconoció que en esa labor, también hay reticencia de los padres de familia a colaborar.
“Está fluyendo de menos a más, ellos también están en la incertidumbre de lo que va a suceder, pero será de acuerdo con la organización de cada una de las instituciones como se resolverá. No en todas (escuelas) va ver la misma jornada. Dependerá de las condiciones de infraestructura y de las condiciones en que este cada institución”, aceptó.
Aseguró que al menos 20 escuelas fueron vandalizadas de más de 500 existentes en la zona, pero el daño se conocerá con exactitud una vez que se inicie la limpieza.
Carlos Francisco Rodríguez Ponce, director de la policía municipal en Ahome, consideró que con una coordinación entre padres de familia, policías y profesores, se logró reducir el robo en las escuelas.
Aseguró que se armaron varios equipos de vigilancia en la zona urbana y rural con la obligación de enviar fotografía y reporte de observaciones en cada turno, lo que permitió una constante supervisión.
El grupo dio como resultado al menos 10 capturas de personas que cometían algún ilícito y se previnieron hechos diversos como daños al sacar de las canchas a personas que no tenían ninguna relación con el centro educativo.
Rodríguez Ponce comentó que los casos más graves detectados fueron el robo de aparatos de enfriamiento como condensadores y evaporadores, algunos enfriadores de agua y hasta computadoras.
Artículo publicado el 15 de agosto de 2021 en la edición 968 del semanario Ríodoce.