Nadie respeta los protocolos sanitarios, ni los candidatos ni la gente

La rutina es más con lo mismo. El equipo en las esquinas con las camisetas, las cachuchas, pegar calcas y dar el folleto del o la candidata. La movilidad es en cada crucero importante y también en las colonias.

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Desde primera hora del domingo 4 de abril comenzaron la carrera. Eventos en lugares abiertos sin distanciamiento social. Solamente el cubrebocas los protege de un virus que ha cobrado la vida de casi 6 mil sinaloenses. Se dan la mano, la foto para Facebook y el recorrido casa por casa.

Pero la realidad es otra. Sinaloa sigue siendo de los estados a nivel nacional con mayor letalidad por el COVID-19, es el tercer lugar en México. Y aunque los contagios van a la baja, incluso en Culiacán, la movilidad es prácticamente normal.

Y los candidatos y candidatas parecen no tener en cuenta ese detalle: la pandemia. No ha culminado y algunos países experimentan una tercera ola mientras en Sinaloa la movilidad sigue en ascenso dejando de lado prácticamente cada una de las recomendaciones de salud.

Sin estrategia

La pifia dice bastante. Fue del candidato a la presidencia municipal de Mazatlán Fernando Pucheta Sánchez, abanderado por la alianza “Va por Sinaloa”. A bordo del camión de Mario Zamora justifica el quitarse su cubrebocas frente a la cámara que realizaba la transmisión en vivo durante una gira en Mazatlán el miércoles 8.

Casi interrumpiendo a Wendy Ibarra, acota, “pero aparte quiero decirles que nos acabamos de vacunar Mario y yo” a lo que la pareja de Mario Zamora agrega: “así es”.

Inmediatamente después Pucheta Sánchez corrige la plana. “¡No nos vacunaron! Hacer el examen, hacer la prueba. No, cuál vacunar, si hay que hacer las colas”.

Ambos candidatos presumen hacerse pruebas semanalmente. Pero la prueba no exime el contagio en lo absoluto. El contagio viene tras la exposición. Así lo explican expertos a nivel mundial: el virus se mueve con la gente. Y los candidatos lo hacen bastante. Una mañana en un mercado, más tarde con empresarios, luego la rueda de prensa, después recorrido casa por casa y finalizar con una cena con cámaras del comercio. En un día pueden reunirse con una gran cantidad de personas.

Cuestionado sobre qué estrategia tomar en caso de un repunte de contagios, Mario Zamora no respondió. Se limitó a decir que es partidario de realizar pruebas masivas y ofrecerse a pagar pruebas a aquellos reporteros y reporteras que lo requieran. Lo demás es usar cubrebocas, gel, termómetro. Nada más.

“Nosotros seguimos encomendados a Dios. Los que somos creyentes, hacemos lo posible porque no nos pongamos en riesgo, cuidamos el tema de la sana distancia, cuidamos el tema del cubrebocas, cuidamos el tema del gel, de la temperatura. Tratamos de hacer todos los eventos en espacios abiertos, éste es de los pocos que es en un espacio cerrado por la dinámica que lleva una conferencia de prensa. Gracias a Dios seguimos libres del virus, gracias a Dios esperemos seguir así”.

La letra muerta o mirar para otro lado

“Todas las medidas señaladas en el protocolo son de observancia obligatoria para toda persona que participe, de manera directa o indirecta, en las campañas electorales, y tienen por objeto regular su actuación, así como implementar las medidas pertinentes para proteger su salud y prevenir la dispersión y transmisión de la COVID-19”.

Así reza el punto tres del protocolo de seguridad para las campañas electorales, culminado el 19 de marzo de este año. Autoridades de salud y electorales sostuvieron reuniones con representantes de partidos políticos en aras de no propagar el virus y garantizar la salud de los sinaloenses.

Para los actos de campaña se delinearon 16 recomendaciones para espacios cerrados y 16 más para lugares abiertos. En el segundo caso casi ninguno es observado. Sobre todo el punto 11, el cual recomienda “aplicar las medidas necesarias para mantener en el lugar la distancia de 1.5 metros entre todas las personas”.

Para ello el documento ordena la colocación de marcas en el piso o en las bancas de la medida estricta que se debe guardar entre una persona y otra, pero no se ha hecho. Actos masivos en lugares abiertos han sido documentados, sobre todo en redes sociales, incluso por los mismos candidatos y candidatas.

Los puntos 8 y 9 tampoco son observados. Estos promueven el uso obligatorio del cubrebocas entre todas las personas y el no saludar de mano ni cualquier tipo de contacto corporal. Y también son los mismos candidatos y candidatas quienes divulgan material que evidencia el saludo de mano, la sonrisa para la cámara. La ausencia de estas medidas.

Como ejemplo, los candidatos a la gubernatura de la coalición Morena-PAS y de la alianza “Va por Sinaloa” promueven en sus páginas de Facebook fotografías sin cubrebocas y sin sana distancia.

La cobertura de eventos al aire libre supone un riesgo también. Todos amontonados. Militantes, simpatizantes, acarreados, reporteros y reporteras, los de las cámaras. Todos remolinados alrededor del candidato.

El ejemplo se vivió en el parque Acuático cuya pequeña explanada contenía una cantidad menor a su capacidad pero todos juntos. El candidato Mario Zamora saludando a diestra y siniestra, abrazando, posando para la foto. Ninguna autoridad de Protección Civil y COEPRISS alertas de nada.

También el doctor Rubén Rocha Moya. Se pasea de sur a norte, los eventos tratan de hacerlos con distanciamiento social pero este se ve roto a la hora de la foto. Esos instantes podrían bastar para que un solo enfermo comience la cadena de contagios. Pero eso no es observado. Son las campañas y el virus es puesto en pausa.

Otro candidato asiduo de eventos públicos masivos ha sido Sergio Torres Félix de Movimiento Ciudadano. Si bien las congregaciones no son grandes y al aire libre, sí son sin distanciamiento social, nadie a menos de 1.5 metros, al contrario.

Y hoy día es letra muerta. Los candidatos acuden a sitios sin ningún tipo de restricción y supervisión gubernamental ni de Protección Civil como de la Comisión Estatal para la Prevención de Riesgos Sanitarios (COEPRISS).