Nuevamente las fuerzas básicas siguen dando la cara por México en el futbol.
Ahora, la Selección Mexicana Sub 17, volvió a escribir su nombre dentro de las copas del mundo de la categoría, luego de superar en penales a Holanda e instalarse en la gran final de Brasil 2019.
Ahora el Tri está a una victoria de adjudicarse un nuevo cetro mundialista, el tercero en su historia.
Desde 1985 que se comenzó a celebrar el torneo, hasta el 2003, México solo contaba con dos accesos a los cuartos de final, cuando todavía la fase de grupos daba acceso a dicha fase (cayó ante Estados Unidos en 1993, y ante Argentina en el 2003). Fue hasta el 2005, cuando lograron acceder hasta la gran final, en donde se impusieron a Brasil, en Chiclayo, Perú.
Tras dos certámenes celebrados (en 2007 no clasificó y en 2009 cayó en octavos ante Corea del Sur), el Tri volvió al plano internacional, firmó un paso perfecto, y llegó a la gran final de México 2011, en donde se impuso a Uruguay en un pletórico Estadio Azteca.
Para el 2013, el Tri defendió el cetro obtenido en casa a tal grado, que se instaló de nuevo en la gran final, pero cayó ante Nigeria en Emiratos Árabes.
En el 2015, en Chile, se quedaron con un cuarto lugar y dos años después, cayeron en octavos con Irán en la India.
Ahora, en este 2019, la mesa está servida para que México pueda volver a saborear la gloria mundialista.
Su rival será Brasil, un viejo conocido, quien tiene cuentas pendientes ante los mexicanos.
Ya que en 2005, en Perú, México venció en la final a los brasileños, y en 2012, los aztecas derrotaron por la medalla de oro a los sudamericanos en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Este duelo está programa para este domingo a las 15:00 horas, tiempo de Sinaloa.
Sin duda alguna será un partido muy interesante, más allá de jugarse el título, se está disputando el orgullo.
Desde luego que llegar a esta instancia, ambas selecciones ya cumplieron su objetivo, pero buscarán la cereza para el pastel.
Artículo publicado el 17 de noviembre de 2019 en la edición 877 del semanario Ríodoce.