Con solo escribir “Ted Bundy” en un buscador de internet salen cerca de 50 mil sugerencias de consulta sobre libros, películas, material periodístico y un largo etcétera de la vida personal y pública del encantador, atractivo, seductor, inteligente, perverso, cruel, vil y despreciable asesino serial estadounidense, por lo que un nuevo proyecto en su honor correría el riesgo de quedar como una opción más en la red. Aun sí, en 2019, Netflix estrena dos producciones del criminal de mujeres de entre 18 y 26 años.

En enero apareció Conversaciones con asesinos: Las cintas de Ted Bundy (2019), una mini serie documental de cuatro episodios, dirigida por Joe Berlinger, basada en el libro Ted Bundy: Conversations with a Killer, de los periodistas Stephen G. Michaud y Hugh Aynesworth, quienes registraron en audio cerca de 100 horas de la entrevista que le hicieron en prisión al carismático Bundy, de la que el filme muestra muy poco, pero combina con fotografías y videos de la época, de las detenciones, el juicio y la vida personal del brutal homicida.

En julio, a cargo del mismo Berlinger, llegó a los cines Ted Bundy: Durmiendo con el asesino (Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vile/EU/2019), en la que Liz (Lily Collins) conoce a Ted (Zac Efron) en un bar y queda encantada con sus atenciones, al grado de llevarlo ese mismo día a dormir a su casa y, casi de inmediato, convertirse en su pareja. Para cuando la chica comienza a notar actitudes extrañas en su novio y plantearse lo que es capaz de hacer, le es difícil no caer en sus mentiras, alejarse de él y no amarlo.

Las producidas por Netflix no son las únicas películas basadas en quien se escapó dos veces de prisión, se volvió su propio abogado, alcanzó la pena de muerte y fue ejecutado hace 30 años por declararse culpable de 30 crímenes —se cree que la cifra verdadera es cercana a los 100. Antes se hicieron: Deliberadamente extraño (1986), estrenada antes de su muerte; Ted Bundy (2002); Un extraño a mi lado (2003); El asesino de Green River (2004); y Bundy: A Legacy of Evil (2008).

La cinta de ficción, escrita por Michael Werwie, está basada en el libro de Elizabeth Kendall (en realidad Elizabeth Kloepfer, pareja de Bundy), de ahí la relevancia de Liz en la historia, el depresivo y alcohólico personaje perdido en el amor al agradable y atento protagonista de uno de los primeros juicios televisados, quien, para fortuna de sus víctimas y desgracia de sus seguidores y enamoradas, terminó en la silla eléctrica en 1989, en una prisión de Florida.

El veredicto para la película es que no presenta nada nuevo, recurre a una narrativa con aspiraciones creativas que fracasa y se inclina más a provocar la confusión. Ni siquiera muestra a un Ted en verdad malvado y perverso, en plena acción de sus crímenes cometidos entre 1974 y 1978. La miniserie, al menos, destaca por los audios inéditos con su voz.

Con un firme y sarcástico John Malkovich, un opaco Haley Joel Osment, una plana Lily Collins y un Jim Parsons bajo la inevitable sombra de Sheldon, el filme no se va directo al olvido porque es la prueba de la mejor actuación de Zac Efron, muy alejado de ese galán adolescente de High School Musical, y porque Netflix no tarda en programarla en su página y dejarla ahí por mucho tiempo. Véala… bajo su propia responsabilidad, como siempre.

Artículo publicado el 11 de agosto de 2019 en la edición 863 del semanario Ríodoce.