“Yo creo en la Guardia Nacional”, dijo Ricardo Monreal Ávila, quien asegura formar parte de los “optimistas” y que respeta la opinión de los escépticos.

Monreal Ávila anunció que entre otras entidades del país, la Guardia Nacional desplegará sus elementos en los estados de Sinaloa y Durango.

Para el Senador de Morena, la inseguridad ha alcanzado niveles insostenibles en algunas regiones del país, y eso que no conoce directamente las tragedias de las familias desplazadas de la sierra y las víctimas de las privaciones ilegales de la libertad que sufren en el sur del estado.

Genoveva es la mujer que salió huyendo de la sierra de El Rosario, cargando con ella a tres hijos durante una larga caminata hacia el vecino estado de Durango, para escapar del flagelo de la violencia que azota a la comunidad de La Rastra.

Si la historia de la “Geno” es un caso emblemático de las familias de la sierra, no es menos significativa en Mazatlán la tragedia de Marbella Fragoso, quien pide ayuda para encontrar a sus dos hijos que fueron privados ilegalmente de la libertad.

Cuando el gobernador del estado, Quirino Ordaz Coppel, inauguró el Segundo Foro de Federalismo y Seguridad, en el Centro de Convenciones de Mazatlán, el 27 de junio a las 11:09 minutos, aun navegaba por Facebook, el grito desesperado de la madre de los hermanos José Julián y José Luis Fragoso Rodríguez, denunciando que un grupo armado los había privado de la libertad.

“Por favor ayúdenos a compartir para que llegue a las personas correctas y nos ayuden estamos desesperados ya no podemos más!!!”, clama Marbella Fragoso, madre de los jóvenes.

Ricardo Monreal Ávila, Senador de la República por Morena, asistente al foro de federalismo y seguridad no escuchó de viva voz el grito desesperado de la ciudadana Marbella Fragoso, que desde hace tiempo hicieron suyo las familias desplazadas por la violencia en la zona serrana del sur de Sinaloa, pero anunció que la Guardia Nacional entrará en funciones el 30 de junio.

“La Guardia Nacional, les doy una buena noticia, no quiero adelantarme a los anuncios del ejecutivo federal, pero la Guardia Nacional iniciará a funcionar el próximo domingo, y habrá 266 regiones, va a arrancar, va a desplegarse en 150 lugares de mayor incidencia delictiva y en lugares de mayor dificultad criminal”.

La tragedia de la inseguridad

“La madrugada del domingo 24, a las 5:00 horas, un grupo armado levantó a mis hijos…les pido que se tienten el corazón y investiguen bien…ellos no andaban mal trabajaban de carpinteros uno de ellos estaba cursando la preparatoria”, precisaba.

Un reporte de la policía municipal de Mazatlán informaba que una hermana de las víctimas dijo que habían llegado cuatro vehículos tipo Pick-Up, color blanco con varios sujetos con armas de fuego cortas y largas, causando daños a la puerta del domicilio, privando de la libertad a sus hermanos José Julián y José Luis, de 18 y 20 años, que vivían en el mismo domicilio.

“Dándose a la fuga los agresores con rumbo desconocido”, citaba el informe agregando que al lugar de los hechos había acudido el Grupo Apolo de Desapariciones Forzadas.

Lo anterior no había ocurrido en la zona serrana del sur de Sinaloa, sino en la colonia Constitución, en Mazatlán, donde la semana pasada fueron reportadas seis personas privadas ilegalmente de su libertad.

El 20 de junio, un grupo de familias  de la comunidad de La Rastra y zonas aledañas habían huido hacia La Ciudad y Echavarría Nuevo, Pueblo Nuevo Durango, en busca de ayuda humanitaria ante el azote de violencia criminal.

José Rosas Aispuro, gobernador del estado de Durango, uno de los asistentes al foro de federalismo y seguridad, al ser cuestionado sobre cómo iba la solidaridad con las familias desplazadas de la sierra del sur de Sinaloa, respondió que las estaban atendiendo bien, pero de las 200 personas, solo quedaban 50.

Según información de los damnificados fueron alrededor de 65 familias desplazadas de Los Brotos, Los Ángeles y El Tecomate, por la violencia huyeron hacia Durango, al no encontrar urgentemente en su tierra natal las condiciones de seguridad que las autoridades debían garantizar.

Desde que las familias desplazadas llegaron al estado vecino algunas se dispersaron hacia la ciudad de Durango buscando trabajo en la industria de la construcción, mientras que otras fueron invitadas a trabajar a los campos agrícolas de Culiacán, por una persona que compra madera en Durango.

“Todo mundo busca cómo emplearse, una persona que compra madera los invitó a poner estacones a las plantas de chile y tomates y los amarran”, dijo una persona que mantiene contacto con los desplazados.

Agrega que en La Ciudad, quedan aproximadamente 20 familias que se siguen moviendo en busca de trabajo, porque saben por experiencia propia que es un error quedarse esperando a que el Gobierno les solucione los problemas.

El viernes 28 de junio, en la comunidad de El Camarón, en las inmediaciones de la Presa El Peñón, del municipio de Escuinapa, una emboscada perpetrada por sicarios contra dos camionetas donde viajaban cinco personas, dejó un saldo de cuatro personas asesinadas y un menor de edad herido.

El zarpazo criminal asestado a las personas que aparentemente se trasladaban de la sierra de El Rosario hacia Escuinapa, dio la razón a algunos participantes del foro federalismo y seguridad quienes opinaron que la inseguridad que prevalece en algunas regiones del país (como en el sur de Sinaloa) es insultante.

Artículo publicado el 30 de junio de 2019 en la edición 857 del semanario Ríodoce.