La droga se detiene en la frontera, reconoce la DEA
Tijuana, B.C.- La pandemia del Covid-19 afectó el tráfico de drogas a Estados Unidos, provocando un desabasto en ciudades como Los Ángeles y San Diego, lo cual habría influido para que la libra de metanfetaminas aumente su precio de mil dólares a 2 mil 900, revelaron fuentes del Cártel de Sinaloa que operan en la frontera.
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“Hay mucho desabasto allá, porque aunque sí hemos podido cruzar el hielo, hay varios puntos de revisión del otro lado donde se han puesto bien perros”, dijo un traficante de drogas que opera para gente de Ismael el Mayo Zambada, en esa ciudad fronteriza.
Según el narcotraficante, todavía cruzan la droga ya sea por la garita de San Ysidro o Caléxico, pero debido al cierre temporal de la frontera, sólo ciudadanos estadounidenses pueden entrar y salir de Estados Unidos, lo cual implica que los cárteles contraten mulas americanas para cruzar.
“Como son gringos quienes cruzan la mercancía, cobran más, y que ahora se cruce menos y haya desabasto, hizo que el precio aumente; porque es más caro enviar la droga, y porque la segunda inspección migratoria en Indio se ha puesto más dura y nadie quiere aventarse el tiro”, dijo el traficante.
A principios de marzo pasado, cocineros de drogas sintéticas en Sinaloa dijeron a Ríodoce que habían dejado de procesar metanfetaminas y fentanilo porque muchos de los precursores provenientes de China habían escaseado, luego que China cerrara sus fronteras para detener los contagios por coronavirus.
En un comunicado de la DEA enviado a este semanario, confirmaron que habían escuchado el rumor, pero que ellos no tenían conocimiento que algo así estuviera ocurriendo, pero que investigarían.
No fue sino hasta la finales de mayo que la Oficina de las Naciones Unidos contra las Drogas y el Delito (UNODC) publicó un reporte especial para determinar el camino de la droga durante la pandemia, y ahí afirmó que el tráfico de drogas ilegales había sido afectado como no ocurría “desde la Segunda Guerra Mundial”.
“El Covid-19 afectó el tráfico de droga de una manera que no se tenía precedente y prácticamente interrumpió el trasiego”, dijo Ángela Me, investigadora a cargo del reporte.
El colapso del tráfico de droga, que en décadas ha logrado la DEA ni su presupuesto de 453 millones de dólares en 2019, y menos sus 10 mil 169 elementos distribuidos en más de 70 países, habría menguado a mediados de mayo, cuando China reabrió sus fronteras al mundo, y mucho de los precursores y otros ingredientes para la elaboración de drogas sintéticas, empezaron a llegar a México, incluyendo a manos de gente allegada al cártel de Sinaloa.
“Gracias a dios ya todo volvió a la normalidad, y los químicos ya están llegando”, dijo un cocinero de droga de Badiraguato que fue contactado para esta investigación.
Ahora los narcotraficantes esperan que la frontera con Estados Unidos se abra de nuevo, pues al estar limitadas el número de garitas para ingresar a Estados Unidos, los narcotraficantes no quieren arriesgar su mercancía y prefieren esperar.
“Se detuvo todo; nosotros cruzábamos 200 kilos de coca cada semana, y ahora estamos cruzando unos 30 kilos porque los jefes no quieren arriesgar”, dijo otro de los traficantes.
Según la UNODC, el cierre de fronteras fue lo que más influyó para detener el tráfico.
“La droga que menos está llegando a Estados Unidos durante la pandemia son metanfetaminas porque en algún momento los narcotraficantes no recibieron los precursores que necesitaban para procesarla”, dijo el administrador interino de la DEA, Uttam Dhillon, durante una entrevista con la radio NPR.
Agregó: La realidad es que el cierre de la frontera ha dificultado a los cárteles que sigan transportando droga, y el aumento de elementos policiales en las fronteras les ha dificultado que sigan moviendo la droga hacia el norte, y el dinero hacia el sur.
En una visita hecha a las montañas de Sinaloa la semana pasada, uno de los operadores que opera en la región dijo tener detenidos casi 20 kilos de cristal en Tijuana, y más 400 kilos de mariguana listos para llevarse.
“Nadie está cruzando nada ahorita oiga; la mota por ejemplo, la vamos a tener que tirar porque ya tiene casi tres meses que la secamos y ahí está almacenada, y si no se vende pronto se va a echar a perder. El caso de la chiva es diferente, porque puede aguantar mucho y no pasa nada, pero la mota no”, dijo el traficante.
Patty Hartman, vocera de la DEA en Washington, consideró que el tráfico no se ha detenido, pero sí ha obstaculizado la capacidad de los cárteles para mover la droga que mueven a Estados Unidos, provocando una acumulación de drogas ilícitas en ambos lados de la frontera.
“Es prematuro en este momento para nosotros hacer una evaluación de cómo esta emergencia de salud puede afectar el tráfico de drogas a largo plazo, lo que sí puedo decir es que la DEA continúa monitoreando la situación y permanece vigilante en el seguimiento de los cambios globales y cómo afectan el tráfico de drogas”, dijo Hartman.
El panorama para los narcos no es alentador, luego que el presidente de Estados Unidos Donald Trump anunció apenas la semana pasada que la frontera se mantendría cerrada hasta el próximo 22 de agosto, y que no era seguro que entonces fueran a abrirla.
Artículo publicado el 26 de julio de 2020 en la edición 913 del semanario Ríodoce.