Es acusado de posesión de armas de fuego por hechos ocurridos en Mazatlán en agosto de 2017
A un mes y medio de haber sido sentenciado por el asesinato del periodista Javier Valdez, Juan Francisco “P”, enfrentará otro juicio oral.
Lea: El ‘Quillo’ pasará 32 años en la cárcel https://bit.ly/3ji2FUo
El segundo juicio es por delitos de posesión de armas de fuego por el decomiso de un arsenal en Mazatlán en junio de 2017.
El Quillo además enfrenta otro proceso penal en Mexicali iniciado cuando fue detenido con armas en agosto de 2017.
Por el asesinato de Javier fue sentenciado a 32 años tres meses de prisión, el pasado 17 de junio.
El Agente del Ministerio Púbico Federal que integró la carpeta de investigación por el aseguramiento de las armas acudió a declarar al juicio por el asesinato del periodista.
Para este lunes 1 de agosto está programado que inicio el otro juicio en su contra por los delitos de portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea y posesión de cartuchos de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
Las armas fueron aseguradas la madrugada del 5 de junio de 2017 en el motel Xtasis en Mazatlán.
Tras la detención de Dámaso López Núñez, el Licenciado; y Dámaso López Serrano, el Minilic, el Quillo y su grupo salieron huyendo de la sindicatura de Eldorado hacia San Ignacio, de donde es originario.
La noche del 4 de junio, el Quillo salió a bordo de un Jetta blindado y sus acompañantes en una camioneta Ram por la carretera Internacional México 15.
Los sicarios decidieron ir hacia Mazatlán y alrededor de las 2:15 horas del día siguiente el Quillo ingresó a la habitación 119 del motel Xtasis.
Minutos después se percató que sus acompañantes no entraron y abría y cerraba el portón de la habitación para asomarse y ver si llegaban.
Los sicarios que circulaban en la Ram dejaron la camioneta afuera del motel y cuando se encontraban en el interior llegaron agentes de la Policía Municipal y Policía Estatal Preventiva y los detuvieron presuntamente por alterar el orden.
En una de las ocasiones que se asomó observó una patrulla por lo que junto con otras personas que se encontraban con él, abordó el Jetta y cuando intentó salir vio que los policías tenían bloqueada la salida y a quienes circulaban en la camioneta Ram detenidos.
El Quillo dejó su vehículo blindado en el lugar y subió a un taxi que había entrado a dejar a unas personas al motel y huyó.
Los agentes aseguraron el Jetta y la camioneta Ram en las que había un arsenal.
“Arribó una patrulla de la policía municipal percatándose usted de tal situación, saliendo de la habitación y abandonando la misma y algunos de sus compañeros, lo que hace a los demás acompañantes fueron interceptados por elementos de la Policía Municipal, quienes fueron puestos a disposición del Juez de Barandilla, esto, según registros que obran en la carpeta de investigación, por alterar el orden público”, dijo el Ministerio Público en la formulación de la imputación.
En el Jetta había 18 armas de fuego largas, un lanzagranadas calibre 40 milímetros, 16 cargadores para arma de fuego calibre 7.62×39 milímetros, 452 cartuchos del mismo calibre, 14 cargadores para calibre .223 y 293 cartuchos calibre .223, todos de exclusivo de las fuerzas armadas.
“Usted y sus acompañantes venían en una caravana, con otra camioneta Dode Ram, color arena y a bordo de esta cinco personas del sexo masculino, llevaban a bordo de dicha camioneta un arma de fuego calibre 7.62×39 milímetros, 13 cargadores para arma de fuego de ese mismo calibre, 295 cartuchos para arma de fuego de ese mismo calibre, 12 cargadores para arma calibre .223, 253 cargadores calibre .223, cuatro cargadores calibre 7.62×51, 76 cargadores calibre 7.62×51 milímetros”, señaló el Fiscal.
Las armas y los vehículos fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la República por lo que el Agente del Ministerio Público Federal inició una carpeta de investigación.
El fiscal obtuvo una orden de aprehensión contra el Quillo y la ejecutó en febrero de 2018, cuando el imputado ya estaba detenido en el penal federal de Mexicali y sujeto a otro proceso penal.
El 28 de febrero un Juez de Control con sede en el Centro de Justicia Penal Federal en Culiacán dictó auto de vinculación a proceso por las armas aseguradas en Mazatlán.
En la audiencia inicial, el Quillo declaró que él no tenía relación con las armas y no había estado en ese lugar ya que vivía en Tijuana, Baja California, con su esposa, su suegra y sus hijos.
A la misma audiencia la defensa llevó a declarar a la esposa y la suegra del imputado.
Ambas dijeron que cuando fue el decomiso de las armas ellas y el Quillo vivían en Tijuana donde se dedicaba a la compra venta de piezas para vehículos.
Para el juicio por el homicidio de Javier Valdez la defensa también ofreció como testigos a la esposa y a la suegra para que declararan lo mismo, que el día del homicidio vivían en Tijuana.
En su turno para presentar testigos la defensa desistió de los testimoniales de las dos mujeres.
En la audiencia inicial, además, declaró uno de los hombres que acompañaba al Quillo.
El hombre confirmó que ese día habían estado en el motel e identificó al Quillo cuando le mostraron las imágenes de las cámaras de vigilancia.
El Quillo intentó revocar el auto de vinculación a proceso con amparos pero le fueron negados y esta semana de nueva cuenta estará en el banquillo de los acusados en un nuevo juicio oral en el que de ser encontrado culpable recibirá una condena que se sumará a la que ya recibió por el asesinato de Javier Valdez.
Artículo publicado el 01 de agosto de 2021 en la edición 966 del semanario Ríodoce.